La reina sin corona de América

Alonso Cueto es un escritor al que sigo la pista desde hace unos años. He leído varias de sus novelas y lo resultados una vez que las finalizó suelen ser más o menos los mismos: merece la pena sumergirse en el universo de un narrador que tiene la virtud de contar historias complejas con una sencillez que desconcierta y se agradece. Y no es nada fácil conseguirlo y mucho menos atreverse a hacerlo.

La Perricholi. La reina de Lima (Literatura Random House, 2019) cuenta la vida y obra de Micaela Villegas, a la que se conoce popularmente con el apodo con el que se titula la obra y sirve además de para adentrarse en el corazón de una mujer demasiada adelantada a su tiempo, para transportar al lector a la ciudad de Lima de finales del siglo XVIII, capital del virreinato del Perú bajo el dominio español.

Cantante, actriz y empresaria, Micaela Villegas ha pasado a la historia por su relación sentimental con el virrey Manuel de Amat y Junyent, quien le doblaba la edad y con el que protagonizó una relación que la llevó a enfrentarse con las grandes fortunas limeñas de aquel entonces.

Alonso Cueto escribe una novela biográfica en la que reivindica el espíritu de Micaela Villegas frente a la provinciana sociedad que le tocó vivir. Una sociedad dividida entre ricos que pertenecen a una nobleza que nunca la aceptó y que no descansó en desprestigiarla, y el pueblo que la amó y la odió al mismo tiempo.

Dañada por ambos frente, la Perricholi supo capear la tormenta convirtiéndose en empresaria mientras mantenía relaciones con otros hombres. Hombre todos ellos, y se incluye al virrey, que nunca estuvieron a su misma altura. A su manera de entender las cosas. A su visión de futuro.

La novela narra el proceso de transformación de su protagonista y explica cómo pudo ante las adversidades criar a una familia en unos tiempos donde se pensaba que las mujeres no valían para eso. El libro resalta el lado sexual pero también maternal de la Perricholi y sigue su historia sin ocultar las grandezas y miserias de su protagonista.

La novela cuenta con otro gran protagonista, protagonista que no es el virrey –esta es una novela sobre la Perricholi– sino Lima, la ciudad que tanto amo la actriz y empresaria y que Alonso Cuesto describe con creíble verismo cómo tuvo que ser durante aquellos años.

En la novela, Lima además de ser la capital del virreinato es la Perricholi y la Perricholi es Lima. Las dos caras de una misma moneda a la que el escritor recurre para narrar cómo afectaron aquellos tiempos tan cambiante la fisionomía de la ciudad y la personalidad de la protagonista. Una mujer de extraordinaria inteligencia y belleza en unos tiempos donde solo contaban los hombres.

El relato se desarrolla en un periodo de tiempo significativo para España y la América de aquel entonces. La primera parte transcurre en una ciudad que el virrey moderniza, transforma físicamente aunque no haga lo mismo ni con su corazón ni con el de las élites que lo rodean.

En el último tramo, Alonso Cueto sitúa al lector a principios del siglo XIX, años en los que comienzan a soplar vientos que exigen independencia y que presagian la libertad del Perú como de sus repúblicas hermanas del dominio español.

La Perricholi, como el país, cambia también de actitud como su manera de observar el mundo sin que mude su amor a una ciudad, Lima, que nunca quiso abandonar. En este aspecto y con justicia, encaja el subtítulo de la novela, Reina de Lima ya que tal y como escribe Alonso Cueto, si alguien debe llevar esa corona fue y es la Perricholi.

La novela narra y describe hechos y se aprecia que el autor quiso en todo momento ser riguroso con la Historia y con su historia: la de una mujer entregada a su sueño, una especie de Escarlata O’Hara pero sin los caprichos de la malcriada niña bien que se describen en la novela y la película norteamericana del mismo título. La Perricholi además de ser una superviviente fue una actriz. Una mujer por lo tanto que se pudo valer por sí misma hasta conocer al señor absoluto de la América española de aquellos días.

La relación amorosa entre la joven y el virrey que le dobla la edad suscitó escándalos en su momento cómo lo hace hoy día lo que pone de manifiesto que no hemos madurado como sociedad aunque Alonso Cueto dice que en esta relación hubo algo parecido al amor.

Se agradece que el autor no caiga en la hagiografía al presentar a su personaje con sus luces y sombras y, pese a que se nota que el escritor, por mucha distancia que pretenda mantener, está de su lado, se agradece también las contradicciones con que la representa. Que en unos momentos parezca una heroína en su lucha contra el mundo y en otro un personaje odioso, más cercano en su forma de actuar al de la opulenta sociedad limeña que tanto ha hizo para hundirla como mujer y como persona.

En esta novela se reúnen algunas de las características que forma el universo literario de Alonso Cueto. Entre otros, el protagonismo de las mujeres por encima de los personaje masculinos y una ciudad, la ciudad de Lima, que es territorio principal, la geografía en la que el escritor desarrolla sus libros.

Saludos, a leer que son dos días, desde este lado del ordenador

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