Me entero de la noticia por un sms enviado por un buen amigo: “Ha muerto Humberto Solás”. Leo el mensaje e inevitablemente viajo al pasado, buscando en mi cada día más erosionada memoria las películas del cineasta que albergo con recato en esa habitación desolada que es mi cerebro. Y como una luz me viene el recuerdo: Lucía. Y su actriz protagonista, Eslinda Núñez, que fue (por si les interesa el dato) uno de mis primeros mitos eróticos en mis dulces años de juventud junto a Ingrid Bergman.

Además de Lucía, Humbero Solás dirigió Cecilia (una vez más con Eslinda Núñez) y la que probablemente sea su película más conocida y celebrada en los foros de la progresía roñosa y no tan roñosa: Un hombre de éxito. No podemos olvidar que fue responsable de una irregular adaptación de El siglo de las luces, la monumental y barroca novela de Alejo Carpentier, y que en los últimos tiempos había firmado Miel para Oschún y Barrio Cuba. Murió en La Habana el miércoles pasado, tenía 66 años.

Humberto Solás pertenece a la generación de cineastas cubanos que se forjaron bajo la sombra alargada de la Revolución cubana. Forma junto a Tomás Gutiérrez Alea y Santiago Álvarez el panteón de los clásicos del cine revolucionario: meridianamente libre, original y con ganas de contar historias cubanas con vocación universal pese a estar teñidas (muy) ligeramente de socialismo tropical. Este cine intentaba mostrar también en pantalla el hombre nuevo al que aspiraba la Revolución Cubana en los años más felices de su historia, mitad de los 60 y 70.

Cineastas como Solás, Tomás Gutiérrez Alea o Santiago Álvarez son los responsables de que haber construido, con el respaldo del ICAIC al frente de Alfredo Guevara (amigo personal de Fidel Castro) una de las mejores cinematografías del continente latinoamericano junto al Cinema Novo brasileño. Las claves para conseguirlo fueron, entre otras, hacer un cine diferente, personal y con clara voluntad crítica. Para comprobarlo basta con adquirir algunas de estas películas en las cuidadas ediciones en  formato dvd que hoy está sacando adelante el ICAIC y que pueden conseguirse, al menos en Madrid, en establecimientos como FNAC. Desgraciadamente en esta tierra de exilio que es Canarias no es posible salvo si recurres a san Internet. En ese caso le recomendamos Un hombre de éxito y Lucía. Verlas ahora sabe a cine diferente, independientemente de su ¿feroz? discurso político.  

Esta anotación fue publicada el Viernes, 19 de Septiembre de 2008 a las 10:08 y está archivada en la categoría de El Blog de El Escobillón. Puedes seguir cualquier respuesta a esta anotación a través de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o hacer un trackback desde tu página web.