Xavier Valiño: “El rock se influencia y contamina con otros géneros musicales”

Xavier Valiño, que recuerda su infancia en un pueblo de Lugo encima de un carro que arrastran dos vacas mientras chapurrea en un inglés inventado las canciones que escucha por aquel entonces en la radio, el cine y la televisiòn, presentó el jueves pasado, 22 de septiembre, sus dos últimas obras: Las 100 mejores películas del rock y Los 100 mejores documentales del rock, ambas obras editadas este mismo año por Efe Medio, y libros que gustarán por igual a los más melómanos de la casa com o a los cinéfilos, tribuis que no tienen que ir cada una por su lado cuando hay fuerzas que tienden a que converjan.

En estas dos obras, ya de referencia y que han obtenido el premio al mejor libro mnusical del año que concede Pop Eye, el especialista divida por décadas los largometrajes y series que, a su juicio, son las mejores películas y documentales de una expresión que vive en plena evolución y proceso de transformación.

- Se han estrenado varias películas de ficción y documentales sobre el mundo del rock después de la publicación de sus dos libros. ¿Hubiera añadido algunos de estos largometrajes a la lista de los 100?

“La idea en un principio fue la de confeccionar un libro sobre películas de rock pero decidimos hacer dos, uno de ficción y otro de documentales. En documentales, supe de The Beatles: Get Back y una serie sobre Aretha Franklin así que es muy probable que si el libro se publicase hoy habría añadido uno o dos de estos estrenos”.

- En los dos libros además de citar películas de rock también selecciona otras de jazz, blues, country… ¿por qué?

“Entiendo que el pop, el soul, entre otros, nacen y conviven con el rock. Se influencian y contaminan mutuamente. Public Enemy hace hip hop con elementos de rock. Pensamos en Eric Clapton y hace blues y pop rock. Considero que AC/DC hace rock. Era difícil decir no, solo voy a seleccionar películas de rock porque el rock tiene vasos comunicantes y entiendo que desde los medios, cuando se habla de rock, siempre se ha hecho en un sentido amplio. Por eso en los libros hay artistas de otros estilos y de otras latitudes, no solo anglosajones”.

- No aparece ninguna película española.

“Lo dejé para un tercer volumen… Eso si lo hago porque tengo que pensármelo. Cuando empecé a elaborar una lista no llegué a apuntar 100 películas españolas, sumando incluso las de ficción con las documentales que me resultaran interesantes. Si se escribe este libro habría que ver cómo hacerlo… En la página web podría dar salida a unas 30 películas españolas de rock y por eso mismo no me aventuro a hacer un libro, no tiene enjundia si bien hay películas tan atractivas como Un, dos, tres, al escondite inglés pero hacer un libro de películas rock españolas igual a Las 100 mejores películas del rock y Los 100 mejores documentales costaría mucho”.

- Y según usted, ¿qué condiciones debe reunir una buena película de rock?

“Los dos libros son un trabajo subjetivo y entiendo que haya gente que diga que falta una película y otra más en mis 100 pero sí que he tenido un poco en cuenta las películas mejor valoradas por la crítica aunque no me he guiado solo por ahí. Una buena película de rock, a mi juicio, debe de tener primero un buen argumento y una lenguaje cinematográfico interesante, también una buena banda sonora y la mayor parte de las películas que se incluyen en este volumen reúnen estos requisitos”.

- Hay alguna película que le hubiera gustado añadir y que por olvido no incluyó en estos dos libros?

“No, la verdad, en otras entrevistas me han dicho que le gustaban más la película sobre Queen que la que se hizo sobre Elton John pero incluyo la de Elton John porque me gusta más que la de Queen. Lo primero que hice cuando me puse a escribir el libro fue seleccionar 200 películas, 130 volví a verlas de nuevo y muchas no estaban a la altura de lo que recordaba de ellas como Gran Bola de fuego y Purple Rain, de la que guardaba buen recuerdo pero que volví a ver y su guión me pareció ahora muy endeble y las dotes como actor de Prince muy escasas. Tenía mejor recuerdo del biopic de Jerry Lee Lewis y cuando volví a verla me pasó lo mismo que con la de Prince”.

- ¿En ambos libros tuvo claro desde el principio qué película debían de aparecer en los libros?

“Tuve claro cuáles debían de aparecer pero algunas al verla otra vez se quedaron fuera. Decidí, además, ordenar las películas cronológicamente, por décadas, y en cada una destaco la película que considero más importante de esos años. Éstas salieron casi desde el principio. Al final solo hubo uno o dos cambios. El documental de Tom Pettit lo sustituí por Anvill, que trata sobre un grupo de heavy y que es uno de los cuatro mejores documentales que se han hecho en la historia de la música rock. El último vals, de Scorsese está destacadísimo, como Stop Making Sense, el concierto que Jonathan Demme grabó de los Talking Heads, y que a mi juicio son dos de los más destacables documentales de la música. Hay otro sobre Chet Baker pero al ser más jazz ocupa solo dos páginas del libro pero que también, y es mi opinión, es uno de los mejores de la historia de la música”.

- Ha explicado que el libro tiene un orden cronológico… ¿tiene especial debilidad por una década en concreto?

“El orden es cronológico y a mi me gustan las películas y no las décadas. Sí que descubrí a medida que iba escribiendo el libro que en los años 70 se hizo muchas películas de rock porque coincidió que los cineastas americanos de esa década nacieron y vivieron su adolescencia con este tipo de música”.

- ¿Y debilidad por un estilo en especial?

“Me gustan todos los estilos pero puestos a reconocer, aparece un documental sobre Led Zeppelin que a mi no me interesa demasiado pero que tenía que estar en el libro. En este sentido, hay un 10 por ciento de bandas que no sigo tanto o que escucho sus discos pero no me llaman tanto la atención en los dos libros. Es decir, que no se quedaron fuera porque preferí no tirar de mis gustos”.

¿- Recuerda la primera película que vio una película de rock?

“No puedo estar completamente seguro de cuál fue la primera pero a los catorce años vi en un cine Quadrophenia, sobre las luchas entre mods y rockers en la playa de Brighton pero la que lo cambió todo la disfruté en una sala en versión original de unos cines de Madrid: Yesterday, una película polaca de los 80 en las que unos chavales imitan a The Beatles y me supo situar en un mundo en el que me contaban historias personales y de otras latitudes que no eran anglosajonas. Yesterday fue la película que me abrió los ojos y la que me hizo que me dedicara a esto”.

-¿Y desde cuándo lleva en esto?

“Empecé a escribir sobre música con trece años hasta que un día un tipo de la radio vino por el colegio a ver quién quería hacer un programa y levanté la mano. Después escribí de música para periódicos locales y hasta el día de hoy.”

- ¿Está preparando algún nuevo libro?

“Tengo uno en proyecto que no tiene nada que ver con la música y sí con Canarias pero no puedo decir más porque me roban la idea. Es probable que lo publique yo mismo. Por otro lado y con Efe Eme estamos trabajando en otro proyecto”.

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El caso Quevedo

El éxito de una canción (BZRP Music Sessions #52) y la durísima crítica que su intérprete y compositor recibió en un periódico de difusión nacional hizo que de pronto el nombre de su autor, Quevedo, fuera reconocido por casi todos los que siguen la realidad de este país. ¿Qué opina sobre todo esto Xavier Valiño? Para el especialista refleja claramente “un cambio de paradigma” y recuerda que durante la dictadura franquista “se perseguía a los que escuchaban rock”. “Entiendo que mi generación no comprenda la música de Quevedo, que es de ahora mismo, pero tiene validez. Pasará lo mismo cuando los que tienen la misma edad que Quevedo ronden los 30 o 40 años. Entonces serán ellos los que critiquen la música que compondrán los jóvenes de ese momento”.

FIRMA FOTO: Lúa Valiño

Saludos, nubes grises y mucho calor, desde este lado del ordenador

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