“Por fin, Santa Cruz de Tenerife, la que tanto ansiaba conocer, se presentó ante mis ojos casi sin darme tiempo a prepararme para la profunda impresión que me causó. Santa Cruz es bella, es hermosa, es policroma. En ninguna parte del mundo se ve tanta variedad de flores, fuera de los invernaderos, como se ve en esta ciudad. La población es limpia, ordenada, y sus calles y sus plazas tienen un marcado sabor a capital de provincia española. Sus habitantes “caen bien”, como decimos en América, cuando una persona es atenta, agradable y simpática. Aquí es fácil hacer amistades, pareciendo encontrarme en cualquier ciudad portorriqueña. Santa Cruz, además de su aire provinciano, nos ofrece también el agradable contraste de una capital cosmopolita, ya que debido a los numerosos barcos que diariamente arriban a su magnífico puerto, muchos de ellos son portadores de grandes contingentes de turistas, viéndose sus calles constantemente transitadas por gran número de extranjeros que con la Babel de sus diferentes idiomas nos hacen, a veces, creernos transportados a cualquiera de las grandes capitales de Europa o América.”

* En la imagen vista de Santa Cruz de Tenerife en los años cincuenta. Foto de Baena, tomada del blog Vida Marítima)

(Viajes, Adela Pérez Ravelo, 1959)

Saludos, uno se encuentra con cada cosa, desde este lado del ordenador.

Esta anotación fue publicada el Viernes, 4 de Diciembre de 2015 a las 13:54 y está archivada en la categoría de Sin categoría. Puedes seguir cualquier respuesta a esta anotación a través de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o hacer un trackback desde tu página web.