Filek, el estafador que engañó a Franco, una novela de Ignacio Martínez de Pisón

Filek (Seix Barral, 2018) como todos los libros de Ignacio Martínez de Pisón se lee de un tirón pero deja un poso amargo, la extraña sensación de que no se trata de una de las mejores obras del escritor pese a su extraordinario y laborioso proceso de investigación.

Filek, que lleva el subtítulo de El estafador que engañó a Franco, intenta reconstruir con los datos que reúne la vida de Albert von Filer, austríaco de nacimiento y farsante de profesión que, tras dejar con los bolsillos vacíos a numerosas personas que conoce en la vieja Europa, da con sus huesos en España donde continúa haciendo lo suyo en un país que recién estrena la II República.

Tras el estallido de la Guerra Civil, Filek es detenido y pasa la mayor parte de la contienda en la cárcel de aquel Madrid rojo que “liberan” las fuerzas nacionales la primavera de 1939. En esa nueva España se apresura a promocionar su estancia en las cárceles republicanas y a tirar de la influencia de algunos compañeros de penurias carcelarias como Ramón Serrano Suñer, entre otros, quienes lo acercan a Franco, al que le propone el negocio del siglo haciéndose pasar por inventor y químico: una gasolina sintética, resultado de extractos vegetales, aguas del río Jarama y una fórmula secreta que pone al servicio de la nueva España.

El invento es una colosal mentira, pero el Caudillo cree en ello hasta que los pocos expertos en las materia con los que cuenta el régimen lo convencen de lo contrario. Este viene a ser a grosso modo el argumento que sostiene la nueva creación literaria de Ignacio Martínez de Pisón, un libro muy bien escrito como lo son todos los del escritor pero al que le falta sustancia.

La sustancia que le falta viene dada, pese al laborioso proceso de investigación que emprende el autor tras Filek, por la escasez de fuentes con las que reconstruir su vida y su obra, Filek, como buen estafador, apenas dejó rastro lo que complica a Martínez de Pisón a hacerse una idea aproximada sobre quién fue. Con todo, consigue descubrir cosas y dibuja un retrato con tono oscuro de un hombre sin escrúpulos que se dio a la buena vida engañando a los demás.

El escritor intenta en todo momento mantener distancia con este individuo que llegó a casarse con una española que lo acompañó hasta su muerte, ya en Alemania. Casi parece que tiene miedo de tomar partido ante los escasos datos que ha logrado reunir para contarnos una historia que el escritor califica de novela aunque sea otra cosa.

Si el periodismo y lo literario se daban la mano en la extraordinaria Enterrar a los muertos, relato atractivo y denso sobre José Robles, un amigo de John Dos Passos que fue asesinado por los comunistas en 1937; la fórmula no se repite con el mismo entusiasmo en Filek por la escasez de documentación que rodea a personaje tan turbio como contradictorio. Un experto en la mentira, un tipo capaz de engañar a cualquiera porque fue capaz de engañarse así mismo. Esta conclusión se interpreta al finalizar un libro que sin ser de lo mejor de su autor respira la autenticidad que distingue los libros de Ignacio Martínez de Pisón del de otros compañeros de fatigas literarias.

Saludos, a leer que son dos días, desde este lado del ordenador

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