Cuando los niños dejan de creer en Peter Pan

Tengo la teoría de que hay libros que te buscan, por lo que esperan pacientemente a que un día repares en ellos para grabarse al rojo vivo en tu memoria. Hay centenares de libros que forman parte de mi recuerdo gracias a encuentros casuales. Un regalo, una vuelta sin esperar a encontrar nada apetecible por el rastro o una librería… Llámalo sueño, de Henry Roth, llegó de esta manera tan especial a mis manos. Me lo regaló hace tiempo un amigo. Se trata de un volumen editado por Ferma y titulado en español La calle es pequeña porque, me imagino, el editor pensó que era mejor título que el original. Mi amigo se desembarazó del volumen porque se trataba de una edición sospechosa. De hecho, si ustedes ven la portada de este libro es posible que se les ponga la carne de gallina. Pero a mi esas sustilezas me traen sin cuidado, claro que debe ser porque soy de los que piensa que lo kitch a pequeñas dosis también resulta un trago agradable…

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Llámalo sueño o La calle es pequeña en la edición de bolsillo (año 1967) de mi biblioteca es una extraordinaria novela de iniciación escrita por un hijo de inmigrantes judíos. La historia transcurre en un barrio marginal de la ciudad de Nueva York, a principios del siglo XX, y está narrada a través de la mirada confusa de su joven protagonista. Creo que en muy pocas ocasiones la literatura ha logrado transmitir con tal grado de verismo el asombro, la perplejidad y el miedo a lo desconocido que se esconde en la mirada de un niño. Un niño que sólo encuentra paz y sosiego bajo la sombra protectora de su madre.

Relato conmovedor, editorial Alfaguara recuperó al español esta novela en una edición de 1990 que con un poco de suerte se puede conseguir todavía en librerías de libros usados. Así que si tienen esa oportunidad háganse con él. No recuerdo haber leído un relato tan inocente pero también tan cruel sobre lo difícil que le resulta a un niño hacerse hombre desde que leí esta novela con letras mayúsculas. Bueno, quizá el relato El ídolo caído de Graham Greene, aunque la novela de Roth resulta más desarmante porque se trata precisamente de una novela.

El escritor, que militó en el Partido Comunista Americano aunque abandonó sus filas en la década de los años 30, vivió casi toda su vida como un marginal vocacional. Pasó, literalmente, de ese mundo siniestro que liquidaron para siempre sus sueños infantiles. No sé si dejó alguna obra más escrita, y si está traducida, pero con su Llámalo sueño contribuyó a engrandecer no ya sólo la literatura norteamericana sino también la universal.

Todavía tengo la sensación de deberle a algo. Esto me pasa cuando un libro se graba al rojo vivo en mi memoria. Claro que ese día dejé de creer en Peter Pan. Obvia decir que fue de los más espantosos de mi vida.

Y ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!

No Responses to “Cuando los niños dejan de creer en Peter Pan”

  1. Javier Estévanez Says:

    Leí la novela hace años y recuerdo que me dejó honda huella. No conozco esa edición que citas, yo tengo la de Alfaguara, pero merece la pena su lectura. Como dices, es de esos libros que te marcan.

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