Paco Camarasa: “Vázquez Montalbán nos dio la coartada de leer novela policíaca”

INTRO

En Arona se celebraba entonces unos días dedicados a la novela negra y Paco Camarasa, que falleció la madrugada de ayer, asistió como experto y fundador de la primera librería especializada en el género que él acuñó como negro y criminal.

Al terminar la entrevista y quedarnos un rato hablando de libros le pregunté por un librito que había editado la Semana Negra de Gijón de Marc Behm, un autor de cabecera para quien lo conoce. Ese librito recopilaba una serie de cuentos escritos por Behm para la Semana y pasado el tiempo se convirtió en un objeto de culto, en una especia de Grial para los seguidores de su potente y fascinante literatura.

Paco Camarasa me dijo que le sobraban algunos ejemplares en su librería, Negra y criminal, y me pidió mi dirección postal para enviarme uno.

Pasó el tiempo y di por perdida también aquella oportunidad hasta que un día en el buzón me encontré con un paquete que guardaba dentro aquel tesoro. No sabe Paco Camarasa lo feliz que me hizo entonces con su generosidad. Una generosidad que repartió tanto entre los lectores como entre los escritores.

Reproducimos a continuación parte de la entrevista que le hicimos entonces, mayo del 2011.

- Usted contribuye a poner en marcha la librería Negra y Criminal en Barcelona, la primera especializada en este tipo de literatura. ¿Cómo nace esta iniciativa?

- Surge por necesidad. Casi toda mi vida profesional ha estado vinculada al mundo del libro y cuando tuve la suerte de encontrar a un grupo de gente que me respaldó, pusimos en marcha este proyecto porque en este sector, ya en el siglo XXI, o trabajas para una gran cadena de librerías o estás del lado de los guerrilleros, de las librerías pequeñas que dan lo que no saben dar las grandes y que es cercanía al público y especialización. Por ejemplo, acaba de reeditarse Tarántula de Ruth Rendell aprovechando el inminente estreno de la película de Almodóvar inspirada en ella y con el título del filme, La piel que habito. Tú tarea como librero consiste en informar a quien está interesado en adquirirla que, ojo, que igual ya la tiene pero con el título original. O bien que la tienes en tu establecimiento como Tarántula y no como La piel que habito. Con esto quiero decir que haces un trabajo que no te ofrecen en las grandes librerías. Cuando nace Negra y Criminal pensamos que en aquel momento había un hueco y también quisimos que el espacio fuera un pequeño punto de referencia en el que lectores, escritores y libreros trabajaran juntos.

- ¿De dónde viene la tradición de ofrecer mejillones a los habituales de la librería?

- Lo de los mejillones viene de cuando el Prestige y la petición de los gallegos de que no dejáramos de consumir marisco gallego, que no los abandonáramos. En la librería no damos cava hasta que los que lo cultivan lo saquen tinto, por eso el vino que ofrecemos es tinto y ron añejo, no tenemos gin. Cuando pensamos en los mejillones nos vimos en la disyuntiva de escoger entre percebes, que también son negros aunque al final ganaron los mejillones. Al final, esta costumbre ha terminado por convertirse en una tradición todos los sábados en nuestro establecimiento y siempre coincide con una presentación. ¿Por qué lo hacemos? Pues porque Barcelona es una ciudad enorme y al encontrarse nuestra librería en un barrio periférico y portuario como es La Barceloneta –el único barrio que mira al Mediterráneo y da la espalda a la ciudad, decidimos que los sábados tuvieran otros ritmos y que coincidieran los mejillones con las presentaciones.
 
- De todos los escritores que han participado en esto sábados con mejillones de quien se siente digamos que más orgulloso.

- Son muchos, el problema es que tanto la librera como yo cuando conocemos a un autor cuya obra nos cautiva, lo leemos con más cariño si cabe. De todos los que han presentado sus libros con nosotros si hay una ausencia que lamentamos es la de Manuel Vázquez Montalbán, que no pudo venir ni ponerse la camiseta de nuestra librería, y al que más cariño le tenemos es a quien consideramos el jefe de la banda, Francisco González Ledesma, y el resto no se enfada quizá porque los escritores de novela negra son más compañeros que otros escritores.

- ¿Por qué cree que entre ellos hay más compañerismo?

- Quizá porque compiten en un mercado más pequeño y no están tan presente en los medios de comunicación. Uno de los intentos de nuestra librería, con el club de lectura, es dejar constancia de la importancia de esta novela porque si hay una novela crítica, social y realista del siglo XXI  está va a estar pintada de novela negra, género que ha ido contaminando a otros géneros que, poco a poco, está logrando que salga del gueto y gane posiciones.

- ¿De dónde le viene su afición por este tipo de literatura?

- Son de esas cosas que nuca sabes exactamente por qué. En mi época de estudiante universitario no estaba bien visto que la leyeras porque se asociaba a novela escapista. Hay que recordar, de todas formas, que en aquellos años se vivían momentos muy duros y parecía que no era bueno perder el tiempo leyendo novela policíaca. Se estilaba más la novela del realismo socialista, unos peñazos que nos llegaban de la Unión Soviética. Contribuyó a que se la mirara de otra forma la irrupción de Manuel Vázquez Montalbán en el género. Montalbán se había convertido en un personaje muy importante de la izquierda y como poeta era bastante valorado. Cuando publica las primeras aventuras de Pepe Carvalho y alguien en la Universidad te preguntaba qué estabas leyendo y tú le respondías que una de Montalbán, los ortodoxos empezaban a mirarte de otra manera y aquello te servía como coartada. Lo mismo pasaba cuando te tropezabas con  intelectuales. De alguna manera, Vázquez Montalbán nos dio la coartada de leer novela policíaca. Años más tarde me hice librero y tuve la oportunidad de conocerlo personalmente.

- Al margen de la librería usted también es comisario de BC Negra. Encuentro que se une a la Semana Negra de Gijón y Getafe Negro, entre otros que se celebra en España. ¿No son demasiados?

- La Semana Negra de Gijón es una locura, una fiesta mayor, donde puedes comer chorizos, montar en la noria y al mismo tiempo compartir banco con escritores de la talla de Martin Cruz Smith. Lo de Gijón es irrepetible pero no podíamos quedarnos solo en Gijón. Italia, por ejemplo, cuenta con ocho festivales negros y nosotros pensamos aprovechar la excelente red de bibliotecas de Barcelona con vistas a celebrar un festival de novela negra en invierno. Febrero un mes tonto, que no genera tanta noticia cultural, así que así nació BC Negra con la ayuda de algunas editoriales y bibliotecas. Y ahí estamos, invitando a escritores y muy contentos porque en enero, que no suele caracterizarse por sus novedades editoriales, ahora sí pero con títulos de género negro.

- ¿No coincide BC Negra con el premio de novela RBA?

- El premio RBA se convoca en septiembre. El que sí coincide es el Premio de Biblioteca Breve Seix Barral, cuyo fallo se hace público el lunes después de haber concluido BC Negra.

- La novela negra en España parece que nace en Barcelona.
- Es pionera por la traducción que nos llega de las novela que se escribían entonces en Francia pero es que además Barcelona es una ciudad portuaria, con un barrio chino que es de los más importantes del Mediterráneo y está mescolanza, barrio chino, puerto, cercanía con la frontera francesa generó el caldo de cultivo. Después tuvimos la suerte de tener a Jaume Fuster y Manuel Vázquez Montalbán y de ahí surgió un mundo de lectores y autores de novela negra. En este momento (la entrevista se realizó en 2011) Barcelona tiene más protagonismo, con personaje como Petra Delicado y cuenta con más autores que Madrid.

-  ¿Cómo lector con que tipo de novelas de queda, con la del detective o el marginal como personaje protagonista?

- Como librero no tenemos apriorismo, respeto al lector y cuando alguien insulta a algún autor, le digo ojo porque el lector tiene derecho a tener su opinión y si te gusta Agatha Christie no leas a Jim Thompson. Me gustan mucho como personajes Carvalho, Méndez, Kostas Jaritos, Brunetti, que son como viejos amigos y les perdonas los errores que puedas encontrar en sus novelas. Me gusta la gente que ama el género y trata de romper y aportar cosas buenas. Una de las novelas más frescas que he leído últimamente es Tarde mal y nunca de Carlos Zanón porque se atreve a reflejar la Barcelona del barrio chino, la Diagonal y no hay detectives y transcurre en 24 horas. Algunos lo intentan pero les sale mal, a él le salió bien enfocándola desde el punto de vista los delincuentes.

- ¿Qué elementos le resultan más atractivos en este tipo de novelas?

- Puedo perdonar fallos siempre y cuando la atmósfera esté bien recreada aunque Paco Ignacio Taibo II dice que no se fía de mis gustos porque soy muy débil y me gusta todo, pero es que disfruto mucho con las cosas, no soy tan crítico como él. Me entusiasma que la trama me atrape y engañe, que el escritor ya que va a jugar con el lector, juegue bien la partida.

- Parece que la crítica seria ya no mira de reojo el género.

- Todavía le cuesta pero se van consiguiendo parcelas. Cuesta, pero van entrando.

- ¿Qué novelas recomendaría para iniciarse en la novela negra y criminal?

- Novelas no clásicas norteamericanas La neblina de ayer, de Leonardo Padura; Total Kheops, de Jean-Claude Izzo y cualquiera de Massimo Carlotto.

- ¿Y españoles?

-La playa de los ahogados, de Domingo Villar; Tarde, mal y nunca de Carlos Zanón y la última novela de Alexis Ravelo, Los tipos duras no leen poesía.

-  ¿Y clásicos?

- Para iniciarse hay que leer a Hammett, mejor La llave de cristal porque la mayoría ha visto la película El halcón maltés. También El largo adiós, de Raymond Chandler y 1280 almas de Jim Thompson.

Saludos, fundido en negro, desde este lado del ordenador

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