El asunto Rodin

Sorprende que un Ayuntamiento como es el de la capital tinerfeña, tan poco dado a las actividades culturales, se haya dado tanta prisa en dar luz verde a un proyecto de museo, el puñetero Museo Rodin que se instalaría en el actualmente ruinoso parque de Viera y Clavijo, obviando la escandalera que artistas e intelectuales (y no activista culturales como leo en una penosa columna que publicaba ayer un periódico local) y de la ciudadanía que está bien informada ha manifestado sobre un espacio que le sisa literalmente del bolsillo a la cultura de la ciudad una cantidad de millones que podrían haber sido invertidos en otras cosas. Por ejemplo, mejorar el Museo Municipal de Bellas Artes, o estrategias que, desgraciadamente, no interesan a esta Corporación porque, a ver si son sinceros de una vez, la cultura, la cultura y las culturas les importan una higa.

Resulta muy enojoso además que el equipo de gobierno del Consistorio con su alcarde a la cabeza tome a los chicharreros como idiotas y que solo desde la oposición y solo a través de un partido, se haya denunciado un proyecto que nació, y estos es lo más paradójico, sin un proyecto de museo.

El caso es que la Junta de Gobierno aprobó esta misma semana el contrato por el que se adquiere por 16 millones de euros las esculturas que reunirá este museo que nació torcido, como si se pretendiera zanjar un asunto que estoy seguro no le habrá estropeado el desayuno al alcarde ni a los que apoyan lacayunamente una decisión que no cuenta con el consenso no ya de artistas e intelectuales, sino de personas de su propio partido que días pasados acudieron a una reunión donde José Manuel Bermúdez (ese hombre) les iba a dar personalmente información sobre este desaguisado solo que al final no fue y le dejó la papeleta a la concejala de Cultura, Gladys de León que, bueno, como suele pasar no aclaró nada a los allí presentes.

Para más inri, y entiendo que como respuesta a un (en fin, corramos un estúpido velo) reportaje que apareció sobre este mismo tema en la Televisión Canaria, el Ayuntamiento respondió con otro vídeo que me hace preguntar de donde salió el presupuesto para su realización y que son como la cara A y la B de un mismo problema que necesita no de posiciones encontradas sino diálogo entre las partes. Un diálogo por otro lado que muchos pedíamos más allá de yo fui el primero en denunciar el asunto, que de esto hay también en el lado de los que se niegan a que la ciudad, mi ciudad, cometa semejante disparate.

Pero el disparate sigue adelante luego la pregunta es ¿qué sucederá ahora?

El caso, y es lo más triste de todo esto, es que el alcarde sigue adelante con un proyecto que si algo refleja es la proverbial capacidad que tiene el canario de fiarse de lo que le viene de fuera y obviar lo que tiene dentro, como si no confiara (que es así) en el talento local. Y mucho me temo que José Manuel Bermúdez (ese hombre) así lo ha hecho.

Lástima que se ampare en la exposición de esculturas en la calle que están distribuidas por la capital tinerfeña y no diga nada, ni sus corifeos por supuesto, del lamentable estado en el que se encuentran muchas de ellas. En fin, que es una historia muy triste y otra oportunidad que pierde esta ciudad en tratar a la cultura como se merece. Claro que es mucho pedir, mucho rogar a un Ayuntamiento (con independencia del color político que lo gobierne) que cuando oye hablar de cultura lo primero que hace es mirar hacia otro lado.

Probablemente sea porque piensa que la cultura no da votos y votos, mucho me temo que no dará el proyectado y ya bichado Museo Rodin.

Se reproduce hoy en los medios de comunicaciòn un comunicado de la facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna que… bueno, queda ahí para cuando se cuente la historia de este disparate. Bien, de todas formas, por un manifiesto que demuestra al menos una unidad en torno a tan espinoso asunto y mal por el Ayuntamiento (que lo ha hecho todo mal desde el minuto uno) que invita a un encuentro entre los responsables del Museo Rodin con los de BB.AA., algo que tenían que haber hecho desde el principio y no ahora, que ya está hecha la jugada.

Me gustaría, por eso, que otras instituciones como por el ejemplo el Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife diera su parecer sobre el proyectado Museo Rodin así como que se fueran sumando otras entidades públicas y privadas si no para detener, sí manifestar su parecer ante este nuevo asalto a la ciudadanía no solo chicharrera sino también tinerfeña y por extensión canaria.

Tal y como evolucionan los acontecimientos, y desgranando de tanta paja lo que es soberana mentira y medias verdades, el asunto Rodin obliga a redefinir las líneas de actuación que se tendrán que tomar a partir de ahora con el fin de paralizar uno de los mayores disparates que se han cometido en la ciudad en la que nací y en la que vivo. Hoy, pese a las obras apresuradas y la proyectada rehabilitación de edificios históricos (Palacio de Carta o el templo masónico) porque el año próximo es de elecciones, más sucia y olvidada que nunca.

Saludos, ¿continuará?, desde este lado del ordenador

2 Responses to “El asunto Rodin”

  1. Un tal García Says:

    El Colegio de Arquitectos y la Academia de Bellas Artes no se pronuncian porque han sido comprados directamente por el Alcalde. No sé si saben que se ha otorgado desde este ayuntamiento que nos toca padecer una subvención digital (a dedo del alcalde) de 250.000 € este año para celebrar los 50 años de la institución. Es lo que tenemos: una sociedad repleta de conflictos de intereses. Eso siendo benévolo en la descripción.

  2. admin Says:

    Buenos días, me parece que son acusaciones muy fuertes hacia dos instituciones que hasta el día de hoy no han dado que hablar. Tanto, que posiblemente más de la mitad de la población tinerfeña ignoren que existen. Investigamos lo de esa asignación “a dedo” porque si es verdad… si es verdad esto se nos fue a la mierda hace ya mucho tiempo.

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