Recordad a Miss Moneypenny
El golpe me ha dejado tonto. He tardado casi un día en recuperarme, aunque todavía me arde la cabeza. He puesto 007 contra el doctor No y Desde Rusia con amor (los mejores Bond, digan lo que digan) a modo de particular homenaje. También The Haunting (la primera versión, cabestros, la que dirigió Robert Wise) para recordarla y tenerla presente… Ay, ay que se nos fue Louis Maxwell, la señorita Moneypenny, la secretaria de M, el jefazo del superagente con licencia para matar. Se nos ha ido Moneypenny, la única chica de calentó a Bond, James Bond, y fue capaz de decirle “por aquí no pasas, donjuandelterasalcuarto“. Ella, tan deliciosamente británica, tan eficiente y sutil, fue también la única capaz de responder a la esgrima verbal de 007 con exquisita ironía, desatando a un agente secreto que en su presencia dejaba de serlo. Luego se encendía la bombilla y Bond con la cara de Connery y luego de Roger Moore y más tarde de George Lazenby se metía en el despacho de M para salvar al mundo. Dios, que películas; Dios, viva la cultura pop; Dios, qué viva Monneypenny y el bombín de 007 cuando lo lanzaba y colgaba de la percha… Cuántos recuerdos, cuántos momentos gastados en el cine para dejarme seducir por las aventuras del agente secreto más delirante de la historia del cine… Y pienso ahora en cómo habrá encajado la noticia el viejo Sean mientras juega al golf y en el viejo Roger Moore al contemplar sus arrugas frente al espejo. Hace tiempo que se nos fue Q, M ya no es el que era y Monneypenny se despidió a finales de semana en forma de Lois Maxwell. Yo la echaba de menos de todas formas en las últimas películas de Bond, sobre todo porque hubiera dejado planchado al estirado de Pierce Brosnan… En fin, cosas de la serie creada por san Ian Fleming qué estás en los cielos…