Un maratón de películas cuya acción se desarrolla en Fin de Año
El asunto que tratamos en este post da para mucho pero como no tengo ánimo para quemarme demasiado la cabeza les propongo una serie de películas donde la Nochevieja ha sido de alguna manera protagonista directa o indirecta de la trama. Soy consciente que hay mucho más títulos de los escasísimos que recopilo, pero confieso que me he divertido bastante estrujándome el cerebro pensando qué cintas –por una u otra razón– me impactaron porque parte de su acción, precisamente, se desarrolla en tan señalado día.
El crepúsculo de los dioses (1950).- Vista sin prejuicios probablemente se trate de una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. El filme está narrado por la voz en off de su protagonista, el cadáver de William Holden flotando en una piscina, quien interpreta a un guionista en horas muy bajas que evoca su relación de “chico de compañía” con Norma Desmond (Gloria Swanson), a quien reconoce en uno de esos diálogos que valen 20 premios Nobel:
William Holden: Usted es Norma Desmond. Salía en las películas mudas. Era usted grande.
Gloria Swanson: Soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas.
La escena que transcurre en Nochevieja se desarrolla en la ruinosa pero cargada de recuerdos sentimentales mansión de Desmond, donde Holden, el único invitado de la fiesta, baila tangos con la actriz/fantasma bajo la atenta mirada triste y resignada de Max, su criado que interpreta con enfermiza ambigüedad germana Erich von Stroheim. Tras un intento de suicidio de la actriz esa misma noche, Holden le desea “Feliz Año Nuevo, Norma” a lo que ella le susurra con un cadavérico pero también victorioso “Feliz Año Nuevo, cariño”. Dirige un maestro, Billy Wilder.
Tú y yo (1957).- Un melodrama de los de antes dirigido con pulso por Leo McCarey, responsable también de una de las mejores películas de los hermanos Marx, Sopa de ganso. La historia de amor entre un maduro playboy (Cary Grant) y una cantante (Deborah Kerr) –ambos comprometidos– que quedan la noche de despedir el año en el Empire State todavía me hace saltar alguna que otra lágrima.
El apartamento (1960).- La película no transcurre sólo en Nochevieja pero la fiesta de despedida del año juega un importante protagonismo en la última parte de esta obra redonda, maestra, del gran Billy Wilder. No me canso de verla y aún se me pone la carne de la gallina cuando Shirley MacLaine se detiene frente a la puerta cerrada del apartamento de Jack Lemmon y escucha un disparo que nos hace prever –a ella y a todos los espectadores– lo peor. Al final, Lemmon con cara de perro apaleado abre la puerta con una burbujeante botella de champán en la mano.
La aventura del Poseidón (1972).- Me refiero, claro está, a la original y no al innecesario remake que firmó el habitualmente potable Wolfgang Petersen en 2005. La primera y única Poseidón es la de Ronald Neame, protagonizada por, entre otros, Gene Hackman, Shelley Winters, Ernest Borgnine y Leslie Nielsen, entrañable actor que nos dejó en 2010 y que en esta redondísima cinta de catástrofes interpretaba al capitán del barco. Todavía recuerdo el impacto que me produjo cuando la vi acompañado de mi padre y de mis hermanos en el hoy desaparecido teatro San Martín de Santa Cruz de Tenerife y de comentarle a la salida del cine que La aventura del Poseidón era la mejor película que había visto hasta la fecha. Aún recuerdo la mirada de irónico asombro que me lanzó. Para quienes no lo recuerden, basta decir que la ola gigantesca que da la vuelta literal al crucero de placer se produce en Nochevieja.
EL PADRINO II (1974).- O cuando segundas partes son igual (o superior) a la primera. La escena de fin de año se desarrolla en La Habana, concretamente la Nochevieja de 1958 cuando el gobierno de Fulgencio Batista se desmorona estrepitosamente al ser incapaz de detener el avance de las fuerzas castristas. En esta escena, dirigida con mano maestra por Francis Ford Coppola, y que se desarrolla en el Capitolio habanero, el hijo pequeño de los Corleone, Michael (Al Pacino) convertido ya en Padrino, le revela a su hermano Fredo (John Cazale) que sabe de su traición a la familia.
Cuando Harry encontró a Sally (1989).- Nunca me cayeron demasiado bien ni Billy Crystal ni Meg Ryan pero me reconcilio con ambos gracias a esta comedia romántica dirigida por Rob Reiner. Además de la ya legendaria escena de la cafetería en la que Ryan finge un orgasmo, Sally y Harry se encuentran y desencuentra en esta película en varias fiestas de fin de año.
Días extraños (1995).- Dirigida probablemente por la directora más masculina de la historia del cine, Kathryn Bigelow, y protagonizada por Ralph Fiennes, Juliette Lewis, Angela Bassett y Tom Sizemore, entre otros actores, Días extraños se desarrolla los últimos días de diciembre de 1999, en medio de unos caóticos festejos por el fin del milenio. Entre medio, un ex policía y su antigua compañera unen fuerzas para combatir una droga ilegal de alta tecnología denominada SQUID, que permite al usuario experimentar como propios los recuerdos y sensaciones grabados por otros. No la he vuelto ver desde su estreno así que no sé como habrá envejecido para mis actuales apetencias, pero sí que me gustó bastante la primera y no sé si última vez que la contemplé en pantalla.
Four Rooms (1995).- Películas de cuatro episodios dirigidos por Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino que se desarrolla en un hotel la noche de fin de año. Lo mejor de esta película además de su notable banda sonora es el capítulo que firma Rodriguez y que interpreta, si no lo recuerdo mal, Antonio Banderas con dos niños que parecían sacados del mismísimo infierno. Se trata de una comedia loca, eso es lo que tengo registrado en el disco duro de mi memoria al menos. El último episodio, el que firma Quentin Tarantino, pone al día un viejo capítulo de la serie Alfred Hitchcock presenta que, si no me equivoco, está inspirado en un relato del excelente escritor Roald Dahl.
BOOGIE NIGHTS (1997).- En esta larga e interesante crónica sobre los comienzos del cine pornográfico y del ascenso, caída y posterior rehabilitación de una de sus estrellas, Dick Griers (personaje inspirado en John Holmes, muy popular en esta industria por sus 27 centímetros aproximados de carne cruda), su interesante director Paul Thomas Anderson relata el paso del tiempo sirviéndose de varias fiestas de Nochevieja en la que en una de ellas el ayudante del dirección (William H. Macey) del equipo que dirige Burt Reynolds opta por el suicidio tras disparar a su mujer (papel que interpreta una star real del porno Nina Hartley) y sus amantes cansado de sus constantes infidelidades. La muerte de Macey en la película sirve además para que el director nos diga que en 1979 se puso fin a los hedonistas años 70 para dejar paso a los conservadores 80.
El fin de los días (1999).- Ya nos hemos olvidado pero la transición de 1999 a 2000 resultó un filón para explotar la idea de que el siglo XXI no iba a traernos nada bueno. En esta ocasión el hipervitaminado Arnold Schwarzenegger se las ve y se las desea con el mismísimo diablo, un divertidísimo y gamberro Gabriel Byrne. Dirige Peter Hyams.
Para completar esta improvisada lista y a modo de aperitivo, yo escogería para iniciar o finalizar esta maratónica sesión exhibir el cortometraje canario Como siempre, de Jairo López. Una cinta intimista y de amigos que transcurre, era inevitable, en una noche de fin de año.
Saludos, desordenadamente cinéfilos, desde este lado del ordenador.
Enero 1st, 2011 at 10:33
qué nivel. Buen cine hay ahí. Por cierto, Tú y yo es una verdadera maravilla. Las otras también, pero con esta tal vez haya que hacer mayor incapié.
Enero 1st, 2011 at 19:02
Sí, sin lugar a dudas que Tú y yo se merece un comentario mucho más amplio. Un saludo y bienvenido a esta su casa escobillonera,
Enero 18th, 2011 at 23:26
La película francesa París, París comienza una nochevieja… Es entretenida, un musical para bailar, llorar y reír.