Cosas de La Nuestra

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El polémico nombramiento de Guillermo García al frente de la Radio Televisión Canaria (RTVC) hace necesario repasar la trayectoria de los anteriores responsables del Ente público canario para dibujar una radiografía imperfecta sobre su evolución a lo largo de todos estos años.
No voy a entrar en valoraciones sobre la idoneidad de García para ocupar tan alta responsabilidad, ni siquiera me voy a partir los dientes cuestionando sus capacidades intelectuales por carecer de títulos académicos porque soy de los que piensa que los títulos títulos son y en mi ya larga vida profesional me he dado cuenta que los mejores periodistas no suelen forjarse en las aulas de las universidades sino en las redacciones, algunos/as de los cuales comenzaron su trabajo como humildes aprendices y hoy ocupan puestos de importancia en aquellos medios donde también se tiene en cuenta la experiencia que proporciona la universidad de la vida. Además, creo que el título no otorga talla intelectual a quien lo consigue pese a que se haya quemado los hombros estudiando, y puedo asegurarles que conozco a demasiados analfabetos sobrados de sí mismos porque poseen un título colgando de la pared de su casa. Pero así son las cosas en un país enfermo de titulitis.
Si algo ha visualizado la designación de Guillermo García como responsable de la RTVC es  la profunda división que existe entre los medios en Canarias, así como la poca práctica que se hace del clásico perro no come carne de perro que es un dicho siniestro que forma parte de los mandamientos no oficiales del periodista hecho o no así mismo.
No conozco personalmente al señor García, y si bien no me han gustado determinadas acciones que caracterizan su trabajo como profesional, ello no ha mitigado el profundo asco que me dejado en la boca la polémica en torno a su nombramiento. En especial porque las críticas que cuestionan su valía profesional se han salido del tiesto.
La TV Canaria inició su andadura bajo la dirección de un reputado pero hoy también crucificado periodista como es Jorge Bethencourt, que con sus pros y sus contras levantó los cimientos de una televisión (entonces Televisión Autonómica Canarias) que nació envenenada desde su primera emisión el 21 de agosto de 1999. Liquidado Bethencort, Francisco Moreno se hizo cargo de esta responsabilidad logrando el pequeño milagro de hacer probable una televisión canaria ajenas a contenidos rosas y telerrealidades varias por lo que desde mi modesta opinión considero su gestión como la más sólida de Nuestra Casa, ya que Moreno apostó por programas de aquí sin caer en las excentricidades en las que sí se hundió su sustituto en el cargo, Santiago González y en última instancia Daniel Cerdán, a quien le tocó resolver una de las más difíciles papeletas de la RTVC, consciente él y conscientes casi todo de que tenía los días contados.
El futuro es ahora cosa de Guillermo García. Y no le envidio el desafío ante el que se encuentra, sobre todo cuando desde todos los lados advierten que estudiarán con lupa su gestión y los pasos que dé en una u otra dirección. En este aspecto soy de los que opino que una vez nombrado se le deje trabajar y no especular sobre sus capacidades para gestionar el presupuesto con el que dispone para consolidar por fin una televisión y también una radio que llegue a todos los canarios. Con esto quiero decir que tendrá que buscar un equilibrio entre el folclore, los deportes y la cultura, entre otras grandes áreas. Áreas, todo sea dicho de paso, que ninguno de los responsables anteriores en el cargo, salvo quizá Francisco Moreno, supieron equilibrar con la justicia que se merece.
Me despido deseándole toda la suerte a Guillermo García en su nueva etapa profesional mientras pienso lo afortunado que soy, y que son quienes han tirado la primera piedra, por no estar en su pellejo.

No Responses to “Cosas de La Nuestra”

  1. Antonio Almenyda Says:

    En mi modesta opinión, el airado debate sobre el nuevo director de la Televisión Autonómica ha mostrado un talante sesgado que sólo ha contemplado dos posturas, ambas carentes de argumentos sólidos desde sus respectivos frentes.

    Si ya es triste escuchar a todo un Presidente del Gobierno de Canarias aludir a términos tan dadaistas como el ahora tristemente popular “Universidad de la vida”, excusa barata donde las haya y que abre la puerta a colocar indocumentados de diversp pelaje en puestos de relevancia, sin más argumentos de peso para defender el hecho de que han colocado a un gran comunicador donde lo que hace falta es un gran gestor (el Principio de Peter hace nuevamente acto de aparición), más triste aún es escuchar a la oposición atrincherada exclusivamente en la solicitud de méritos académicos que obviamente brillan por su ausencia, obviando los logros profesionales de este comunicador a lo largo de tantos y tantos años de carrera dentro de uno de los medios de mayor audiencia y difusión en Canarias.
    Posiblemente los mismos que ahora arremeten contra García es casi seguro que desconozcan el dato de que cuando Orson Welles rodó su obra maestra, “Ciudadano Kane”, el tío no tenía ni idea de como funcionaba una cámara. ¿Impidió ello que se plasmara la idea que tenía el director en la cabeza y con los resultados de sobra conocidos? Falta de fe y ganas de armarla sin más.

    Ahora bien, y es a donde quiero llegar. ¿No había nadie más capacitado y cualificado para ejercer labores de dirección al frente de La Nuestra? ¿Tan desolado está el panorama profesional que García es la única opción viable, a sabiendas de que si no lo hace bien, son argumentos a favor de La Oposición? Preocupado me hallo llegados a este punto.

    Sólo queda esperar, a ver que pasa…

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