El que calla otorga (un ejercicio de memoria histórica)

Tuve un rapto de lucidez y pensé que si la Viceconsejería de Cultura a través de su Instituto Canario de (sub)Desarrollo Cultural no ha dicho nada acerca de la suspensión de la exhibición de los trabajos que formaban parte del Catálogo Canarias en Corto 2021 y 2022 es porque todavía tiene esperanza de que alguna de estas películas gane un concurso, aunque sea solo uno, en cualquiera de los festivales a donde llegan cuando los envían.

Es verdad que de momento nada de nada, pero la esperanza me mantiene porque la calidad de estas películas debe de tener una magnitud tan colosal que solo explica el silencio administrativo con el que el departamento de audiovisuales de IC(s)DC lleva el asunto. El asunto de los catálogos que, como recordarán, queridos nietos y nietas, queridas sobrinas y sobrinos, son los correspondientes a 2021 y 2022.

Trabajos, por otra parte, que solo han podido ver los familiares y amigos de quienes los hicieron. Aunque ahora que lo pienso es probable que el del 2021 no se estrenase por aquello de la Covid-19, entonces en plena expansión pero ¿y el del 2022? El del 2022 no hemos podido verlo, es un suponer, porque alguien espera que uno de sus cortometrajes gane un concurso.

Se rumorea, de hecho, que fue por presentar previamente uno de los cortos seleccionados en el Catálogo 2022 a un concurso lo que evitó que se proyectaran para todos. Para todos los que vivimos en este archipiélago y que somos los que pagamos la existencia de ese dichoso catálogo que no hemos podido ver.

Tampoco se nos ha dado respuesta a los que hemos preguntado la razón, el por qué no hemos podido disfrutarlos… Otro misterio que encierra esa viceconsejería que dirige (es un decir) el gatopardo primero, Juan Márquez Fandiño, y el gatopardo segundo, el director general de Cultura, Rubén Pérez Castellano.

Un amigo me dice que “ya verás. Ya verás como el catálogo 2021 y 2022 lo presentarán a finales de este año sin dar ningún tipo de explicación” pero claro, pienso, ¿por qué no han dicho nada después de todo este tiempo?, ¿por qué no he podido ver unos cortometrajes que nos pertenecen a la ciudadanía?

La respuesta de momento es continuar con la política de silencio, esa política de en bocas cerradas no entran moscas que se ha instalado en esa santa casa. Una actitud, por otra parte, opaca y nada progresista aunque Juan Márquez podría, por aquello de podemos, esforzarse. Y si no quiere nuestro candidato a geyperman de provincias, algo escuchimizado porque solo come choricito de Teror (es un suponer), que delegue el marrón, el cómo aguanto la cara para dar explicaciones de esta ausencia injustificada.

Pero vamos a pensarlo bien… El que calla otorga. Y Márquez Fandiño y su equipo calla. Luego otorga.

Creo yo que están rezándole a la virgen de Candelaria para que algunas de las piezas de ambos catálogos gane un concurso. O también, ya puestos, que son tan malos, tan malos, tan malos, que mejor guardarlos para que la gente los olvide salvo unos pocos que sí tienen memoria como la mosca cojonera que administra El Escobillón.

OTRA COSA

Se anuncia para mañana, viernes, el estreno en los Multicines Price Prime, en Santa Cruz de Tenerife, de Rendir los machos, la ópera prima en formato largometraje de David Pantaleón. Curiosidad por verla pero no sé si la exhibirán este sábado y domingo. Tampoco si tras la experiencia del estreno llegará a verse en cines, aunque sea en uno de los ya pocos que nos quedan en esta Comunidad Autónoma abandonada de las manos de los dioses.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

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