¡¡¡¡Soy el rey del mundo!!!!

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Este mismo periódico anuncia hoy en su edición de papel y a cuatro columnas que Leonardo DiCaprio podría ser el protagonista del anunciado remake de Papillón que dicen, dicen, dicen podría rodarse en cuatro (sólo cuatro y no las sietes ¡panda de malandrines!) islas Canarias, que por algunos son conocidas últimamamente como islas Canallas. Así que hijos míos, si siguen con cierta atención este blog que buenamente perpetro casi diariamente, econtrarán que nosotros (pobre de mí, pobre de mi) ya vendíamos lo del bueno de DiCaprio el 23 de julio. El fabuloso notición cañón está colado en el comentario El extraño lenguaje de la mariposa y puede consultarse  si pulsa en la sección Cine de aquí. Recomiendo que le echen un vistazo, sobre todo porque hay un sospechoso comentario de un tal Marcos (yo lo canarizo y lo llamo Marquitos) que me dice cositas que alegrarán a la muchachada nui.

En esto de DiCaprio, colegas, qué quieren que les diga: no me creo nada. Espero escribir algún día la aventura colosal del anunciado proyecto Papillón (mariposita en francés, gabacho para los héroes madrileños del 2 de mayo), pero es probable que se haga. Sí, como lo ven escrito. Aunque algo me hace dudar de si será Papillón o… Banco, que como saben los iniciados es la continuación de las memorias del amigo Henri Charriere, aunque mucho me temo que entonces no contará con DiCaprio al frente ni con ¿Javier Bardem? ni ¿Phillip Seymour Hoffman?  

Lo triste, lo lamentable, lo que le dan ganas de tirar la toalla es que una oportunidad tan buena como puede ser la implicación de la Zona Especial Canaria (ZEC) y su golosa Reserva de Inversiones (RIC) para relanzar al (me muero de la risa María Luisa) cine canario (¿?), sus responsables no se hayan preocupado por buscar a profesionales que de verdad sepan de que va el negocio del cine y confíen en personas que si bien son admirables por su capacidad de caer de pie yo me lo pensaría unas cien veces antes de entragarles las llaves del reino. Pero claro, vivimos en unas islas plácidamente ignorantes sometidas al falso brillo de lo que viene de fuera y así, así amiguitos míos, nos va a ir siempre.

Quedan avisados.

Y claro está, prometemos seguir informando.

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