Cuatro ‘cortos’ de Juan Puelles en TEA

Tenerife Espacio de las Artes exhibe mañana, miércoles, a las 20 horas, cuatro cortometrajes (Ellos, El secreto de Clara, Gozo carnal, La isla) de Juan Puelles. ¿Qué quien es Juan Puelles? Pues Juan Puelles es lo que podríamos considerar como uno de los históricos del cine en Canarias. Uno de esos afortunados entusiastas que se echaron al monte en plenos años setenta para rodar películas en 8mm en estas islas apartada de la mano de los dioses. Y uno de esos tipos que además tuvieron las agallas para transmitir a la chiquillería de aquel entonces la emoción por el cine.

El destino quiso que Juan Puelles, a quien conocía de referencia por ser uno de los miembros fundadores del colectivo Yaiza Borges –todavía lo recuerdo tocando el piano durante la proyección de El ladrón de los guantes blancos en el antiguo cine Tenerife, llamado en esos días de vino y rosas Yaiza Borges– se cruzara en mi camino en aquellos años en los que estudiaba en el Instituto Teobaldo Power de la capital tinerfeña, una de las etapas más felices y claves de mi existencia.

Allí un grupo de estudiantes organizamos un Aula de Cine en la que entre otras cosas dedicábamos los sábados a proyectar películas de gente tan rara como los hermanos Marx, Orson Welles, Jean Renoir, John Ford, Luis Buñuel, Buster Keaton, Chaplin, repartiendo entre lo asistentes a la entrada una hojilla donde se les informaba de lo que iban a ver cuando se apagara la luz del salón de actos, que hacía las funciones de improvisado cine.

No ganamos un duro con aquella iniciativa pero sirvió para que sí viéramos una serie de películas que de otra manera era imposible que pudiéramos ver.  De hecho, creo que en aquellos años imaginar Internet era una revelación de orates mientras que los vídeo clubes con sus cintas de VHS empezaban a hacerse una realidad en el paisaje capitalino.

Ahora situémonos en 1980. Puelles, que en aquel entonces impartía clases de no-sé-yo si Ética, nos propuso un día rodar una película. Proyecto en el que nos metimos un puñado de alumnos que ya nos veíamos en Hollywood. Redactamos como una piña un guión en unos dos días y los titulamos El examen. En líneas generales aquel chiste venía a contar la historia de un bolígrafo maldito y un profesor que había perdido la chaveta y que se dedicaba a perseguir a unos estudiantes que se habían metido en el Instituto para robar el puñetero examen. O el sueño de casi todo adolescente que no tiene todavía muy clara la línea que separa el bien del mal (¿?).

El rodaje de la película se realizaba por la noche, con las instalaciones del Teobaldo Power para nosotros, y no sé cuanto tiempo tardó. Exageraría si dijera que una semana.

El filme se proyectó creo que a finales de curso y fue un éxito arrollador. También ganamos el tercer premio del concurso Día Universal del Ahorro, cuyo premio en metálico se invirtió en una copiosa cena en un restaurante de carnes a la brasa de La Esperanza.

Al superar mi época de Instituto perdí la trayectoria de casi todos los compañeros que conspiraron en aquella película. También de Puelles, a quien si bien no me liga ningún lazo de amistad sí que le tengo un grandísimo aprecio a raíz de aquella experiencia con el cine. Arte, si cabe, que me terminó por acercar un poquito más.

Cabe destacar, aunque es un juicio muy personal, que la firma de Puelles era una de las primeras que consultaba cuando colaboraba en la revista que editaba artesanalmente los de Yaiza Borges con el nombre de Barrido. De hecho, firmó una con uno de los mejores títulos –en mí siempre discutidísimo parecer— que jamás he leído en crónica cinematográfica alguna. Se trataba de un artículo dedicado a uno de esos excelentes cineastas hoy olvidados y de los que me gustan por artesanos: Andrew McLaglen. Su encabezamiento: El discreto encanto de los no geniales.

Perfecto, porque ese título resumía la trayectoria de un cineasta irregular, vástago de origen irlandés de uno de los actores fetiche de John Ford.

No conozco el trabajo cinematográfico de Puelles salvo El examen, pero algo me dice que seguro que guarda algo. Una cierta mirada en unos tiempos donde el cine de acá ha dejado de sorprenderme por despistado y ombliguista. Espero por ello que el espectador que acuda mañana a esta proyección descubra así al menos una mirada o un gesto diferente en esas cuatro películas cortas. Conociendo vagamente a Puelles tengo la esperanza de que sus filmes tengan pulso. O un latido por insignificante que sea.

Debe ser que junto a mis venerados y venerables Josep Vilageliú y Aurelio Carnero, Puelles encarne en mi imaginario lo mejor –y no lo peor– que una vez tuvo (si tuvo) el espíritu de los Yaiza Borges.

Ya saben los iniciados: aquel loco, loco, loco amor por el cine.

Saludos, ligeramente nostálgicos, desde este lado del ordenador.

6 Responses to “Cuatro ‘cortos’ de Juan Puelles en TEA”

  1. josep v Says:

    Te olvidas de la etapa anterior a Yaiza Borges, como miembro del grupo Neura, que realizó las películas más descabelladas del cine de los 70 en super8 mm., como VAMOS A DESENMASCARAR AL PADRE MANOLO, BUENO, VAMOS y CRÓNICA HISTÉRICA: LA CONQUISTA DE CANARIAS, que tuvo tanto éxito que la película casi se desintegró de tanto proyectarla, y es que hay que recordar que las películas de super8 eran originales, no había copias, y que si se rayaban pues eso, la raya permanecía allí como las arrugas en un rostro, y así iba envejeciendo, hasta que la filmoteca canarias la recuperó para digitalizarla. Respecto a EL EXAMEN, guardo yo el original en super8, no me preguntes por qué, y no sé si la filmoteca la ha digitalizado. Habrá que preguntárselo a Juan, que, por cierto, se ha entretenido en subir todas sus películas a You tube, después de subtitularlas en inglés.

  2. Juan Puelles López Says:

    Veo que la gente no se olvida de mí. Menos mal, porque eso significa que lo poco de positivo que he hecho en esta vida y especialmente en el campo cinematográfico hay quien lo recuerda, y sus razones tendrán. Por cierto, que lo que yo hacía en aquel entonces era ir un poco a ciegas, a ver qué pasaba, porque por lo menos aquí no había precedentes. Una corrección: ‘El examen’ no surgio de una propuesta mía a mis alumnos de Etica, sino al revés: ellos me propusieron a mí rodar una película y, efectivamente, la hicimos. Otra corrección: En YouTube no están todas mis películas, sino sólo las que he hecho a partir de ‘El examen’, que es el primer corto donde consto como director en solitario.

  3. editorescobillon Says:

    Me acaba de llamar un amigo de aquellos viejos tiempos y me acaba de comnetar lo mismo que Juan. Que la idea de El Examen surgió de un grupo de alumnos. Me ha alegrado recibir esa llamada, entre otras cosas porque hacía un porrón de años que no sabía nada de él. Hemos quedado para tomarnos un café un día de estos. Gracias Juan y Josep por las aclaraciones a mi escrito. Y les dejo, que quiero navegar en you tube para ver (por si no puedo pasarme esta tarde noche por TEA) esos cortometrajes. Un abrazo fuerte a ambos dos, y gracias por visitarme en la que espero sea ya vuestra casa. Esta que se hace llamar el escobillón.

  4. editorescobillon Says:

    Un apunte, Josep, ¿sería posible volver a ver aquel El examen?

  5. Juan Puelles López Says:

    ‘El examen’ está en mi página de YouTube, Ahora bien, yo te recomiendo que no la veas ahí, sino en Vimeo.com, donde también la he subido. La razón es que la película dura, si no recuerdo mal, 18 minutos más o menos, y como en YouTube hay un límite de grabación de 10 m9nutos, pues tuve que grabarla en dos fragmentos. En Vimeo, en cambio, no hay límites en ese sentido y pude grabar esa película -y todas las demás- completa, de principio a fin.

  6. editorescobillon Says:

    Gracias, amigo.

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