Adiós, Loren(zo)

Que se llamara Lorenzo Semple Jr. hizo que lo reconocieras como guionista de películas cuyo impacto llevarás a la tumba o al nicho o a donde arrojen tus restos.

A tu amigo Loren le encantaba Lorenzo Semple Jr. Le encantaba porque llevaba su mismo nombre y porque las películas que escribió como guionista lo dejaron turulato: Papillon, Nunca digas nunca jamás, King Kong, Flash Gordon, Huracán.

Loren fue uno de tus colegas de adolescencia, el que tuvo la más completa y preciada colección de colorines de la Marvel. No la prestaba, aunque la dejaba ver en el portal de su casa. Al principio molestaba que Loren no te dejara entrar pero asumistes sus razones.

Uno de aquellos días y mientras Felipe, Loren y tú pasean, Loren, como quien no quiere la cosa,  dice que se encontró esa mañana con la cabeza de un roedor cuando abrió la taza del váter.

- ¿Y qué hiciste, jediondo?

-Mearle encima.- dice Loren, más tarde legionario.

Es curioso como recuerdas a Loren mientra lees que ha muerto Lorenzo Semple Jr.

Demasiadas imágenes en tu cabeza. Demasiadas películas compartidas. Muchas de ellas firmadas por Semple Jr. y ya se han citado unas cuantas. Te enteras que además escribió para televisión un puñado de capítulos de la serie Batman y El avispón verde, las inocentes y chahis de los sesenta. Tan chachis y perversamente inocentes que te hace pensar cuándo te equivocaste.

Al llegar al instituto dejaste de ver a Loren. Y eso que vivías en una ciudad pequeña, provinciana, en la que todos los días son más o menos los mismos.

Tuvo que pasar una cortina de años y que dejaras de escuchar a Los Calchakis e Inti Illimani para que lo volvieras a encontrar en la Rambla. Coño, abrazos, cabriolas… vámonos a un concierto.

Cae la tarde sobre la pequeña ciudad.

Mientras cantan abajo Loren estira los pies sobre las butaca y no deja de hacerse porros. Cuenta que es legionario y no deja de hacerse porros.

Apenas te enteras de lo que cantan abajo y la memoria se te borra.

Ha muerto Lorenzo Semple Jr.

Y tú ahí, pensando en tu amigo Loren.

Saludos, cae ya la noche…, desde este lado del ordenador.

Escribe una respuesta