Solo para negros

* El investigador británico John Curran es uno de los reclamos más interesantes del III Festival Internacional Agatha Christie que se celebra hasta este domingo, 27 de noviembre, en distintas sedes de Puerto de la Cruz. Curran es autor del libro Agatha Chistie: los cuadernos secretos, editado por Suma de Letras en español en 2010, y volumen que presentará el mismo 27 a las 11 horas en el Castillo de San Felipe. John  Curran es una de las personas que más sabe de la que con justicia también se conoce como la gran Dama del Misterio, y además de ser un caballero revelará en Tenerife algunas de las claves que conforman la serie de archivos que la autora de Diez negritos dejó sin abrir tras su muerte. Entre esa documentación, escrita con letra ilegible, Curran descubrió dos historias inéditas de Hercules Poirot, el sagaz detective belga que ponía en movimiento sus células grises cuando alguien aparecía muerto en el salón.

* Los traductores son esas personas que están en la sombra y a los que algún día habrá que hacerles el homenaje que se merecen porque se dedican a verter en nuestra lengua –con mayor o peor fortuna porque de todo hay en la viña del señor– obras escritas en idiomas que no manejamos. Así que pienso que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Más cuando me entero por la gente de Negra y Criminal, librería de referencia para todos los que somos aficionados al género de los policiaco, del fallecimiento de Hernán Sabaté, hombre que hizo posible que las novelas de gigantes como James Ellroy, John Connolly, Joseph Wambaugh y tantos otros autores pudieran ser leídas correctamente en español. Hernan Sabaté, que recibió el pasado 11 de noviembre el premio Esther Benítez por la traducción de Sangre vagabunda, de Ellroy, ha fallecido tras mantener una dura lucha contra el cáncer.  Nos sumamos al abrazo que Negra y Criminal hace a su compañera y también traductora Montserrat Gurgui.

* Y continuamos con el género negro criminal aunque con una noticia feliz. Editorial Tusquets ha publicado La cola de la serpiente, una nueva entrega de las andanzas del primero policía y más tarde vendedor de libros usados Mario Conde, feliz creación literaria del escritor cubano Leonardo Padura. El único defecto de esta entrega –se trata de una de las primeras aventuras de Conde junto a Hello Hemingway que no había circulado en el mercado editorial español–  es que se trata de una novela muy breve. Apenas un centenar de páginas que se disfrutan con la velocidad del relámpago. Será cuestión de releer todas las novelas que Padura ha dedicado a Conde. Una especie de Philip Marlowe en guayabera.

* No es un escritor lo suficientemente conocido en España aunque varias de sus historias se han traducido al español y ha logrado cosechar una legión de seguidores que esperan la aparición de algunas de sus novelas con expectación diría que casi adolescente. Me refiero al escritor irlandés Ken Bruen, creador del atípico investigador privado Jack Taylor, un cincuentón pasado de vuelta en Maderos y La matanza de los gitanos (abusa de todo lo que no hay que abusar) y limpio de cualquier sustancia tóxica en su última aparición pública: El dramaturgo; y de la brutal pareja de policías Roberts y Bran. Bruen reaparece ahora en el mercado editorial español con London Boulevard, novela que sin el fuelle habitual Bruen, se lee a toda pastilla. Su publicación coincide con el estreno de la película que adapta (muy a su manera) esta historia de sangre (mucha sangre), sudor y sexo.

* Y para finalizar, recomiendo a todos aquellos investigadores de bolsillo aficionados a este tipo de literatura que visiten la imprescindible y completa web Mis detectives favoritos. Es probable que no estén todos los investigadores que nos ha regalado tan buenos momentos, pero sí están los imprescindibles.

Saludos, shhhhh, desde este lado del ordenador.

Escribe una respuesta