La llave del espejo, una novela de Pilar Torres

El Premio Nadal ignora a las literaturas que se escriben en Canarias desde su nacimiento aunque en su primera edición en 1944 lo recibiera Carmen Laforet por la extraordinaria Nada, una escritora que mantuvo una vinculación con este archipiélago alejado de la mano de los dioses a raíz de la publicación de La isla y los demonios, que se desarrolla en Gran Canaria.

Sin embargo, han sido varios los escritores y ahora escritoras de las islas que han sido finalistas a este certamen como Rafael Arozarena con Mararía en la edición de 1971; Isaac de Vega con Tassili en 1992 y, recientemente, Francisco Juan Quevedo con Un teatro en medio del océano en 2022. Ahora, se publica La llave del espejo, de Pilar Torres, que resultó finalista al Nadal pero en 2021 con una novela mestiza, en la que se combina con habilidad el género histórico con el sentimental para ofrecer al lector un interesante relato que discurre en varios tiempos, uno troncal, que sirve de eje a la novela, y otro que se desarrolla en diferentes años del siglo XX y en la ciudad de Nueva York en 2018, en el escenario de una galería de arte ya que la pintura es otro de los grandes asuntos que trata La llave del espejo.

Escrita por Pilar Torres, autora de una anterior novela, La quinta Bella Vista (2015), La llave del espejo es una obra mucho más ambiciosa que su ópera prima. Al mismo tiempo, presenta a una escritora más segura de sí misma, y que está dispuesta a abordar historias con mayor calado. Para ello, rodea a la protagonista de la novela, Julianne, de un buen repertorio de personajes secundarios, algunos mejor definidos que otros pero con el suficiente peso para que la novela siga adelante, sin provocar en ningún momento que decaiga el interés de quien está leyendo.

La llave de espejo cuenta una historia original y creíble como es la llegada a la isla de Tenerife a finales del siglo XIX de una joven inglesa, aficionada a la pintura y de nombre Julianne, que pisa tierras tinerfeñas acompañando a su padre, un rico comerciante enfermo de tubercolosis. Un viaje que realizaron mucho antes y también mucho después miles de compatriotas con el fin de recuperarse en las islas aprovechando las bondades de su clima.

La novela adquiere poco a poco un tono más sombrío a medida que pasan los años. Sobre todo cuando la protagonista se une en matrimonio con un desgraciado de su misma nacionalidad que solo desea el dinero que heredará cuando fallezca su progenitor.

La acción va avanzando, es cierto que un poco a trompicones por un estilo florido que no contribuye, a mi juicio, a un seguimiento regular del relato, hasta llegar a la I Guerra Mundial cuyos ecos se perciben en la segunda mitad del libro aunque su protagonista se encuentre en retaguardia. Un eco de fondo, pero conflicto que afectará las relaciones de los que intervienen en la historia. Una historia bien urdida, que no deja cabos sueltos, y que lleva a una doble conclusión en la que se hace justicia a los sufridos personajes que a los largo de las más de trescientas páginas se encuentran como desencuentran.

La llave del espejo es el nombre de un cuadro que sorprende a unos expertos en arte en 2018 en la ciudad de Nueva York, y será a partir de las investigación que inicia uno de ellos, donde se narre el segundo relato de un libro que abarca un periodo de tiempo considerable, también llega a los años sesenta, no con vocación de destripar la Historia con mayúsculas que caracterizó aquella años sino para seguir el proceso de envejecimiento de unos personajes que nacieron con el destino torcido.

En este aspecto, y con un destino que no va en línea recta sino que resulta bastante sinuoso siempre en favor de la acción, La llave del espejo tiene algo de Charles Dickens cuando el relato nos lleva a Liverpool de las primeras décadas del siglo XX y a las literaturas de las hermanas Brontë o de Jane Austen cuando centra la atención en la complicada y desgraciada vida sentimental que arrastra la protagonista. Un hecho que llama también poderosamente la atención después de haber leído el libro es descubrir cómo los villanos, y entre ellos se encuentra el marido de Julianne, están corrompidos por dentro y por fuera y los buenos, por decirlo de alguna manera, son personajes con sus debilidades pero también bondadosos. Y bondadoso y resignado es el segundo hombre que conoce la protagonista de la novela, Dámaso, un canario noble que forma el tercer lado del triángulo que propone Pilar Torres en su ficción, y relaciones que son las que dan cierta elasticidad a un libro que ,al menos en la tierra de nacimiento de su autora, está respondiendo en ventas.

Dividida en varias partes, La llave del espejo abarca en su primer episodio de 1895 a 1899 y de 1900 a 1903 y en el segundo y tercero de 1903 a 1914. Por último, la cuarta sección sitúa al lector entre 1915-1917. Entre medio de esta cronología, años que son esenciales en la vida de Julianne, la acción se interrumpe para avanzar y retroceder en el tiempo con la idea de dotar de más espesor una trama que engloba dos grandes temas que incluso están ahí en las escenas donde no resultan prioritarios: el arte, en este caso la pintura, y la invisibilidad de la mujer en aquellos años. O la necesidad de hacer justicia por lo que tuvieron que aguantar hasta que tomaron conciencia y se formaron los primeros movimientos sufragistas, de los que da cuenta la novela.

En conjunto, los personajes y las ideas que transmite Pilar Torres en el libro están muy bien narrados lo que me hace pensar qué nos deparará en un futuro como escritora. De momento, ella misma se ha puesto el listón muy alto, lo que no creo que sea un problema en alguien tan visiblemente dotado para contar historias.

Saludos, mañana es mañana, desde este lado del ordenador

2 Responses to “La llave del espejo, una novela de Pilar Torres”

  1. Howard Philip L. Says:

    se le sigue leyendo desde este lado del Atlántico. Por favor, no dejé de escribir, de alguna manera intuyo que el universo que habito no sería lo mismo sin usted.

  2. admin Says:

    Muchas gracias por tan generosas y reconfortantes palabras

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