A modo de despedida, viejo amigo…

Esta es la última entrada que escribo en torno al cine Víctor. También es la última que finalizará con el grito ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!! Las razones son muchas, pero la principal es que el movimiento espontáneo de ciudadanos que se ha generado molesto porque el Cabildo de Tenerife haya anunciado que abandona su gestión el 31 de diciembre es el que ahora debe de tomar la palabra. Ya cuentan con web (noalcierredelcinevictor.com), donde se informa puntualmente a los aficionados al cine y a nuestra sala de próximas asambleas para debatir acciones con las que hacerse oír en la calle.

Estoy satisfecho, pero no dudo que hay cierta tristeza rondando en mi cabeza a la hora de redactar estas líneas. Esa tristeza me la causa sobre todo porque el cierre (no sé si provisional) de la sala arrebata un buen trozo de mi vida. Y a mi edad, ya estoy harto de que me arranquen buenos trozos de mi vida. En fin, me hice mayor y me volví rebelde, qué cosas.

Por otro lado, estoy ciertamente decepcionado por la reacción de determinada gente. Puedo entender que los trabajadores de la sala hayan visto este movimiento con cierta inquietud y que no se manifestaran públicamente sobre lo que opinan de la decisión del Cabildo porque, me consta, no ha quedado nada claro cómo quedarán sus puestos de trabajo y encima desde arriba le han dicho: a callar la boca. Y en estos tiempos de crisis infernal es normal que el trabajador calle la boca porque es consciente que si no: a la calle. Y callar es un verbo y calle un sustantivo. Y con ninguno de los dos se come.

Me ha decepcionado la actitud de alguno cineastas canarios que han estrenado sus “obras maestras” en el Víctor, ellos también han callado la boca, pero no por miedo a que los tiraran a los leones sino por otras razones. No sé si algún día me molestaré en escribirlas, tampoco creo que valga la pena.

En fin, que hay gente, un puñado de entusiastas que seguirá dando jaleo hasta que el 31 de diciembre cierre (¿provisionalmente?) el Víctor. Así que a pesar de la tonta nostalgia que me empapa en estos momentos tengo la sensación de que su cierre, como la primera vez que su proyector dejó de exhibir imágenes hasta que el Cabildo insular –precisamente– lo rescató hace cuatro o cinco años para que su pantalla vacía se llenará de colores y de blanco y negro en V.O.S.E. no será para siempre. Tengo esa esperanza. También (pero es más difícil) que un día de estos Ángel Llanos confiese que él también ha visto películas difíciles, que nadie entiende (¿?), que son esas que se exhiben –precisamente– en versión original y no son ¿para todos los públicos? 

¡Qué película!

Bueno, en fin, que se acabó.

Y por última vez: ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!

  

No Responses to “A modo de despedida, viejo amigo…”

  1. Ce Says:

    No sé que pasará al final con el Víctor. Confieso, un poco avergonzado, que nunca he entrado… Y supongo que es una pena, aunque yo sí he visto alguna, no muchas, de esas películas raras que dices que ponían. Lo bueno de esto es que mañana tendrás que empezar nuevas batallas porque esto… no se acaba. Un abrazo y muchas suerte.

  2. Walter Says:

    Me fastidia que no continue su labor informativa sobre la causa del Cine Victor. Sus escritos son una magnífica referencia con respecto al tema.

    Se debe y seguiremos luchando después del cierre.

  3. Natalia Says:

    Hola Eduardo, soy Natalia
    Este es el único medio de localizarte. He estado pensando si no sería una buena idea proponerle al responsable del cierre del Cine Víctor explotar el espacio de otra manera (entre otras cosas abrir el bar de la planta alta y que funcione de forma permanente) algo así como lo que hace Filmoteca Española con el Doré en Madrid en el que tanta veces vamos a tomar un café, a comer, presentar libros o ciclos o a reunirnos simplemente a charlar en la cafetería. Creo que entre otras cosas el espacio del Víctor ha estado siempre muy desaprovechado. Quizás por ello no les compense el mantenerlo abierto. Es sólo un último retazo de pensamiento, ni siquiera sé a quién se le debería insinuar. Un saludo, Natalia

  4. Esperanza Says:

    Ahora no estoy en condiciones de extenderme porque sería un grito irascible lo que arrojaría mi mac, pero le adelanto que no entiendo absolutamente nada, pero nada, de su postura, que me parece arrogante, cobarde, derrotista y, desde luego, frágil. No ha pasado ni un mes desde que se entonó el grito del “no”. Escribe usted desde un blog, alojado en La Opinión, eso sí, pero no creo que ni Jokin ni nadie le censure sus palabras. Pronto abandona el barco pirata, sin tan siquiera atisbar tierra, y, en realidad, no sé porqué. Y si hay que contar más cosas y mojarse, se hace. Porque el compromiso no está sólo en la lucha, también, y mucho, en la palabra. Como decía el Che Guevara, y no soy una marxista jovencita idealista estúpida, seamos realista, luchemos por lo imposible. O algo así. Con todos mis respetos a su sapiencia y encomiable forma de escribir, le saluda y abraza, Esperanza.

  5. David D. Says:

    ¡Ánimo Eduardo! y la vida continúa, aunque sea de forma gris. Ah, y nunca se debe dejar de gritar o de hablar lo que uno cree que es justo o injusto. Estoy con Esperanza respecto al compromiso a través de la palabra, pero está usted en su pleno derecho.
    ¡Salud!

  6. editorescobillon Says:

    Gracias a todos por sus comentarios, pero debo aclarar una cosa a Esperanza, nadie, nadie, nadie censura mis palabras, faltaría más. Reconozco que el texto que escribí ayer, viernes, tiene el color de la frustración, pero la frustración es un estado de ánimo y el leer ahora los comentarios que me han escrito me ha animado un poco el corazón. Temo ponerme cursi pero que se le va a hacer si soy un cursi. La decisión de no escribir más sobre la sala (nuestra sala, como me gusta decir) viene dada porque el movimiento ciudadano que se ha creado espontáneamente tiene ahora la palabra. De todas formas, y como titula su columna un viejo (y también me temo que desesperanzado amigo), retiro lo escrito. O lo que es lo mismo, que seguiré adelante con el sueño de caminar hacia adelante sin mirar nunca hacia atrás. En fin, que gracias por espabilarme Esperanza, Natalia (muy buena tu idea, por cierto), David, Ce y Walter: ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!
    P.D.: Y yo sí que fui durante un tiempo seguidor del Che: “Mejor vivir de pie que morir de rodillas”.
    He dicho.

  7. anónimo Says:

    Los trabajadores YA están en la calle, pero no en las protestas, sino despedidos por el Cabildo. Excepto el “programador”??? (en realidad se programaba desde Las Palmas, ya que era la empresa del Metropol la que decía lo que se ponía) que está enchufado en el TEA, y claro… no va a protestar.
    Respecto a lo del bar. Estaba abierto lo que pasa es que los “cinéfilos” preferían ir a El Imperial en vez de consumir en un precioso local arrendado a un buen profesional que -me consta- ha luchado por su bar.
    Hoy en el “Diario de Avisos” hay un artículo de Miguel García Morales, o sea que no todos los cineastas se han callado, los que lo han hecho temen que no les metan en la siguiente convocatoria de subvenciones, lo cual es un temor completamente real en estas islas de vendettas varias.
    En fin… ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!!

  8. editorescobillon Says:

    Anónimo, tu comentario aparece publicado porque no ha pasado mi filtro personal, si hubiera sido así, no habría aparecido. Quiero advertirte, y advertirles a todos los que piensen utilizar este blog como excusa en la que vomitar sus frustraciones personales, que no voy a tolerar más insultos ni acusaciones a una persona que, me consta, es el que hizo posible la excelente programación del Víctor a lo largo de estos cuatro años de apertura. Es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano, y ese es tu caso, anónimo, porque no das la cara. La próxima vez, aparezca filtrado por no sé quién… informo que borraré automáticamente cualquier crítica que no esté dirigida (y justificada) a quien hace esta bitácora.

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