La paciencia del peregrino, una novela de Daniel Pérez Estévez

Antes de que estallara con toda su virulencia el Covid-19 se publicó en las islas y en la misma editorial (Ediciones Idea) dos novelas de temática parecida: El águila de San Juan y La paciencia del peregrino, de Francisco Estupiñán y Daniel Pérez Estévez, respectivamente. No sé sabe muy bien, pero probablemente por despiste del sello editor la portada de ambos volúmenes reproduce la misma imagen: la de unos pilotos de la Royal Air Force (RAF) estudiando un mapa de la isla de Gran Canaria. Se trata de una fotografía escasamente conocida de la II Guerra Mundial, y llama poderosamente la atención porque en ella se ilustran posibles ataques aéreos de la aviación británica que servirían de anticipo a un desembarco que, finalmente no se realizó.

La novela de Francisco Estupiñán, que ya comentamos en estas mismas páginas, ampliaba su radio de acción no solo a la presencia de las islas en aquel conflicto bélico sino también a los primeros días de la Guerra Civil en Canarias, capítulo en el que ofrecía una buena descripción de la marcha de Carmen Polo de Franco de Gran Canaria; de la Guerra Civil en territorio peninsular, donde el protagonista, marino mercante profesional, pasaba a formar parte del aparato de propaganda nacional y durante la II Guerra Mundial, en la que juega un importante papel en la no intervención de España en el conflicto gracias a su anglofilia y a su pasado (ahora celosamente oculto) de masón.

El libro de Daniel Pérez Estévez se ocupa también de Canarias pero durante los años 1940 y 1941, salvo un breve paréntesis al comienzo y al final del libro que el autor data en 1959. Con estos elemento, se estructura una novela de espionaje que tiene como escenario los paisajes de la isla de Gran Canaria, espacio en el que su protagonista, Miguel Miranda, actúa de agente secreto para la Gran Bretaña.

En la novela se explica la importancia que tuvo el archipiélago en aquellos años de sangre, sudor y lágrimas y se describe los preparativos de invasión que tanto británicos como alemanes estudiaron para tomar unas islas que, estratégicamente, podían haber tenido una gran importancia en el teatro de operaciones de ambas potencias.

Los británicos diseñaron para ello diferentes planes, el más conocido de ellos bajo el nombre de Operación Pilgrim, Peregrino. La Alemania nazi contó también con un plan de respuesta que, con la denominación de Félix, intentó adueñarse de Canarias con el visto bueno franquista. Visto bueno que nunca llegó a confirmarse sobre todo tras la reunión que el dictador nazi mantuvo con el dictador español en Hendaya.

La paciencia del peregrino está escrita más como novela de aventuras que como novela de espías de todas formas. No se preocupa, como sí se preocupó El águila de San Juan, en el juego político que se libró en Canarias aquellos años pero se deja leer no solo por la información que el escritor facilita al lector sino porque lo que tiene que contar se cuenta en sus más que apretadas doscientas y pico páginas. Páginas en las que personajes reales se mezclan con ficticios, resultado de la imaginación de Pérez Estévez, quien es doctor en Economía y director de la Sociedad Científica El Museo Canario.

La paciencia del peregrino comienza a finales de los años cincuenta con el arribo a Gran Canaria del yate de Aristóteles S. Onassis en el que viaja como invitado de honor sir Winston Churchill, quien fuera el premier británico durante la II Guerra Mundial y el hombre que fue capaz de unir a toda una nación para detener el avance nazi, avance que los primeros años de la guerra parecía imparable hasta la derrota del invencible ejército alemán en el frente ruso.

La novela, que pronto adquiere un tono más próximo al de los relatos de Falcó, de Arturo Pérez Reverte que a las novelas de espías de Eric Ambler, el maestro indiscutible del género de la sospecha y la traición, incluye los ingredientes necesarios para disfrute de cualquier seguidor de historias basadas en hechos reales aunque como se dijo, a Daniel Pérez Estévez le interesa más la aventura y el romance que distingue este tipo de literatura que el propio trabajo de espionaje, que lo hay y mucho. Prevalece, de todas maneras, el sentido de la aventura, una aventura que se desarrolla en escenarios que serán reconocibles para los que conozcan la isla de Gran Canarias ya que una de las misiones que debe realizar su protagonista es la de desarticular la red de abastecimiento de la flota alemana en el Puerto de la Luz.

Paralelamente, la novela cuenta la historia de amor que nace entre Miguel Miranda con una mujer que puede desbaratar la misión que se le ha asignado, aunque cuenta con el apoyo de su jefe de operaciones, un escocés de nombre Gabriel North, que hará todo lo posible para que su pupilo no cometa los mismos errores que él cometió en el pasado.

La paciencia del peregrino es una novela de fácil lectura que se desarrolla en distintos espacios geográficos (la capital grancanaria, Londres, Berlín, Madrid…) y no ahorra en acciones, lo que da mucha agilidad a su lectura. No se distingue, sin embargo, por un consistente perfil psicológico de personajes ya que apuesta más por los estereotipos, sobre todo los inspirados por Ian Fleming en su serie de novelas de James Bond, pero como producto ligero es muy recomendable para pasar el rato estos días de amenaza invisible, de confinamiento en el hogar, de guerra global a un virus que no tiene, mucho me temo, la paciencia del peregrino.

Saludos, gracias por estar al otro lado, desde este lado del ordenador

2 Responses to “La paciencia del peregrino, una novela de Daniel Pérez Estévez”

  1. Clsna Says:

    Felicidades por el blog! Me he leido el libro por tu texto y la verdad es que me ha gustado mucho. Gracias!

  2. Francisco Says:

    Qué le vamos a hacer

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