Ella entró por la ventana del baño, una novela de Elmer Mendoza

“Si no me reúno contigo me matan ellos; así que lo único que hago es elegir a mi verdugo y, como bien dijiste, evitamos el derramamiento de sangre; además, como lo acabas de señalar, tú me pusiste aquí”.

(Ella entró por la ventana del baño, Elmer Mendoza. Colección: Narrativa Hispánica, Alfaguara, 2022)

Protagonista hasta el momento de seis novelas, Edgar El Zurdo Mendieta es una de las creaciones más notables del escritor mexicano Elmer Mendoza, quien acaba de publicar con Ella entró por la ventana del baño, una nueva entrega de este policía que se mueve como pez en el agua en las turbulentas y oscuras aguas del narcotráfico que agitan su país y el mundo por extensión.

La sexta novela de El Zurdo Mendieta vuelve entonces a presentarnos a tan peculiar policía intentando mantener el orden entre tanto chalado que ama las armas de fuego, aunque como en toda novela policíaca que se precie, la trama se complica con otros casos en los que debe de indagar nuestro protagonista.

En esta ocasión, el detective debe de enfrentarse a un poderoso narcotraficante que perteneció en el pasado al ejército mexicano y a un hombre de edad que busca a una mujer que hace años entró por la ventana del baño de su casa. La mujer con la que este caballero con canas mantiene una tórrida relación se parece a la actriz Milla Jojovich, a la que pudimos ver en El quinto elemento y en la franquicia Resident Evil.

Por cuestiones que no vamos a explicar con la esperanza de que la resuelven leyendo esta novela, el militar que ha hecho carrera en el mundo del narcotráfico se la tiene jurada a El Zurdo, por lo que financiará a un grupo de sicarios para que asesinen a El Zurdo y a los que colaboran con él. Esto provocará una guerra callejera y que Mendieta solicite la ayuda de una vieja conocida en este fascinante y violento universo literario, Samantha Valdés, la jefa del cártel del Pacífico y amiga del policía si conocen las novelas anteriores de la serie.

Estilísticamente, la novela mantiene la misma dinámica que las anteriores. Es decir, que exige un poco de esfuerzo al lector para adentrarse en la historia no porque ésta resulta demasiado compleja sino por la forma en cómo la escribe Elmer Mendoza, un escritor muy influenciado por las literaturas que lo han forjado como lector, e influencias que ha intentado trasladar en sus novelas.

En cuanto al nudo que proponen las historias que se reúnen en este libro, éstas no pueden resultar más sencillas aunque estas novelas, como otras del escritor que no pertenecen al universo de El Zurdo, es una marca de la casa, un sello autoral con el que Mendoza “firma” sus libros. Libros que son por otra parte cien por cien personales. Esta característica es uno de los elementos que define la producción literaria de un escritor que además de estar considerado como el padre de la narcoliteratura, ha logrado ubicar en el mapa la región del nordeste, que es donde habita y que sigue siendo una de las zonas más castigadas por el narcotráfico en México.

El lenguaje en el que está escrita la novela, como las anteriores y como la mayoría que forman parte de la bibliografía de Elmer Mendoza, está trufado con palabras que pertenecen al dialecto de esta parte del país centroamericano. Pero que no llame a engaño porque el escritor tiene la facultad de que lectores de otras latitudes como es nuestro caso, entendamos perfectamente las expresiones con las que salpica la historia. Y no es una tarea fácil, ya que además del esfuerzo que significa lograr lo que en un primer momento parecía poco posible, y es entender sin necesidad de glosario a qué se refieren esas palabras, parece que esas mismas palabras forman parte ya de nuestro vocabulario.

Ella entró por la ventana del baño reúne otros elementos que forman parte del universo literario de El Zurdo Mendieta, como son sus compañeros de comisaría, los amigos que tiene en las calles además de Samantha Valdés. Otro elemento recurrente es la música, y música hay mucha también en esta novela. De hecho, el título mismo hace referencia a una popular canción de The Beatles.

Las novelas que Elmer Mendoza ha dedicado a Edgar El Zurdo Mendieta ocupan un espacio muy privilegiado en el género negro escrito en español. Y todo eso gracias a que conserva y explota una señas de identidad que aproximan una literatura con intereses no solo en denunciar la corrupción y la violencia que el narcotráfico ha generado en sus país, sino también en cómo afecta esta guerra a una sociedad que ha aprendido a convivir resignadamente con ella.

Entre los atractivos que definen la obra de Mendoza se encuentra una mirada que pasea por una realidad con la que mantiene una distancia que puede descolocar al lector que busque lecciones morales pero no a aquel que entiende que no existen buenos ni malos sino malos que a veces son buenos y buenos que a veces son malos. En esta variedad de grises es donde sobresale un escritor al que algunos ya consideran un clásico.

Saludos, un placer conocer al escritor Elmer Mendoza, desde este lado del ordenador

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