* Si alguien sabe algo de la II Bienal de Arquitectura, Arte y Paisajes de Canarias que lo diga porque tras la incendiaria polémica de meses atrás apenas salen cositas a la luz. Ya dijimos que hay cabreo en el mundillo del arte canario porque entienden que se le está dando más prioridad al aspecto arquitectónico que al plástico, cosa que ya veremos cuando inicie su andadura en noviembre si Cthulhu así lo considera. Al parecer, una de las ideas sobre las que girará la iniciativa es el mar, lo que promete interesantes investigaciones sobre los palafitos y su impacto en la cada día más maltratada geografía insular. 

* Mal rollito.com, que se dice. Suena por los mentideros culturetas de la isla (que gusta mucho de mentideros, de todas clases porque nos va la ecuacíón de pueblo chico = infierno grande) que la anunciada inauguración del TEA o Tenerife Espacio de las Artes (que en un remoto pasado que fue ayer respondía al nombre IODACC o Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea para que nos entendamos) no va a poder celebrarse a finales del próximo mes. Al parecer, y en uno de esos alardes que nos caracteriza a los que somos de aquí (cómo mola ser de aquí), se ha tenido que levantar el piso de dos de sus salas ante la aparición de varias manchas sospechosas. No nos han dicho de que son esas manchas (¿humedad, quizás?) pero sí que ha obligado a levantar todo el suelo que ya estaba colocado y sustitirlo por otro. Que nadie tiemble, sin embargo, porque más doloroso fue el parto del Auditorio de Tenerife no ya en tiempos sino también en dineros. Total, es una vaquita (que se decía en mis tiempos), por lo que el gastos extra lo pagamos todos. Así ha sido siempre y así será (mucho me temo) para siempre.

* ¿Alguien nos podría explicar porque tengo la extraña sensación de que la fachada del antiguo teatro Baudet se me ríe en la cara cada día que paso por delante, que suelen ser bastantes? Hubo un  tiempo en el que se anunció que la vieja instalación iba a ser aprovechada para contruir en su interior un teatro, con lo que la capital tinerfeña ganaría otra sala, pero desde ese entonces nada. Silencio administartivo, y parece que el que dice algo le aplican la dichosa disciplina inglesa (y no está uno ya para esas cosas). Funciona, mientras tanto, en lo que fue inolvidable cine de mi niñez la Librería del Cabildo de Tenerife que fue y es una feliz iniciativa, pero no se ha hecho nada en las interioridades del viejo edificio, ni siquiera en el local aledaño que durante bastante tiempo sirvió como bar (creo que se llamaba el Gran Vía aunque un primo chistoso que tengo lo bautizó el Dragón Rapide porque quien lo llevaba, don Pedro, tenía un ligero parecido con (este sin don) Franco).    

Esta anotación fue publicada el Martes, 23 de Septiembre de 2008 a las 9:57 y está archivada en la categoría de El Blog de El Escobillón. Puedes seguir cualquier respuesta a esta anotación a través de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o hacer un trackback desde tu página web.