Alejandro Krawietz Rodríguez, el ausente
Me pasan la intervención del diputado del grupo nacionalista canario, Juan Manuel García Ramos, durante la tramitación de la Proposición de Ley sobre el Sistema Público de Cultura de Canarias, en la que votó a favor “porque es necesario encontrar un sistema de colaboración la cooperación y coordinación de todas las instituciones públicas y privadas”.
Pero no es su voto a favor lo único que llama mi atención sino cuando risueño saluda a los representantes de los cabildos insulares que acompañaron al viceconsejero de Cultura del Gobierno canario, Juan Márquez Fandiño (sí, ese mismo al que se conoce en los mentideros como el gatopardo) que como un guirre observa desde las alturas la tediosa sesión.
Y digo que me sorprende porque García Ramos celebre que Márquez Fandiño esté rodeado por los representantes de los siete cabildos insulares pero… pero ¡oh, un momento, profesor!, no cuento siete personas, ocho con Juan Márquez, sino seis. Siete si sumo al que se conoce como el gatopardo.
¿Dónde está el séptimo?, ¿qué nuevo misterio es éste?
El representante que falta es el del Cabildo Insular de Tenerife. En la imagen y más tarde en la foto salen todos menos el vicepresidente Primero y Consejero de Carreteras, Movilidad, Innovación y Cultura, Enrique Arriaga Álvarez, cuya ausencia uno puede disculpar por la cantidad de departamentos que están bajo su responsabilidad pero no la del director insular de Cultura, Alejandro Krawietz Rodríguez. Y si éste tampoco pudo ¿no había nadie en esa santa casa para dar la cara y estar ahí?
Incluso entendiendo que el peso de la curtura en Tenerife es colosal, enooorme, y que trabajar desde la administración pública requiere un gran sacrificio ¿de verdad no había ningún representante del área de Cultura del Cabildo de Tenerife para respaldar con su presencia la Proposición de Ley de Juan Márquez Fandiño?
Esta ausencia, que parece que es una práctica común entre los que ocupan los escalones más altos de la jerarquía del Cabildo Insular, no sé si huele a desplante o a ese hábito al que se han acostumbrado sus jefes para eludir responsabilidades claro que si fuera cosa de un desplante, ¿desplante a cuenta de qué? Al fin y al cabo y aunque pertenezcan a formaciones políticas diferentes si Márquez y Krawietz están ahí es por consecuencia del llamado Pacto de las Flores.
Era inevitable entonces que ante este estado de las cosas y sorprendido porque Juan Manuel García Ramos no se percatara de la ausencia –o sí y lo disimuló, que no hay que descartar posibles– me asalta una catarata de preguntas que mucho me temo no tendrán respuesta (pasa lo mismo cuando las planteo a la Viceconcejería, que nunca sabe, que casi nunca contesta) lo que dice mucho del modo de actuar despectivo hacia la ciudadanía que se gastan los actuales representantes de las cosas públicas en Canarias.
Comenzamos con las cuestiones:
¿Por qué no hubo nadie del Cabildo Insular de Tenerife apoyando al Viceconsejero de Cultura en el Parlamento regional?
¿Prefirió Márquez no cursar una invitación? Y si se cursó, ¿decidieron en el Cabildo de Tenerife no ir? Si fue esto último, ¿por qué? ¿Acaso queda muy lejos el Cabildo Insular de la sede del Parlamento de Canarias y nuestro hombre podía cansarse por el camino? ¿Se puso enfermo Kravietz y su sombra, Leopoldo Santos Elorrieta? ¿Se avisó a Juan Márquez Fandiño, que no iban a poder asistir y respaldar con su presencia la Proposición de Ley sobre el Sistema Público de Cultura de Canarias?
¿Por qué esas ausencias? ¿Por qué no hubo nadie del Cabildo de Tenerife apoyando al Viceconsejero?
Esto es de locos. Y visualiza, sospecho, un desencuentro entre la primera institución insular con el Ejecutivo regional solo que ¿a qué se debe ese desencuentro si es tal el desencuentro?
Sospecho también que Juan Márquez al aparecer en el Parlamento canario rodeado de los representantes de la cultura de los seis Cabildos insulares lo que pretendía era demostrar que su Proposición de Ley contaba con el apoyo de las siete islas aunque la de Tenerife le saliera rana por razones aún desconocidas.
Uno puede pensar así que el diálogo entre la Viceconsejería y el Cabildo en materias culturales es prácticamente inexistente. También que es un FEO con todas sus letras a quien gestiona desde el Gobierno de Canarias las política en cultura que afectan a todo el archipiélago. Sin embargo, insisto ¿qué pudo provocar este desencuentro si los dos son tipos, presuntamente, progresistas?
Así que no, parece que Juan Manuel García Ramos no se enteró cuando miró a los cielos y descubrió a Juan Márquez rodeado de seis, no siete, representantes de los cabildos insulares…
Cosas de la edad, cosas de la presbicia.
Un suponer.
FOTO:
La imagen fue tomada el día en que el Parlamento de Canarias aprobó por unanimidad tramitar la proposición de ley del Sistema Público de Cultura de Canarias. Junto al actual viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Juan Márquez Fandiño, los consejeros de Cultura del Cabildo de El Hierro, Tatiana Brito Gutiérrez; La Palma, Jovita Monterrey Yanes; La Gomera, Rosa Elena García Meneses; Gran Canaria, Guacimara Pérez; Lanzarote, Alberto Aguiar Lasso y Fuerteventura, Rayco León Jordán.
¿Dónde está el representante de Tenerife? Ay, ay, ay…
Saludos, esto es de locos, de veras, desde este lado del ordenador
Junio 19th, 2022 at 10:22
Buenas tardes, señor editor, entiendo por lo que escribe que la posición del Cabildo de Tenerife ante la Ley Márquez (para que nos entendamos) es de rechazo, de ahí la no asistencia de nadie del Cabildo a la sesión. Si fuera así, ¿por qué?
Junio 19th, 2022 at 21:25
Eso mismo nos preguntamos nosotros. Gracias y perdón por injustificado retraso