Tenerife Noir celebra su VII edición del 28 de marzo al 10 de abril recordando a Pepe Carvalho y el legendario mediometraje La Cabina

El Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir celebra su séptima edición del 28 de marzo al 10 de abril próximos con actividades culturales que se desarrollan en Santa Cruz de Tenerife y académicas, en La Laguna, con la sexta edición del Seminario Internacional Tenerife Noir de Investigación en el Género Negro de la Universidad de La Laguna (ULL), que tendrá lugar del 28 al 30 de marzo.

La de este año es una edición muy rica y diversa, en la que dos de sus platos fuertes tienen carácter conmemorativo. Tenerife Noir celebra los 50 años de la creación de Pepe Carvalho, al coincidir este año con el aniversario de la publicación de la primera novela protagonizada por el singular detective creado por el escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán, Yo maté a Kennedy (1972). Asimismo, el festival celebra también el 50 aniversario del mediometraje La cabina, de Antonio Mercero, y la brillante y angustiosa actuación de su actor protagonista, José Luis López Vázquez.

El foco que pone Tenerife Noir en estos dos hitos culturales de la España del tardofranquismo son elementos clave en la imagen del festival en 2022, elaborada por la Agencia Moio, y constituida por una serie de carteles diversos –uno para cada una de las múltiples secciones de este encuentro anual en torno al género negro–. Los carteles están creados con viñetas a modo de cómic en el que lo que se lee no es una historia continua, sino los eslabones que definen parte destacada del contenido del festival.

La imagen de este año utiliza colores planos –negro, rojo y una tonalidad muy suave del amarillo– en el que, en un juego de viñetas, se introducen imágenes representativas de Pepe Carvalho, que, por no contar con una figura icónica reconocible va también acompañado de un plato de sardinas, representativo de la inclinación gastronómica del personaje, al que se le ofrece una receta que podría haber degustado en cualquier guachinche o tasca chicharrera y que sería también del gusto del gato que ya es un acompañante fiel de la iconografía de Tenerife Noir y del imaginario del género negrocriminal.

Junto a estos símbolos, la torre de la plaza de España remite a la capital tinerfeña, sede del encuentro cultural, y a la época franquista en la que surgieron los dos fenómenos culturales celebrados, un periodo de tiempo tan amplio que aparece acotado con el modelo de coche que atraviesa la ciudad en la noche, donde, bajo una farola, reluce vacía y amenazante una cabina telefónica solo inocente en apariencia.

Tenerife Noir afronta su séptima edición con la alegría de la vuelta paulatina a la normalidad tras los dos años de excepcionalidad provocada por la pandemia. Estos cambios se manifiestan en el retorno al mes de marzo para su celebración y en el esperado reencuentro presencial sin grandes limitaciones con el público.

El programa vuelve a ofrecer una agenda estructurada en tres ejes: social, académico y cultural. El festival está dirigido y coordinado a través de su Sindicato, que reúne a las cabezas directoras que hacen posible Tenerife Noir, una gran familia de especialistas y apasionados por el género negrocriminal, que cada mes de marzo se dan cita para tramar y destramar un programa completo de actividades del noir más intenso.

Saludos, bravo, desde este lado del ordenador

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