Chad Hahne: “El transformismo en Cuba tiene un matiz clandestino y peligroso”

La primera sala de fiesta gay que hubo en la revolucionaria Cuba castrista no fue en La Habana sino en Santa Clara, la ciudad que liberó el comandante de origen argentino Ernesto Che Guevara en 1958 y que desde ese día lleva con orgullo y entre otros títulos el de “ciudad heroica de la guerrilla” pero no el del lugar en el que la sociedad cubana dio un paso hacia adelante. Pero tiempo al tiempo porque los tiempos cambian de manera vertiginosa aunque en Cuba vayan con un poco de retraso.

De esta sala de fiesta y de un grupo de personas que se transforman trata el documental Transformistas, un trabajo dirigido por el cineasta norteamericano Chad Hahne que presentó hace unas semanas en Tenerife, invitado por la Filmoteca Canaria y como uno de los protagonistas de un ciclo que quiere “promover la diversidad y la igualdad, y contribuir, desde la cultura, a avanzar hacia una sociedad en la que todas las personas tengan las mismas oportunidades, libres de estereotipos de género”, informa una nota de prensa.

Esta entrevista con el director fue posible gracias a la colaboración del coproductor de Transformistas, el cubano Rockney Vega Iglesias, quien también da sus opiniones sobre la situación que la comunidad LGTBIQ+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer) vive en la actualidad en la mayor de Las Antillas.

- ¿Cómo surge la posibilidad de rodar el documental?, ¿Contaron con algún tipo de ayuda del gobierno cubano?
CHAD HAHNE (CH. H.): “La idea inicial del documental me vino por un documental anterior en el que colaboré hace varios años en Nueva York sobre activismo gay y la aparición del Sida en los años 80. La enfermedad del Sida era vista entonces como una “enfermedad gay” cuando, lógicamente, no era así. Si sumamos este trabajo, que nos mantuvo ocupados cuatro años, y un viaje que realicé con mis hermanos junto a mi madre a Cuba, que sentía mucho amor por el país, un amor que me transmitió, creo que se trataron de circunstancias que hicieron que volviera a la isla en 2016, año en el que conocí a unos amigos cubanos LGTBIQ+, y que comenzara a rumiar ideas que, finalmente, dieron como resultado Transformistas, un documental que quiere enseñar cómo se ve y como se siente el mundo gay en Cuba”.

- Tengo entendido que rodó todo el documental con un iphone. ¿Es cierto?

ROCKNEY VEGA IGLESIAS (R.V.I.): El gobierno cubano no dejó que entraran las cámaras y se tuvo que hace con un iphone. Un iphone 6”.

CH.H.: “Para poder filmar en Cuba tienes que inscribirte en una agencia para que te concedan el permiso pero no quería que esto pasara porque sí lo hacía iba a tener a alguien detrás mío todo el tiempo y las chicas no se iban a sentir cómodas ni sinceras en las entrevistas. Así que tomé la decisión de rodarlo por mi mismo con un iphone 6 en aquel momento. Contaba además con muchas imágenes de archivo, algunas de las cuales fui adquiriendo durante la filmación”.

– ¿Tuvieron problemas con las autoridades cubanas?

CH.H.: “No tuve problemas a la hora de filmar ya que lo hacía con un iphone y pasaba desapercibido. En este sentido, no contaba con un equipo de producción amplio aunque una de las personas que trabaja con nosotros sí que fue llamada por la policía pero se trató más de una cuestión de seguridad y no por lo que estábamos haciendo. En realidad, no hubo problemas con el gobierno cubano”.

- ¿El documental sigue un guión o fue haciéndose sobre la marcha?

CH.H.: “No, no hubo guión. No tenía demasiada información sobre las protagonistas del documental, que se rodó en la ciudad de Santa Clara, así que se trata de un trabajo hecho sobre la marcha: las entrevistas con las chicas, recabar información, hacerme con imágenes propias que pasaron a formar parte de mi archivo personal…”

- Tras rodar el documental, ¿cree que el transformismo en Cuba tiene rasgos que lo distingan de otros transformismos que se viven en el mundo?

CH.H.: “Sí, noto una diferencia entre el transformismo que se hace en Cuba con el de los Estados Unidos de América y algunos países de Europa. La diferencia es que el transformismo norteamericano y europeo están siendo ya un fenómeno popular, pop y globalizado, mientras que el que se hace en Cuba tiene un matiz mucho más undeground. Es como más peligroso, decadente, casi clandestino debido, probablemente, a la política cubana y el machismo y la homofobia que se vive en el país”.

- El documental habla, en tre otros temas, de un lugar de encuentro gay en la ciudad de Santa Clara. ¿Por qué en Santa Clara?

R.V.I.: “Porque el primer local gay que hubo en Cuba fue en Santa Clara”.

- ¿Y no en La Habana?

R.V.I.: “La Habana es la capital de Cuba y en la ciudad viven muchas personas de la comunidad LGTBIQ+ pero Santa Clara, al ser mucho más pequeña y contar con un gran número de integrantes de este colectivo digamos que en proporción su comunidad es más grande que la de La Habana. Ramón Silverio, un actor consagrado e importante además de ser miembro del Partido Comunista Cubano (PCC) creó un espacio que nació siendo una pequeña tertulia de arte y música que se celebraba sin un espacio fijo dos veces al mes. Silverio solicitó a las autoridades que le facilitara un local donde poder reunirse y le fue otorgado. El espacio se llamó El Mejunje de Silverio o El Mejunje de Santa Clara que fue creando diferentes ambientes. Allí se reunían rockeros, drags, músicos, niños… Se fue ampliando poco a poco, dejando los fines de semana para la comunidad LGTBIQ+ y más tarde una discoteca. La primera discoteca gay en Cuba nace en Santa Clara y celebra su fiesta los sábados. Durante la realización del documental, El Mejunje llevaba en activo unos 33 años, ahora debe de tener unos 35. Se trata de una iniciativa que apareció en los años 80 y que resultó muy atípica y un fenómeno que ayudó a cambiar a la sociedad cubana si bien al principio la gente se mostraba renuente hasta que se fue abriendo y ganando prestigio. Actualmente es un centro cultural de los mejores que hay en Cuba”.

- ¿Hubo algún momento especialmente difícil en la realización del documental?

CH.H.: “En general fue muy duro pero revela las historias de cada una de sus protagonistas. ¿Hubo momentos tristes?, sí que los hubo porque el documental muestra la batalla de todas estas chicas para salir adelante, a veces en contra de sus propias familias. Al final del día, cuando terminábamos de rodar, todos teníamos un sentimiento de celebración, de fiesta y esperanza lo que compensaba un poco el dolor que encierra en sí esta historia porque al final subyace un sentimiento de amor y perseverancia por parte de todas ellas y es importante que el fruto de su esfuerzo se les reconozca”
.
- El documental data de 2020, año que coincide con la pandemia y la fase de confinamiento por la Covid-19. ¿Se ha podido estrenar en Cuba?

CH.H.: “No”.

- ¿Por qué?

CH.H.: “Se ha estrenado de forma particular a las protagonistas de la película y algunas personas que trabajaron en producción. Si no se ha estrenado oficialmente es por consejo de amigos que han hecho trabajos similares en Cuba y que me aconsejaron que por el control político que existe en el país desistiera, que no lo hiciera. Tuve miedo que el gobierno tomara alguna medida de represalia contra la película”.

- ¿Y le gustó a las protagonistas del documental?

CH.H.: “Sí, las chicas estaban muy contentas y eso que durante la filmación estaba muy preocupado por ellas, no quería se que metieran en problemas por protagonizar la película”.

- ¿Creen que tras las manifestaciones del Orgullo gay que se vienen celebrando en Cuba comienza a cambiar la percepción hacia este colectivo?

R.V.I.: “Es muy complicado porque los desfiles por el Orgullo Gay ya se venían celebrando en Cuba desde años atrás gracias a la labor de Mariela Castro, que es psicóloga y está especializada en sexología y es la fundadora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) en Cuba. Mariela Castro ha hecho una labor meritoria en favor de la educación sexual pero tiene también una vinculación muy fuerte con la política al ser hija de Raúl Castro. En 2019 el desfile del Orgullo Gay fue cancelado por motivos ajenos. No se explicó la razón de que fuera suspendido aunque se dijo que fue por un problema administrativo. De todas formas, muchos sí que lo celebraron extraoficialmente en la calle donde hicieron su conga. Detrás de la labor que ha hecho Mariela Castro, que repito es muy meritoria, queda todavía mucho por trabajar. Los vestigios machistas están muy arraigados en la sociedad cubana, sociedad que debe de enfrentarse a problemas reales como son los de violencia de género aunque estos casos son mucho peor en otros países de Latinoamérica”.

- Además del transformismo ¿qué otros asuntos trata el documental?

CH.H.: “La película toca ciertas aristas pero su objetivo no es la política. Como estadounidense y como ciudadano que forma parte de la comunidad LGTBIQ+ he sentido la homofobia en mi país y vivir en una sociedad heteronormativa pero el fin de la película es que sirviera de plataforma donde las chicas pudieran contar su historia. Hice el filme con chicas cubanas y si ellas no se hubieran sentido identificadas ni deseado participar, no habría podido rodar este documental”.

– ¿Hay un cineasta que le haya influenciado a la hora de rodar esta película?

CH.H.: “Me inspira en éste y otros trabajos un documental, Paris is burning (Jennie Livinstone, 1991), que se rodó en Nueva York y estuvo nominado a los Oscars. La película habla de la comunidad gay y del Virus de la Inmunedeficiencia Humana (VIH) en los años 80. Esta película ha sido desde que la vi una inspiración en mis trabajo”.

- ¿Cómo se planteó el documental?

R.V.I.: “Chad no tenía una idea preconcebida. Iba a entrevistar a las chicas y a ver un espectáculo en El Mejunje pero la cosa se fue ampliando al poder rodar en las casas de algunas de ellas. El caso es que la historia se fue conectando lo que llevó a que el proceso de edición resultara muy largo, de dos a tres años por la pandemia. Se tenía tanta información e imágenes de archivo que lo que comenzó siendo un corto terminó por ser un largometraje de 80 minutos”.

- ¿Está preparando algún proyecto cinematográfico?

CH.H.: “Ahora no, mi trabajo es a tiempo completo en televisión. Sí que habrá alguno en el futuro, de eso estoy bastante seguro, pero ahora mismo no barajo ningún proyecto”.

FIRMA FOTO: María Calimano

Saludos, y gracias, desde este lado del ordenador

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