Paul Newman, la leyenda del indomable

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Me entero por un lector de una tristísima noticia: Ha muerto Paul Newman. Y a la mente se me viene de golpe los grandes papeles que interpretó en películas que me han marcado como espectador y como persona: El buscavidas, Dos hombres y un destino, Marcado por el odio, El golpe, La leyenda del indomable, Éxodo… es como si me haya dejado uno de los míos, un actor (y también director) que siempre fue una referencia con sus poderosísimos ojos azules. Hace poco tiempo anunció que se retiraba de la escena víctima de un cáncer de pulmón, que es ese cáncer maligno que nos amenaza a todos los que fumamos como chimeneas, y noqueado, más triste de lo que estoy todavía, escribo estas líneas para rendirle mi modesto homenaje.

 Era uno de los grandes, de los últimos gigantes que le quedan a un Hollywood que hoy está devorado por el plástico. Un pedazo de actor que llenaba pantalla y derramaba talento. Un tipo que lo tuvo difícil porque era demasiado guapo, pero que supo moldearse para hacer creíbles a los esteparios con corazón roto. En El buscavidas (y en su excelente continuación, El color del dinero de Martin Scorssese) interpreta a un Eddie Felson  en estado de gracia. Felson es un perdedor pero también un luchador, uno de esos tipos a los que por mucho que les machaque la vida se siguen levantando para recibir más golpes. La última escena de esa obra maestra de Robert Rossen es un monumento épico a los que nos tumban todos los días. Newman estaba ahí para recordarnos que a pesar de los golpes, tienes que levantarte antes que decirle basta a los idiotas, a los que piensan que están por encima de ti porque les sobra dinero o porque creen que de ellos es el reino de este mundo. Repitió el mismo esquema de tipo al que sacuden por todos los lados en Marcado por el odio, cruda autobiografía del boxeador Rocky Marciano, y todos, seámos hombres o mujeres, nos enamoramos de su cínico encanto en Dos hombres y un destino y El golpe, donde compartió protagonismo con otro guapo aunque estirado, Robert Redford. Pienso ahora que no lo debe de estar pasando muy bien el señor Redfor. Ha muerto Paul Newman. Un mito viviente del cine americano. Un actor que hace que callen las voces de todos aquellos imbéciles que desprecian lo que hizo grande Hollywood.

 ¿Cuándo fue la úlima vez que vi una película suya en el cine? ¿Fue Camino a la perdición? No lo recuerdo bien, pero sí que en esa extraña y fascinante historia de gángster, un viejo y sobrio Newman se comía a pedazos a Tom Hanks. Cuando estaban juntos en pantalla no podías apartar la mirada del viejo. Sus ojos, un ligero y elegante movimiento de su cuerpo. Daba escalofríos…

Newman cuenta con un puñado de películas cuyas imágenes han dejado huellas al rojo vivo en mi memoria cinéfila: ¿Quién no se acuerda de cómo devoraba huevos en La leyenda del indomable?, ¿o de cómo la daba al taco en El Buscavidas?, ¿o cuándo junto a Redford se tiraban del acantatilado al río para escapar de sus perseguidores? No fue Dios, pero casi. Con él desaparece uno de los más grandes actores del cine norteamericano de todos los tiempos. Era una leyenda, y como tal leyenda continuará viva, aunque me saben a tópico tontorrón este pensamiento. Newman ha muerto, me quedan sus películas pero el hombre de los bonitos ojos azules ya no está entre nosotros.

Casado con la excelente actriz Joanne Woodward, me siguen llegando más títulos del actor a la cabeza, Cortina rasgada, La gata sobre el tejado de zinc, El coloso en llamas, que interpretó con otro grande, Steve McQueen; Hud, Dulce pájaro de juventud…. Tantos y tantos encuentros con un actor que esta mañana y en silencio se ha apagado.

No sé a todos ustedes, pero hoy me siento además de triste un poco más solo.

10 Responses to “Paul Newman, la leyenda del indomable”

  1. eddie felson Says:

    Se ha ido uno de los grandes. Todos nos hemos quedado huérfanos. Jugar al billar ya no será lo mismo.

  2. Claptonista Says:

    Aunque reconozco que no he llegado a ver todas las películas de la filmografía de Paul Newman -malo, malo-, me gustaría recomendar una especialmente: UN DÍA VOLVERÉ (París Blues en su versión original. 1961) Sumen la interpretación de dos grandes como son Paul Newman y Sidney Poitier más la música de Duke Ellington y un magistral cameo de Louise Armstrong en pleno club de jazz. ¡Grande, muy grande!

  3. editorescobillon Says:

    Si te gusta el jazz (confieso que es una de mis debilidades espero que legítimas) y también el cine te recomienda El trompetista, interpretada por Kirk Douglas y si no me falla la memoria Doris Day y Lauren Bacall. El filme (reitero que si no me falla la memoria) lo dirige Michael Curtis (¿?). Ya más reciente está Bird, biopic de Charlie Parker, y una de las mejores películas de Clint Eastwood detrás de las cámaras. Y sí, Un día volveré es una gran película sobre el jazz y un buen homenaje al gran Paul Newman, pero mira si puede esos dos títulos que te recomiendo. Creo que me lo agradecerás. Un fuerte abrazo.

  4. Claptonista Says:

    Tengo vaguísimos recuerdos acerca de El Trompetista como una de las primeras películas en blanco y negro que creo haber visto, pero ahora que me la traes a la memoria voy a intentar conseguirla y echarle un vistazo de nuevo. Los pequeños flasbacks que tengo me han abierto el apetito. En cuanto a Bird… prometido que la tengo entre los primeros puestos del ranking en la lista de “pendientes antes de morir” :D

    Si quieres disfrutar leyendo sobre algunas figuras imprescindibles del jazz, intenta conseguir el libro DEEP IN A DREAM. LA LARGA NOCHE DE CHET BAKER de James Gavin. Fundamental, a mi parecer. Y MILES DAVIS. LA BIOGRAFÍA DEFINITIVA de Ian Carr. Por cierto, que hace unos meses me quedé con un manojo de pelos en la mano cuando leí en un libro sobre LA MÚSICA CREATIVA EN CANARIAS (Juan Carlos Tascón Trujillo) que Ray Charles, Miles Davis y Chet Baker actuaron en los años ochenta en Gran Canaria y Tenerife. Siempre había pensado que esas actuaciones no fueron más que leyendas urbanas pero sólo de pensar que en esa época uno era un mataperros callejero ignorante de lo que estaba sucediendo a unos pocos kilómetros de casa se me encoge el estómago. Nunca me perdonaré no haber sido consciente de aquello hasta que ya fue demasiado tarde. Me pregunto dónde estará hoy el taxista que llevó a Miles Davis al Estadio Insular y esperó allí por él hasta que acabara de actuar. Estaría dispuesto a comprarle el taxi -o el sillón donde descansó sus posaderas el Master of Universe- por la cantidad de euros más cercana al valor de una buena hipoteca de hoy en día.

    Un abrazo enorme desde la otra orilla.

    P.D.: Efectivamente, Eduardo, El Trompetista está dirigida por Michael Curtis y sus protagonistas son Kirk Douglas (el mismo Kirk que se rumoreó que vendría a recoger la Lady Harimaguada de Honor en la primera edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. Nueve ediciones después lo sigo esperando sentado en las escaleras del Auditorio Alfredo Kraus), la guapísima Lauren Bacall y Doris Day

  5. editorescobillon Says:

    Sabía que el viejo Miles había actuado por esta tierra pero ignoraba el dato de Chet Baker, un tipo que cuando toca la trompeta me encanta pero que cuando canta me rompe el corazón. Me cuesta un riñón oírlo porque me sume en un estado de depresión cuasi profundo, así que prefiero a las viejas damas dándole a la voz como Dinah Washington o la inimitable Blllie Hollyday. Te recomiendo, ya que estamos, una estupenda biogarfía sobre el mítico Bird (es una debilidad, me encanta Parker) publicada hace unos años y que tengo en casa, buscaré el libro para darte más datos. También hay una autobiografía jazzística que no tiene desperdicio, y que firma un músico blanco que siempre quiso ser negro, Chezz Merrow, que terminó siendo íntimo del más grande (con permiso de otro grande, Duke Ellington) como fue Louis Amstrong. En esa biogarfía Merrow (creo que se escribe asi, tengo el libro en casa y corregiré el dato un día de estos) cuenta su descenso al mundo de la droga. Estremecedor. En español también hay unos escritos sobre jazz de Boris Vian que no tienen desperdicio.
    Gracias por tu comentario y, cómo no, sabrosas revelaciones.
    Y viva el be bop!

  6. Claptonista Says:

    Sí. 1983. Recinto portuario, o explanada portuaria o algo así. Vamos, en la zona del Puerto de La Luz respecto a Gran Canaria. Una zona horrible para conciertos, a día de hoy, al menos, aunque desconozco el lugar exacto, ni las condiciones que se recogieron en aquellos días, ni si eran las más adecuadas o se levantaron buenas infraestructuras para una visita como la de un ya destrozadísimo Baker hizo por aquel entonces. El libro no lo tengo a mano ahora mismo; de hecho, no estoy seguro de si hubo una actuación en Tenerife también o fue sólo en “la redonda y desangelada tercera” ;) y si intentas buscar información sobre el asunto apenas encuentras alguna reseña. He intentado dar con el paradero de gente que haya asistido al menos a uno de los tres conciertos que nombré en el post anterior (Baker, Davis, o Charles) para que me cuenten algo y sólo he dado con un señor que vende libros en una famosísima casa de lectores de Las Palmas de Gran Canaria -y como dice Manolo Vieira: quien lo quiera coger, que lo coja-, que me contó que por aquella época la empresa que se encargaba de gestionar la seguridad para Miles Davis no envió la protección requerida en el contrato y tuvieron que echar mano de él y de otros colegas, los cuales conocían a los promotores de todo el asunto y les colocaron el traje de seguridad para hacerse pasar por empleados de la vigilancia. Incluso este señor, al parecer, se acercó al camerino de Davis porque tenía que entregarle la trompeta con la que iba a actuar y alcanzó a escuchar un ensayo -afinamiento del instrumento supuse yo entonces- desde un punto del pasillo donde se encontraban.

    Resumiendo, que estar, estuvieron los tres magníficos. Evidentemente, y por desgracia, faltó Charlie Parker para completar el cuadro de los cuatro fantásticos. Aunque desconozco saber, al menos a día de hoy, si Parker pasó alguna vez por el Archipiélago.

    Gracias por tus reseñas, Eduardo, aunque te seré sincero y es que las autobiografías… bufff… me suenan un poco a pufo y más intentar recordar situaciones que se vivieron estando bajo los efectos de las drogas. Nunca he creído en el valor de la autobiografía. Hay mucho ejercicio de ego, vanidad y ficción interesada en ellas. O, incluso, de simpleza irrespetuosa, tal y como dejó bien clarito Eric Clapton con la suya. ¡Qué desilusión sentí cuando acabé de leerla! Si hasta yo podría haberla escrito de manera más completa con lo que sé de haber leído los artículos durante años de la revista Rolling Stones :D

    P.D.: Espero que te hayas dado un salto el pasado mes de marzo para ver a Chris Botti en el Auditorio Alfredo Kraus. Algunos dicen que es el heredero de Parker, otros de Baker. Y a veces da esa sensación.

  7. editorescobillon Says:

    Gracias por la información. Y no, mucho me temo que Dios Parker nunca se paseó por las islas, ni por la redonda ni por la picuda. Respecto a los de las autobiografías… en fin, estoy de acuerdo contigo, pero la que te recomiendo es muy intensa y auténtica. De veras.
    Un fuerte abrazo desde el otro lado del charquito.

  8. maru Says:

    necesito alguien que me diga como ver la pelicula la leyenda del indomable no la encuentro por ningun lado
    carita__ruborizada@hotmail.com
    HELP

  9. Luis Abaroa Says:

    Hola… yo estuve alli, en el estadio, esperando que llegara el taxi de Miles Davis, hasta la misma escalera del escenario, con un Miles Davis colosal, dentro de un cuerpo realmente arrasado, cada nota un vuelco en el estómago, cada agachada del maestro una tensión imprsionante al borde del escenario, la sordina casi le llegaba al suelo cuando penetraba el aire con su sonido. La verdad es que aún lo disfruto y por su recuerdo me he metido a buscar qué se decía en internet sobre ello y les he encontrado a ustedes…pocos conciertos he visto, por eso este lo tengo grabado a fuego, no puedo decir que fuera en el 86 ni 87, creo que fue antes, en un tiempo que se sucedían los conciertos muy rápidamente, Eddy Grant, Pablo Milanés , Serrat… muy buen tiempo aquel… Nos dejó Miles con ganas, pero también satisfechos con él, pues dio lo mejor, el grupo acompañó bien y el tiempo y la noche hicieron lo demás . En fin, algo para no olvidar nunca y eso he hecho. Saludos

  10. admin Says:

    Muchas gracias por tus palabras.

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