Sátiras del poder y la fama

No es un fantasma, pero casi. Paco Obrer me envía desde aquel Madrid de… su nuevo libro , titulado Vanitas Vanitatis. Sátiras del poder y la fama en el que retrata con un estilo despiadado a 90 protagonistas de la actualidad nacional e internacional con pluma afilada y ganas de meter ruido. Mucho ruido.

El fantasma de Paco Obrer, pseudónimo tras el cual se esconde un personaje acostumbrado a usar máscaras, aprovecha estos retratos para meter el dedo en la llaga y nos cuenta sus delirantes visiones personales de estrellas de la farándula cañí como Isabel Pantoja y de políticos del talante de Zapatero.

El estilo es cuidado, y la risa no deja de sacudir al afortunado lector que se introduce en este universo de canallas tras un breve pero sustancioso prólogo firmado por Raúl del Pozo.

Publicado por Amargord Ediciones, Vanitas Vanitatis cuenta con perlas tan descacharrantes como las siguientes: “Zapatero ganará, y lo hará a golpe de errores ajenos y paciencia, de alfombrilla, de cupones de la ONCE, de café con leche y churros en la cafetería del Congreso” (…) “Lo que choca de este personaje con carta astral de funcionario es que nos hable de socialismo libertario y venga defendiendo la sociedad civil. Defendiendo a los que no somos políticos, ni afiliados, ni funcionarios, ni curas, ni militares, ni sindicalistas ni rentistas de ínsula bancaria alguna”. O esta otra pincelada, ahora sobre Aznar, ”Muchos sospechan que se la ido la olla. Dicen que le ha salido un gorro invisible de Napoleón. Otros piensan que hay que erigirle una escultura en la Castellana a lomos de un caballo, aunque quede un poco paticorto, con la siguiente leyenda: A Ansar I, el belicosillo”.

Vanitas Vanitatis es así. Retratos y retratos desquiciados y desquiciantes de personajillos y personajes que como Alfonso Guerra, Almodóvar, Garzón, Bono, Pujol y Rappel, entre otros ilustres, forman parte del espejo deformante de esta España en la que vivimos. Un libro que respira mensaje libertario, y cuyas palabras no tienen miedo ni inquietud al que pasará… y sí mucho de mofa, de reírse de los famosos y de los poderosos porque su autor, Paco Obrer, el fantasma, sabe que es la única manera de darle donde más les duele: mostrando que son tan ridículos y surrealistas como nosotros mismos.

No tiene desperdicio este libro ácrata y canalla, sobre todo en unos tiempos como vivimos tan necesitados de llamar a las cosas por su nombre. Su lectura, al menos, me ha limpiado medio cerebro de basura cotidiana. Así que sólo por su labor de desagüe merece la pena leerlo.  

Danke Obrer, el fantasma… 

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