James Ellroy se mete en las entrañas de ‘El asesino de la carretera’

ellroy1.jpg

Para los lectores de James Ellory la publicación en castellano de cualquiera de sus novelas es una buena noticia. Pero si esa novela se trata de uno de los primeros trabajos del escritor aún inédito en nuestro país, las bondades de la noticia se multiplican porque soy de los que piensa que el mejor Ellory es el de sus inicios y no el de nuestros días, cuyo estilo ha terminado por estar afectado de una obsesión telegráfica que abruma y sus historias en confusas (y muy violentas) líneas argumentales protagonizada por demasiados personajes.

Encontrarme esta semana con El asesino de la carretera (Ediciones B) ha supuesto por ello una gratísima sorpresa, sobre todo al constatar que se trata de una de las tres novelas que no pertenece a ninguna de sus series o trilogías (Cuarteto de Los Ángeles, Trilogía americana, y Trilogía del sargento Lloyd Hopkins). El asesino de la carretera recupera además al Ellroy bronco de sus principios, el que el aficionado puede rastrear en novelas como Réquiem por Brown, ya que narra un sencillo (aunque sórdido) relato empleando la primera persona del singular. O lo que es lo mismo, la historia nos es contada por su protagonista.

En esta ocasión, y tal y como ya anuncia el título, la voz interior es la del asesino en serie Martin Plunkett, quien nada más ser detenido por agentes del FBI (no revelamos nada porque la novela comienza con su detención) decide confesar sus crímenes a cambio de que su autobiografía vea la luz. Así, escribe sus memorias mientras cumple las cuatro cadenas perpetuas a que ha sido condenado. Nacido en Los Ángeles en los años cincuenta, su adolescencia es extraña y compleja, hasta el punto de que, en cierto modo, acaba provocando el suicidio de su madre. A raíz de este suceso, queda bajo la tutela de un oficial de policía, de quien aprende justo lo que no debía: el oficio de ladrón. Martin tiene una inteligencia extraordinaria y cierta tendencia al aislamiento, por lo que va construyendo sus obsesiones mientras continúa con los atracos. Tras pasar un año en la cárcel, comete su primer asesinato, el primero de una larga serie.

No es aventurado afirmar que El asesino de la carretera además de ser una excelente novela policiaca es una excelente novela de terror. Y apuntamos lo de terror porque Ellroy se sumerge en las entrañas de un asesino serial, mostrándonos el mundo a través de sus ojos y, lo que es peor, asistiendo impotentes a las matanzas que perpetra por puro instinto depredador. En la novela, como en otras del escritor, participan personajes reales, como el tristemente Charlie Mason en uno de los capítulos más emocionantes y también terribles del libro. “La oscuridad parecía pulsar en el interior de la celda y, por unos instantes, pensé que el hombre espejo se había ido. Me disponía a agarrarme a los barrotes y forzar los ojos para ver el interior, cuando una voz suave de tenor cantó: “Me dices que es la institución, bueno, ¿sabes?, es mejor que antes liberes tu mente” –se produjo una pausa y luego la voz añadió– Yo te veo, pero tú no me vez. ¿Crees en  el mensaje de esa canción, enchufado?”

La novela de Ellroy no justifica los actos injustificables del monstruo pero sí transmite su miedo ante la posibilidad de que personajes así (aparentemente normales) paseen por las calles de nuestras ciudades bajo una sola motivación, la de satisfacer sus deseos por muy bajos que resulten.

Martin Plunkett puede estar inspirado en algunos asesinos seriales como Ted Bundy o Ed Kemper, pero el personaje del novelista va un poco más lejos que estos dos monstruos reales al desnudarse por dentro y mostrarnos su corazón, un órgano arrugado y enfermo, ajeno a toda humanidad y, paradójicamente, con mucho miedo.

Como algunos otros grandes libros del escritor, no es El asesino de la carreta una novela recomendable para toda clase de públicos. El lector no se va encontrar con un manual de violencia de diseño a lo American Psyco de Brett Easton Ellis, ni siquiera con un asesino serial amante de las bellas artes como el Hannibal Lecter de Thomas Harris: el protagonista de la novela de James Ellroy es un hombre sin alma, un personaje que no siente la vida ni sus complejas relaciones. Un muerto en vida por el que no hay que tener ningún tipo de compasión (en todo caso una fascinación casi entomológica). Por eso acuñamos que el autor de L. A. Confidential ha escrito además de una extraordinaria novela policiaca una extraordinaria novela de terror. Conmueve, horroriza y sobre todo te deja mal cuerpo. Muy mal cuerpo.
 

No Responses to “James Ellroy se mete en las entrañas de ‘El asesino de la carretera’”

  1. Wayne Tedrow Jr Says:

    En septiembre aparecerá en EEUU la novela que cierra la trilogía América. Ediciones B la publicará en español en marzo de 2010. Una buena noticia para los seguidores de James Ellroy, que llevaban esperando la conclusión desde el año 2001 en que salió “Seis de los Grandes”.

  2. editorescobillon Says:

    Gracias por tu información, que me ha puesto los colmillos muy grandes.

Escribe una respuesta