El crepúsculo de los ídolos: Curso sobre Nietzsche en la UNED

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Si hubo un libro que marcó la adolescencia de quien les escribe, además de Guardián entre el centeno, del enigmático J. D. Salinger, fue Así habló Zaratustra, de Friederich Nietzsche. De hecho, Así habló… se convirtió en un libro que todos los culturetas de aquellos años (principios de los 80) teníamos que haber leído. Recuerdo un amigo (cuyo nombre no voy a revelar) que aparecía por el Instituto con su edición de bolsillo de Alianza Editorial con las páginas subrayadas con bolígrafo, y a mí esas cosas siempre me han puesto los pelos de punta, me refiero a que subrayen un libro con bolígrafo o rotulador… Mi amigo, que lo sigue siendo, se sabía también frases enteras del libro y fue de los que me animó a que me sumergiera en aquellas páginas que eran todas ellas “fuentes de sabiduría”. Por aquel tiempo yo asociaba a Nietzsche con un filósofo extravagante y con una rara e inquietante idea del súperhombre que, según otro amigo iniciado en la compleja lectura marxista, era cosa de nazis.

Fuera por ello, es decir, que leer a Nietzsche según los militantes de izquierda de aquellos días fuera como adentrarme en la lectura prohibida del Necronomicón del árabe loco Adbul Alhazred, o porque para los otros, los que lo defendían y supuestamente se habían iniciado (ya iban por el Instituto con las ediciones de El Anticristo y Más allá del bien y del mal asomando por el bolsillo de aquella ridículas chaquetas de pana) en los conocimientos transgresores de aquel señor con bigotes de morsa, pronto adquirí una edición de Así habló Zaratustra y, carambolas, lo que pensaba iba a resultar una lectura espesa donde no pasaba nada y sí te contaban cosas, me tocó algo en la cabeza y sin entender demasiado lo que decía, supo cogerme por el cogote y el corazón.

Leer a Nietzsche significó de alguna manera que me adentrara en la que yo pensaba eran complicadas lectura para adultos. El problema, pero eso lo descubrí más tarde, es que hay libros que que te llaman independientemente de cual sea tu edad. Y cuando te llaman algo se enciende, es como si te hicieras mejor persona porque te acostumbras a estar contigo mismo… 

Ustedes perdonen este viaje al pasado, pero es que siento debilidad por Nietzsche y rabia por no poder estar presente en el seminario Nietzsche trágico. Eros, arte, divinidad que se desarrolla hasta el viernes en la sede del centro asociado de la UNED de La Laguna, jornadas que forman parte de su XIX Cursos de Verano.

La lección de mañana, jueves, la imparte el profesor ayudante de Filosofía de la Universitat de València, Luis Villacañas, que hablará sobre Benjamin, Borges, Whitman. Retornos de la filosofía a partir de Nietzsche (10 horas); a la que seguirán Formalismo y fatum en la estética de Nietzsche: de buffa philosophia y El lay de Aristóteles: akrasía y gaya scienzia, que impartirán los profesores José Vidal, doctor y miembro del grupo de investigación UNED filosofía, y Francisco Arenas, de la Universitat de Valencia, respectivamente a las 11 y 12 horas.

Por la tarde está previsto proyectar el largometraje Portero de noche, de Liliana Cavani, proyección que de verdad no entiendo, ya que todo buen cinéfilo sabe que esta irregular directora es responsable de un excéntrico biopic del filósofo titulado precisamente Más allá del bien y del mal… supongo que no habrán conseguido copia de la película, o quizá la desecharon porque muestra una visión demasiado humana del filósofo. No sé, y la verdad es que tampoco me importa.

Lo más interesante de la jornada de mañana, jueves, es la Fiesta nietzscheana que anuncia el programa sel seminario. Y digo que es lo más interesante porque entre concurso de disfraces y líquidos varios para animar cuerpo y mente, no me extrañaría nada que se convocara al espíritu del mismísimo Nietzsche para que forme parte de un party que espero sea desacralizador con su figura.

Parafraseando al viejo filósofo de los mostachos, gritemos de una vez ¡Nietzsche ha muerto!

El curso finaliza el viernes con una lección magistral que desarrollará el profesor de Filosofía de la Universidad de Barcelona, Andrés Sánchez Pascual, con el título de ¿Por qué es trágico el conocimiento? a las 10 de la mañana. A las 11.30, la catedrátrica de Filosofía de la UNED, Teresa Oñate, cierra el curso y la burbuja nietzscheana con La ontología estética de los hijos y las hijas de Nietzsche. ¿Alguien da más? No lo sé, pero sí que sé que los de la UNED sí que se lo han montado bien en unos tiempos tan crepusculares para las ciencias humanas.

No Responses to “El crepúsculo de los ídolos: Curso sobre Nietzsche en la UNED”

  1. David Delgado Says:

    Bien por el centro de la UNED en Tenerife. En Las Palmas nos tienen algo abandonados a los de Filosofía, al menos que yo sepa. Hace más la Universidad de Las Palmas de G. C. con sus ciclos abiertos que la propia UNED con alumnos propios en sus centros. Como me dicen algunos conocidos “¿Filosofía, para qué sirve eso?”.
    ¡Salud!

  2. editorescobillon Says:

    Es una pena que la UNED en Las Palmas no se haya puesto las pilas, y sí, amigo, yo también he sido víctima de ¿para qué lees, si eso es perder el tiempo?
    Parece que ya nadie se acuerda de un bonito lema de aquellos años en los que era joven y meridianamente feliz: “Lee y discute”. Y sí, hoy se discute mucho pero no se lee.
    ¡Salud!

  3. Ana Says:

    Yo tuve la suerte de poder acudir al curso, que fue tan interesante como prometedor lo veía Eduardo: el party estuvo a la altura de las ponencias (o Más.-)), la película, curiosa, al menos si no se conoce, y lo mejor de todo el ambiente de todos los implicados.
    Si repiten al año que viene, os lo recomiendo.

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