Hace 120 años y tal día como hoy: Borges

Que suenen las campanas, que bailemos todos al compás de su melodía atronadora porque tal dìa como hoy , y hace ya 120 años, nació Dios, o lo más cerca de Dios que conozco desde que vine al mundo, sabe bien ese mismo Dios que de eso hace ya mucho, muchísismos años…

Hermanos y hermanas, rendid homenaje a Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899-Ginebra, 14 de junio de 1986), el hombre mitad humano, mitad dios que resumía en cuantro páginas la complejidad de nuestro mundo y el de otros, otros y otros tantos mundos…

… El hombre que escribió y que encontró refugio en los libros de otros. El que acarició el infinito y lo redujo a una palabra, el que luchó contra tigres que aparecían y desaparecían en las paredes. El que nos enseñó que la Historia universal de la infamia es la de todos nosotros. Ficciones escritas en un libro de arena, segùn recoge el informe elaborado por Brodie.. El Aleph de una literatura, la escrita en español, que dejó su huella para siempre en estas letras.

El poeta de Buenos Aires, nuestro Homero del cono sur cuando todo parecía perdido. El hombre, en definitiva, que imaginó el paraíso “como una inmensa biblioteca”.

Saludos, load, load, load, desde este lado del ordenador

One Response to “Hace 120 años y tal día como hoy: Borges”

  1. gaviero Says:

    EDUARDO, BUEN DIA. EN EL HOMENAJE AL ESCRITOR, QUE MUCHOS ” PAPANATAS CULTURALES” CITAN, SIN LEERLO, UN POEMA :
    Jorge Luis Borges
    Los justos
    Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
    El que agradece que en la tierra haya música.
    
El que descubre con placer una etimología.
    Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
    El ceramista que premedita un color y una forma.
    Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
    Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
    El que acaricia a un animal dormido.
    El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
    El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
    El que prefiere que los otros tengan razón.
    Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.


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