Antonio Escohotado, un rebelde con causa

Tuve la suerte de entrevista al filósofo Antonio Escohotado Espinosa (Madrid, 5 de julio de 1941 – Ibiza, 21 de noviembre de 2021) en dos ocasiones. La primera porque vino a Tenerife para impartir una conferencia y me empeñé en entrevistarlo porque Escohotado fue para la generación a la que pertenezco una especie de faro, de referencia por la polémica que suscitaban sus libros, sobre todo su Historia general de las drogas (tres volúmenes) y aquel otro que escribió sobre la prostitución.

Recuerdo que lo llamé por teléfono al hotel en el que se hospedaba y que desde recepción me pasaron a su habitación. Tras sonar varias veces, al final cogió el aparato el profesor quien preguntó con voz adormilada quién era. Le dije mi nombre y el propósito de mi llamada y tras unos segundos de silencio susurró algo así como “Eduardo García Rojas, mereces morir”, ¿cómo?, tartamudeé al otro lado de la línea telefónica, “que mereces morir” repitió lo que parecía estar convirtiéndose en otra de esas ejecuciones al amanecer a la que estoy tan acostumbrado (ya les cuento un día de estos la última, hace apenas unas semanas).

¿Por qué merezco morir, señor Escohotado?, musité con acento de trágame tierra. “Porque me has despertado de la siesta”, contestó el tipo. Respondí con silencio, un silencio temeroso que, pienso ahora, entendió el escritor y filósofo porque me recomendó que me diera una vuelta por donde iba a dar la conferencia (la casa Elder, en la capital tinerfeña) y ya vería cuando terminara de dictarla si me atendía.

Tragué lentamente saliva y ambos cortamos la comunicación.

El caso es que sí me atendió al finalizar la conferencia y que le debí de caer simpático porque la segunda ocasión en la que visitó Tenerife quedé con él para volverlo a entrevistar. Esta vez en el hotel Mencey.

Escohotado estaba por esta tierra abandonada de la mano de los dioses para rodar el anuncio de una campaña contra las drogas. A los que la idearon les pareció original que alguien que se pasó toda la vida luchando por la liberación de estas sustancias fuera precisamente el protagonista de un spot que pretendía vender todo lo contrario. Al final no sé lo que pasó con el anuncio pero sí recuerdo aquella entrevista como una de las mejores de mi vida.

El escritor y filósofo recordaba nuestro primer encuentro y me permitió que abusara de su tiempo lo que quisiera. Tanto era el entusiasmo que me recomendó varios libros, uno de ellos fundamental, me dijo, para explicar su transformación ideológica. Es decir, que paulatinamente dejaba el chicle del materialismo histórico y otras zarandajas de las izquierdas para pasarse al liberalismo. Años después publicaría su fundamental Los enemigos del comercio (tres volúmenes), una metamorfosis que no me cogió de sorpresa porque ya me la había anunciado en aquel diálogo que, si no me equivoco, se publicó en Diario de Avisos. La primera entrevista, la del “mereces morir”, fue en El Día.

Escribo todo esto porque me entero que hoy ha muerto el profesor, el filósofo, el hombre que se empeñó en decirnos que hay que tener mucho cuidado cuando por consenso decimos NO. Solía seguirlo por YouTube, antológica la entrevista en la que prácticamente deja sin argumentos a Pablo Iglesias, que dirigía y presentaba entonces el programa Otra vuelta de tuerka, y de vez en cuando leía algunos de sus libros.

Muere así un tipo que, personalmente, me cayó siempre muy bien y que me influenció a su manera como influenció a casi toda la generación a la que pertenezco. Solo espero que haya muerto en paz y sin dolor. En una de las dos entrevistas que tuvo conmigo me dijo que más que temor a la muerte lo que temía era sufrir, y que sufrir solo se sufre estando vivo. Me dijo entonces que si podía evitar el dolor atiborrado de drogas, bienvenida fueran a su organismo.

No sé si se despidió de esta valle de lágrimas colocado pero fuera así o no, solo puedo decir que fue un honor entrevistarlo, conocerlo, que influenciara en un periodista algo atrevido de provincias que tuvo el inmenso honor de conocerlo. A Antonio Escohotado, al escritor, al filósofo y también al rebelde con causa.

Saludos, muy apenados, desde esta lado del ordenador

2 Responses to “Antonio Escohotado, un rebelde con causa”

  1. Kunoichi Says:

    Como siempre, es un placer leer lo que escribe. Saludos desde Kingston, Ontario, Canada.

  2. admin Says:

    Muchas gracias por sus generosas palabras

Escribe una respuesta