Rostom Chkheidze: “Espero ver algún día la desintegración del imperio ruso”

Georgia se encuentra a caballo entre oriente y occidente y fue allí en sus fértiles valles donde cuenta la leyenda nació el vino, un descubrimiento del que se siente muy orgulloso un pueblo que sigue siendo uno de los más desconocidos de Europa. Y eso pese a contar con una historia que hunde sus raíces en el tiempo y una literatura en la que sus autores son también héroes nacionales porque no dudaron en ningún momento en hacer frente a las potencias que a lo largo de los años han ocupado su territorio. La más reciente, cuando Georgia fue absorbida por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), gigante al que este pequeño país le entregó a dos de sus hijos más siniestros: Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Iósif Stalin o José Stalin y Lavrenti Pávlovich Beria, personajes al los que no les tembló la mano para aplastar cualquier brote, cualquier intento de rebelión independentista en su lugar de nacimiento.

Con parte de su territorio arrebatado por la Rusia de Putin, Rostom Chkheidze (Tiflis, 1959) espera ver algún día “la desintegración del imperio ruso” y que los escritores georgianos ocupen por fin el espacio que se merecen en Europa, una demanda que Stefan Zweig ya comenzó a reclamar en 1928.

A día de hoy no existe en español ningún libro de autores georgianos traducido al español por lo que, defiende Chkheidze, ha llegado la hora de romper “las barreras lingüísticas para llegar a Europa”. Una comunidad de pueblos ante la que “nos sentimos muy unidos espiritualmente”.
Escritor, crítico literario, historiador, Rostom Chkheidze nació en el seno de una familia de escritores. En 1981 se graduó de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad Estatal de Tiflis y es doctor en Ciencias Filológicas desde 1992. Es autor de treinta novelas biográficas sobre escritores georgianos y figuras públicas y políticas y ha publicado numerosos estudios, artículos de crítica literaria y monografías sobre escritores georgianos y extranjeros.

Rostom Chkheidze fue uno de los invitados de las quinta edición del Festival Hispano americano de Escritores, que se celebró a finales de septiembre en Los Llanos de Aridane.

Esta entrevista fue posible gracias a la traducción desinteresada que hizo Lana Kalandia durante la conversación que mantuvimos con el escritor.

- ¿Hasta que punto ha frenado Rusia el desarrollo de una literatura georgiana?

“El caso es que Georgia siempre ha formado parte de la cultura europea solo que tras la ocupación rusa se interrumpió este proceso. Los escritores georgianos somos humanistas mientras que los rusos pecan de chauvinistas. Ahora mismo, observamos con esperanza la lucha contra Rusia que mantienen los ucranianos, con quienes nos solidarizamos. Rusia todavía ocupa una parte de nuestro territorio, hecho que combatimos desde la literatura y desde las trincheras. Trincheras son en las que se encuentran algunos de nuestros mejores escritores que luchan codo con codo con los ucranianos contra un enemigo común que es Rusia. Mi esperanza es ver algún día la desintegración del imperio ruso”.

- ¿Me gustaría conocer desde cuándo siente la necesidad de escribir?

“Desde la infancia. Nací en una familia de escritores. Mi padre fue un escritor de éxito en Georgia y en ese ambiente era natural mi interés por la literatura. Nací rodeado de libros y comencé a escribir poemas siendo muy joven. También cuentos e incluso llegué a publicar una revista literaria”.

- Muchas de las novelas que usted escribe son biográficas. ¿Por qué biográficas?

“Es un género que como lector me interesa desde que soy muy pequeño y quizá sea por eso que me atraiga e interese mucho escribir biografías sobre personajes históricos de la historia de Georgia. Para escribir una novela biográfica necesitas de un don especial. Tienes que ser además de escritor un científico. Y cuando tienes ese don, lo que hay que hacer es aprovecharlo y escribir. Hacerlo en Georgia implica un doble trabajo a diferencia del que hacen los escritores europeos ya que nosotros cogemos los materiales para nuestras novelas en archivos que en mi país están muy desordenados así que tenemos que buscar e investigar para conseguir la información. Por eso un escritor de novelas biográficas tiene que ser historiador y científico. Tiene que buscar, descubrir y escribir”.

- ¿Sus novelas tratan sobre héroes nacionalistas georgianos?

“Sí, pero muchos de estos héroes son escritores. Los escritores georgianos que fueron protagonistas de la historia son como héroes nacionales para nosotros porque lucharon contra el dominio de las potencias extranjeras. El último periodo, el que va desde el siglo XIX hasta el XX fue la época del dominio ruso, y en estas novelas se refleja la guerra de esos escritores y héroes nacionales contra el dominio ruso y la rusificación de nuestro territorio”.

- ¿Rusia no estimuló una literatura georgiana?

“Como todos los conquistadores estimuló una literatura de propaganda pero se perseguía al escritor que escribía en contra de la ocupación. Y si lo arrestaban no hacía falta censurarlo ya que directamente lo ejecutaban. Existía entonces una literatura clandestina y de vez en cuando una revista literaria oficial publicaba alguna cosa, lo que terminaba con un castigo si lo publicado no seguía la línea que imponían los bolcheviques. Muchos escritores georgianos fueron fusilados en la época de Stalin y otros pasaron por el gulag pero aún así la literatura georgiana no dejó de existir”.

- Menciona a Stalin que, junto con Beria, también eran georgianos.

“Stalin y Beria fueron especialmente duros con Georgia, su país. Eran de origen georgiano, dos georgianos que son los verdaderos constructores del imperio ruso y por eso mismo se empañaron en aplastar a Georgia. Durante ese periodo los escritores georgianos sufrieron más represalias que los escritores rusos. Los escritores rusos represaliados cuando fallecían se los rehabilitaba y se publicaban sus libros. No se les publicaba las obras que hubieran escrito contra el bolchevismo pero sí otras. Y se escribían artículos y tesis doctorales. Eso no pasó con los escritores georgianos a los que ni muertos se les levantó la prohibición. No podías decir su nombre en público. Se cuenta una anécdota de Grigol Robakidze que no se supo cuando los bolcheviques dominaban Georgia. Grigol Robakidze había escrito un drama que se escenificó en un teatro y la obra tuvo mucho éxito pero se prohibió mencionar el nombre de su autor y se dijo incluso que estaba escrita por otro. Es solo una anécdota pero refleja muy bien el absurdo de aquella época. Época en la que no podías mencionar a los autores represaliados, muchos de los cuales publicaron poemas folclóricos porque no se exigía que estuvieran firmados ya que se daba por hecho que la mayoría eran anónimos”.

-¿Qué es lo que pretenden los escritores georgianos?

“Hasta ahora Georgia formaba parte de la URSS y para los ojos del mundo nosotros pertenecíamos a ese país gigantesco. El objetivo ahora es sacar la literatura georgiana de nuestras fronteras y que se desparrame por el mundo y que se descubra que somos una cultura independiente de la rusa, y una cultura de muchos siglos y con una larga historia. Los escritores georgianos a lo que aspiramos es a colocar nuestra cultura en el mapa. Que se entienda que es una cultura auténtica y de gran valor. En este momento estamos intentado contar nuestra historia en Europa y en el mundo. Tender puentes y estamos muy esperanzados porque contamos con una gran literatura que nos respalda y a la que hay que respetar. Stefan Zweig lamentaba en 1928 que la literatura georgiana no hubiera traspasado las fronteras ya que pensaba que esa literatura era la luz del amanecer en occidente”.

- ¿Mantienen relaciones con los países que hacen frontera?

“En la época soviética no demasiadas. Lo que queremos ahora es que nuestra literatura mantenga relaciones libres con las demás. Bajo el régimen soviético nadie me hubiera dejado venir a este festival y en el caso de que sí me lo hubieran permitido me acompañarían diez chequistas para controlar mis actos y cada palabra que pronunciara…”

- Además de las novelas biográficas sobre héroes georgianos ¿escribe sobre la actualidad?

“No escribo novelas sobre la actualidad pero sigo activamente todo lo que se publica en mi país y escribo artículos y ensayos sobre el presente…”

– Pero ¿existe una literatura georgiana contestataria?

“Soy miembro del Parlamento de Georgia en la oposición y escribo en el periódico para dejar constancia de la actualidad de mi país. Tengo la idea de recopilarlos y publicarlo en un libro.”

- ¿Y que tal se portan los lectores georgianos con sus escritores?

“Tenemos muchos lectores pero queremos más. Los lectores de hoy tienen gusto literario. A mi me obsesiona lo que piense el lector y se organizan muchos encuentros de lectores con escritores no solo en la capital, Tiflis, y en esos encuentros a los que voy me mantengo muy atento a lo que me dicen porque es fundamental entender lo que piensan. Es un proceso no solo en el que enseño algo sino que ellos, los lectores, me enseñan a mi mucho también. Y no solo en estas reuniones sino cuando me paran en la calle y hablamos”.

- Y sobre esos escritores y héroes georgianos ha descubierto alguno que desconociera por completo?

“Al crecer en una casa de escritores estuve muy bien informado desde pequeño de la vida clandestina de la literatura georgiana, que estaba prohibida por los bolcheviques. Además, trabajé mucho en los archivos, rebuscando y revisando documentos para aprender más y así sigo: busco, descubro y escribo” .

ALGUNOS DATOS SOBRE GEORGIA

Nombre oficial: Georgia (Saaqartvelo en Georgiano)
Localización: Georgia está situada en lo que tradicionalmente se conoce como Eurasia. Limita al oeste con el Mar Negro, al oeste con Turquía y al sur con Armenia, al este con Azerbaiyán y al norte con Rusia.
Capital: Tiflis (Tbilisi) (ubicada en su región titular)
Población: Aproximadamente 4 millones
Religión: Cristianos Ortodoxos (80%); Musulmanes Georgianos y Azerbaiyanos (10%); Ortodoxos Armenios (3%) y Católicos, protestantes y otros (en total menos del 7%)
Sistema Político: República Democrática. El jefe de Estado es el Presidente.
Bandera de Georgia: La bandera de Georgia está adornada con cinco cruces rojas sobre una paleta blanca. Una cruz roja divide la paleta en cuatro secciones en las que se colocan cuatro cruces rojas más pequeñas. Se dice que este diseño se originó en el período medieval y que fue revivido como la bandera nacional de Georgia en 2004

Saludos, al fondo se ve el Teide entre brumas, desde este lado del ordenador

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