Un año de literatura en Canarias

Ha sido un año en el que no se han deslucido la iniciativas privadas que han apostado por esto de la literatura en todas sus acepciones, lo que incluye además de la edición el desarrollo de grandes encuentros literarios como el Festival Internacional de Literatura de Viajes, Periplo, que se desarrolla en el Puerto de la Cruz o el Festival Hispanoamericano de Escritores que se desarrolló en septiembre en Los Llanos de Aridane (La Palma).

El Día de las Letras canarias estuvo dedicado a Pino Ojeda y el Premio Canarias de Literatura lo recibió con justicia Ángel Sánchez Rivero (Gáldar, Gran Canarias, 1943).

Cabe destacar también la celebración de la Feria del Libro, que año tras año y con un presupuesto constreñido, no deja de sorprender pese a la carencia de recursos; el Festival Ñ, Tenerife Noir y la recuperación del Salón del Cómic.

Fue 2018 un año en el que nos dejaron escritores y artistas como María Belén Castro Morales, Francisco Tarajano, Orlando Alonso Suárez, Juan Hidalgo y María Orán, entre otros. También del cierre y de la apertura y del cierre del Círculo de Bellas Artes, en la capital tinerfeña y de la librería El Pa-So también en Santa Cruz de Tenerife aunque Ifara en el mismo centro urbano celebró su 50 aniversario y abrió en La Orotava, concretamente en el Centro Comercial El Trompo, la segunda librería Agapea con que cuenta la isla.

Por otro lado, la editorial canaria Baile del Sol recibió un homenaje en el marco del 40 Festival Iberoamericano de la Edición, la Poesía y las Artes que se celebra en Punta Umbría (Huelva).

El premio de poesía Pedro García Cabrera recayó en Alba Sabina por el poemario Zonas de incertidumbre mientras que Las horas muertas, de Antonio Arroyo Silva fue la obra ganadora del XXXVIII Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez.

Elsa López publicó en Hiperión el poemario Últimos poemas de amor y Melchor López Según la luz –donde reúne sus cuadernos de viaje escritos a lo largo de más de 22 años– y el poemario De vuelo.

Por otro lado, el cada vez más cuestionado Premio Benito Pérez Armas, que este año llegó a su 34 edición, lo obtuvo Antonio Daniel García Orellana por la novela Pestañas fucsias y Juan José Rastrollo el Miguel de Unamuno que concede el Cabildo de Fuerteventura por la novela Berlín-Barcelona Kabarett (colección Púrpura, Salto de página).

Informamos del hallazgo del segundo número de la revista Índice, dirigida por Domingo López Torres en los años treinta en TEA Tenerife Espacio de las Artes aunque la institución aún no lo ha hecho público, las cosas de TEA… como tan de TEA ha sido la polémica que ha rodeado el nombramiento de su nuevo director artístico, Gilberto González.

La sede de la Real Academia Española de Madrid acogió la presentación del Diccionario de toponimia de Canarias: Los guanchismos, de Maximiano Trapero y, por último, la Viceconsejería de Cultura editó dos nuevos libros del concurso Nuevas Escrituras Canarias, iniciativa que ni chicha ni limonada y que este año recibieron Natalia Toledo Mediavilla, con su novela La muerte de Alaia Parisi y Yeray Barroso con el poemario Ceremonia.

En cuanto a libros, y citando solo los recibidos nos encontramos con la publicación por primera vez en formato libro de La condición humana del insular (Azulia), de Domingo Pérez Minik y texto que apenas ha perdido su vigencia desde que fuera impartido en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna en 1968; Nelson Mandela: El camino a la libertad (Anaya), de Antonio Lozano, el primer tomo de las memorias de Juan José Armas Marcelo, Ni para el amor ni para el olvido (Renacimiento) y Primeras personas, de Juan Cruz (Alfaguara).

Sabas Martín publicó Un rumor de siglos, la biografía novelada de María de León Bello y Delgado, sor María de Jesús, la monja de El Sauzal popularmente conocida como la Siervita de Dios (Mercurio) y Luis León Barreto Los buenos negocios (Centro de la Cultura Popular Canaria), una historia que enmarca en el género negro y criminal.

Aunque editado en 2017, fue presentado este años Historia ilustrada del mundo (Pre-Textos) de Anelio Rodríguez Concepción

Mariano Gambín presentó una nueva novela Premonición y Alexis Ravelo El peor de los tiempos (2017) y Tres funerales paras Eladio Monroy, ambas en Alrevés y la última una reedición de la primera entrega de la saga que protagoniza Eladio Monroy. Siguiendo con el género policíaco, Javier Hernández Velázquez publicó Nunca bombardees Pearl Harbor (M.A.R); Carlos Cruz Todos los días son de Raquel (delMedio); Pascal Buniet Sombras en la meta (M.A.R), Christian Santana Pacheco (Mercurio) y Víctor Conde Fundido a blanco (Idea), así como las de ciencia ficción Imperio, crónicas del multiverso (Sportula) y Voces remotas en Albión (Cerbero).

El cineasta y escritor Elio Quiroga presentó, por otro lado, Entre los sueños (Ediciones B) y Juan Andrés Herrera El estrecho de los claveles (Libros Indie); Damián Marrero Real, Leyeron con las botas puestas (delMedio Ediciones); Paul Ydennek De vuelta al origen (Aguere/Idea) y Guillermo Alemán LaLaZ (Los 80 pasan factura).

Santiago Gil presentó La vida retratada (Ediciones Mercurio), que reúne artículos periodísticos y una recopilación de microrrelatos en La puerta de la jaula (Editorial Siete Islas). En esta misma editorial, Siete Islas, Manuel M. Almeida publicó El Manifiesto Ñ.

Brindo por el hombre más puro que conozco (Ediciones La Palma) reunió en un solo volumen libros ya conocidos de Nicolás Melini y Gerardo Pérez ofreció Amanecer en el ocaso y Pilar Escalona Aníbal y Elissa (Idea/Aguere).

Cecilia Domínguez Luis propuso Y tú serás el río (Diego Pun Ediciones), que puede considerarse como la primera parte de una obra anterior, Mientras maduran las naranjas, y ambientada en un Santa Cruz de Tenerife de principios del siglo XX, cuando la ciudad aún miraba al mar, y en un trepidante y surrealista París, Queda la broza (Canarias3puntocero) de Alfonso Delgado.

Otras novelas que nos llegaron a lo largo del 2018 fueron Las caricias que no me diste (Multiverso) de Elizabeth López Caballero, quien con Mercurio presentó Cuentos que cuentan y Volverás a Pasadena (Letrasylibros), de Antonio Lorenzo Gómez Charlín. Jesús Villanueva insistió en la novela histórica con Idus de Sangre (Almuzara).

En cuanto a relatos, recibimos Nunca más la noche (Baile del sol), de Juan R. Tramunt, y Antes de arrojarse al mar la señora Brown fue a misa (Baile del sol) de Yolanda Delgado.

Otros libros que nos llegaron fueron Las manos blancas (Editorial Siete Islas), Elisia, la de Arguamul, de Andrés Servando López (Idea) y Una isla a la deriva (Idea) de Juan Pablo Sánchez Vicedo, Andrés Servando López y Jorge Fonte, respectivamente.

Lugares donde encontrarnos
(Baile del sol), fue un atractivo experimento literario de Jorge Abrante Orta mientras José Miguel Molowny se decantó por la novela con Doce horas enlazados (Lacre),

Ángela Ramos y Cristi Cruz Reyes presentaron, ambas en Aguere/Idea La vida que nos queda y El dueño del barranco, respectivamente.

Wladimiro Pareja presentó también en Idea la novela Los valles de Bartolomé, así como Juan Francisco Santana Domínguez Toby y María Candelaria Pérez Galván Pájaros sin cielo en la misma editorial.

En cómic, historieta, colorines, chistes o tebeos nació una nueva colección que pretende quedarse y que bajo el sello Los archivos de la Fundación Cine + Cómics publica Historias olvidadas, de Eduardo González; El Turkan, del tándem Pedro Carballido y Alberto Hernández y Las aventuras del capitán Pío, Pío, de Pedro Carballido.

OTROS

En cuanto a libros de Historia y ensayo, llegó a nuestras manos el tercer volumen que recopila las fuentes documentales existentes sobre Amaro Pargo, un trabajo que coordinan Manuel de Paz y Daniel García Pulido y que publica Idea y los polémicos Bereberes contra Roma. Insurrecciones indígenas en el norte de África y el poblamiento de las Islas Canarias (LeCanarien), de Alicia García García y Antonio Tejera Gaspar e Identidad canaria (Ediciones Tamaimos) de A. José Farrujia de la Rosa.

Que lo aborigen continúa interesando a lectores de dentro y de fuera de las islas lo pone de manifiesto la tercera edición este año de Los aborígenes. Todo sobre Canarias (Centro de la Cultura Popular Canaria), de Juan Francisco Navarro Mederos.

LeCanarien publicó también Villa Cisneros, 1937: la gran evasión de los antifascistas canarios, una investigación del historiador José Manuel Hernández mientras que Ramiro Rivas García presentó en Laertes Y Franco salió de Tenerife y Manuel Hernández González en Idea el volumen Al margen de la Corona. La emigración del clero regular canario a América en la edad moderna.

En esta misma editorial, Idea, se publicó Lo que queda del guanche. Introducción a un diccionario de topónimos prehispánicos de Canarias, de Maximiano Trapero con la colaboración de Eladio Santana Martel y Francisco Sánchez Martínez La facultad de las estrellas (Centro de la Cultura Popular Canaria), de José Benjamín Martínez.

Un viaje libre y salvaje por las islas Canarias
(Azulia) fue una nueva apuesta por la literatura de viajes de José Luis González Ruano

Por otro lado, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) editó De cómo se ahuyentaba el silencio. Escritos de arte, de Nilo Palenzuela y se presentaron traducciones de El día eterno, de Georg Heym (Editorial Trotta), por Montserrat Armas Concepción; Recitativo o la educación del poeta, de James Merrill por Mario Domínguez Parra y La alta ruta, de Maurice Chappaz, por Rafael-José Díaz. Rafael-José Díaz tuvo un buen año literario con la publicación además de Dos o tres labios (Verbum), los diarios que escribió entre 1998 (cuando aún residía en Alemania) y 2006 (su último año en Gran Canaria antes de desplazarse a Madrid.

Por último, la editorial Escritura entre las nubes publicó en 2018 un amplio catálogo que incluye Ciento cinco y más palabras con vida, de Aurelio J. Fernández García; Cumar limón y fría, de Isabel Afonso Peraza; Desvestidas, de Helena Ramos Rodríguez y Dolores Rodríguez Gutiérrez; Durante el petricor, de Héctor José Rodríguez Riverol y En clave de fa, de Paco Alcaraz.

Presentó, también, Las campanas de Mateo, de  Demaró (Rafael Cañadillas Jaraba); Las horas de tu silencio, de Lázara Tania Linares Ramos y Tania Ramos Morales; Luces en la oscuridad, de Ángel Nazco; Luna, ¿dónde está el amor?, de Charan Mirpuri; Mar de cenizas, de Ana Isabel Brito Alemán y Nubes de relatos 1. Relatos del taller de Escritura entre las nubes, de varios autores.

Esta editorial publicó además Optimist Nautilus. II. La misteriosa isla perdida, de Antonio José Arderíus Baca-Balboa; Pasajeros del tiempo, de Elena Villamandos; Relatos de bata blanca, de Mercedes Rodríguez del Palacio; Soñando palabras, de Inma Velázquez; Sur & Norte, de Fabio Carreiro Lago; Último vuelo hacia el ocaso, de Domingo Batista Marrero; Verodes, de Félix Díaz González y Versprechen der Wiederkehr / Promesa de retorno, de Erika Kronabitter.

¿POR QUÉ ESTOS TÍTULOS?

Se han seleccionado, como en años anteriores, algunos de los títulos que más nos convencieron de los leídos de entre la copiosa producción literaria que se escribió y se editó dentro y fuera de Canarias en 2018.

Una advertencia, estos comentarios solo pretenden servir de orientación sobre una serie de novelas y cuentos que, a nuestro juicio, merecen la pena tener en cuenta para hacerse una idea del panorama literario que se produce con cierto acento de aquí.

Este año en vez de diez se ha escogido 13 novelas a las que se añade aparte, otros libros como son de memorias, cuentos y biografía por el interés que nos han suscitado durante su lectura.

Las recomendaciones dejan de lado otras novelas por franco desconocimiento o porque no se tuvo tiempo literal para sumergirse en ellas. Sobre todo muchos de los títulos que se han publicado en los dos últimos meses del año.

De esta forma, en la presente lista solo se comentan los libros publicados en 2018 y, ocasionalmente, alguno editado en 2017 porque se reseñó este año que se nos va como, por ejemplo, Historia ilustrada del mundo, de Anelio Rodríguez Concepción porque se trata de uno de los mejores libros que hemos disfrutado en los últimos tiempos. Y que se trate de un autor canario que escribe sobre nuestras cosas, le añade más mérito a una obra que no dejará indiferente a nadie.

Historia ilustrada del mundo (Pre-Textos), Anelio Rodríguez Concepción.- Porque pese a que se trata de un libro de ¿recuerdos?, ¿memoria? editado en 2017, circuló como novedad en 2018 secuestrando el corazón de los lectores que lo leyeron y de los que lo leerán. Retratos familiares, la familia del escritor termina por ser también la nuestra lo que evidencia que más que individuos somos parte de un todo que algunos llamamos especie. Especie humana.

LaLaZ (Fatiga Books), Guillermo Alemán.- Porque se trata de una de las últimas sorpresas de este año que termina y porque propone una sátira sobre la realidad canaria en un ambiente postapocalíptico protagonizado por personajes que son caricaturas que parecen estar inspiradas en la realidad. Muy interesante además la reflexión que vierte sobre dos ciudades tinerfeñas condenadas a entenderse: La Laguna y Santa Cruz de Tenerife.

El estrecho de los claveles (Libros Indie), Juan Andrés Herrera.- Porque cuenta una historia que protagonizan seres de carne y hueso que conmueve al lector. Drama escrito con agradecidas gotas de ironía, el autor del libro nos anima a meternos en la cabeza de un aspirante a asesino o no… Todo esto en un archipiélago canario que cuenta con una octava o ¿será novena isla? llamada La Marquesa.

Queda la broza (Canarias 3 punto cero), Alfonso Delgado.- porque cuenta una historia ambientada en un creíble Santa Cruz de Tenerife de la primera mitad del siglo XX con sorprendente realismo, capital de provincias en la que actúan una serie de personajes con sabor a clásicos en una historia que cuenta, como todas las buenas historias, una historia de amor.

Fundido a blanco (Ediciones Idea), Víctor Conde.- porque se trata de un buen policíaco que bracea también por las procelosas aguas de la novela de misterio. La acción se desarrolla en los años sesenta en Roma, concretamente en los estudio cinematográficos de Cinecittà, donde se mueve una galería de personajes que no disfrazan su homenaje a la novela de género negro: guionista con pintas de perdedor, detective privado, una belleza de actriz en peligro…

Todos los días son de Raquel (delMedio), Carlos Cruz.- porque se trata de una entretenida novela con tintes policíacos que sirve a su autor para denunciar un caso que se inspira en un hecho real hoy perdido en nuestra memoria: el hundimiento de un barco fuera de las aguas del puerto de Las Palmas de Gran Canaria. La investigación periodística que emprende la protagonista intenta esclarecer las razones del hundimiento en alta mar, mientras saca a la luz las miserias y corruptelas de una capital de provincias a las que baña las turbias aguas del océano Atlántico.

Amanecer en el ocaso (Verbum), Gerardo Pérez Sánchez.- porque se trata de un vibrante thriller de acción que combina también claves de la novela policíaca, lo que implica cierto entusiasmo crítico con la realidad que describe. La acción se dispara a raíz de la desaparición de la hija de un importante cargo del gobierno español.

Y tú serás el río (Diego Pun Ediciones), Cecilia Domínguez Luis.- porque se entiende como primera parte de una de las mejores novela de su autora, Mientras maduras las naranjas, aunque se puede leer independientemente de ésta. El relato se desarrolla a finales del XIX y se extiende hasta la segunda década del XX en una isla, Tenerife, que no puede vivir, aunque lo quiera, de espaldas a al mundo.

Un rumor de siglos (Mercurio editorial), Sabas Martìn.- porque propone una novela que mezcla con brillantez ironía con retrato personal, en este caso la falsa autobiografía de María de León Bello y Delgado, sor María de Jesús, la monja de El Sauzal popularmente conocida como la Siervita de Dios.

Nunca bombardees Pearl Harbor (M.A.R. Editor), porque supone el regreso de uno de los detectives privados más psicotrónicos de la novela negra y criminal que se escribe en España, Mat Fernández, quien ahora reparte justicia entre Tenerife y Barcelona al mismo tiempo que reabre las heridas que arrastra de novelas anteriores en su obsesiva búsqueda de un celuloide perdido de una película del maestro Leone, Sergio Leone.

Premonición (Oristán y Gociano), Mariano Gambín.- porque se trata de una nueva entrega de la serie Ira Dei y porque Mariano Gambín no engaña ni defrauda a sus seguidores con un relato de misterio que, en esta ocasión, sale del escenario lagunero y santacrucero para desperdigarse por Río de Janeiro, París y Venecia.



Sombras en la meta
(M.A.R. Editor), Pascal Buniet.- porque se trata de una convincente novela con tintes policíacos ambientada en el sur de la isla de Tenerife, una geografía que conoce muy bien Pascal Buniet, francés de nacimiento pero canario de adopción.

Leyeron con las botas puestas (delMedio), Damián Marrero Real.- porque propone en clave de distopía futurista un mundo en el que está prohibido la lectura aunque como sucede en ese gran clásico que es Farenhei 451 de Ray Bradbury existe un pequeño grupo de resistentes capaces de entregar su vida por leer.

OTROS

No se tratan de novelas sino de cuentos, memorias y biografías de personajes legendarios que, a nuestro juicio, destacaron como formidables novedades en este año que se acaba.

Cuentos

Antes de arrojarse al mar, la señora Brown fue a misa (Baile del sol, colección: Sitio de fuego), Yolanda Delgado Batista.- porque la autora reúne un puñado de cuentos que saben conmover incluso al lector que presuma de tener un corazón de piedra. Se aprecia, además, que la escritora sabe moverse muy bien por el territorio del relato corto, dejando historias para todos los gustos, tanteando vivencias variadas con la complejidad de una curtida narradora.

Nunca más la noche (Baile del sol, colección: Sitio de fuego), Juan. R. Tramunt.- porque es otra fabulosa colección de relatos que presenta la editorial Baile del sol y que firma, en esta ocasión, Juan R, Tramunt, escritor que se mueve muy bien en el género fantástico, algunas de cuyas pequeñas muestras deja diseminadas en este compacto volumen.

Memoria

Ni para el amor ni para el olvido (Renacimiento), J.J. Armas Marcelo.- porque se trata de la primera y esperadísima entrega de las memorias de un escritor que descoloca y que no tiene pelos en la lengua a la hora de ensalzar como denostar a algunos de los personajes que conforman la farándula literaria nacional e hispanoamericana sin olvidar la canaria. Son, de todas formas, tandas de recuerdo no tan agresivos como pudiera pensar quien lleva siguiendo a este escritor y periodista hace años, aunque sí que da algún que otro mordico para no perder colmillo.


Primeras personas
(Alfaguara), Juan Cruz.- Retratos de un escritor y periodista sobre literatos españoles y extranjeros. Personalmente, no me agradan algunos de los que propone en estos perfiles aunque casi siempre es un disfrute leer sus impresiones personales sobre, entre otros, Orhan Pamuk, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Félix Francisco Casanova y José Saramago.

Biografías

Nelson Mandela. El camino a la libertad (Anaya).- Antonio Lozano.- Porque se trata de una biografía sobre el líder y pensador sudafricano escrita para los más jóvenes pero que llega también a los adultos por la sencillez y la contundencia de la prosa de su autor, Antonio Lozano, quien cuenta la vida y la obra de un hombre ejemplar que con su gesto fue capaz de hacer la revolución en Sudáfrica.

Rescate

La condición humana del insularr (Azulia), Domingo Pérez Minik.- porque se trata de la primera publicación como librito de la célebre conferencia que en 1968 impartió ese gran humanista canario que fue Domingo Pérez Minik en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna y texto en el que reflexiona, como ya anuncia el título, en torno al hecho de nacer y vivir en islas, territorios rodeados de agua, microcosmo continental que forja el carácter de sus nativos.

Saludos, tengan todos ustedes un feliz 2019, desde este lado del ordenador

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