El teatro Guimerá es un teatrito con su fantasma

El teatro Guimerá no cerrará sus puertas el próximo año, ese tan negro que está a la vuelta de la esquina. Eso sí, la excelente aunque irregular programación con la que mal acostumbró a los aficionados a la escena será nula, aunque el Guimerá recupera el espacio para las compañías de aquí. Canarias, para nos entendamos. Si uno entra en la web del Guimerá comprobará que hay programación fijada hasta febrero, y según me soplan, su actividad continuará hasta mayo. Los meses de verano, junio, julio y agosto, las puertas del teatro cerrarán por reformas. Reformas, me dicen, que no son una cortina de humo por mucho que algunos se empeñen.

La programación volverá a ponerse en marcha en septiembre.

Que no son buenos tiempos para la cultura está claro. A nadie se le escapa que 2009 va a ser un año difícil en todos los territorios que afecta a nuestra vida. Pero pese al drástico recorte que sufrirá el área de Cultura del Ayuntamiento de la capital tinerfeña me consta que el Guimerá no cerrará. Y que no cierre es una pequeña victoria de la cultura en Tenerife. Isla que no volverá a ser la misma tras el cúmulo de decisiones equivocadas que han ido empeñando su camino este 2008 tan extraño. Extraño al menos para mi. Ha sido un año de sorpresas y batallas. La mayoría de ellas perdidas. Pero ya se sabe, si caes, levántate.

Siempre he sentido un aprecio especial por nuestro teatro Guimerá. Un teatrito pequeño, de provincias, pero recoleto y repleto de historias que espero algún día se escriba. Hay una vieja leyenda en torno a este teatro (pero todos los teatros, grandes y pequeños tienen sus leyendas) y es que lo habita un fantasma. No es el fantasma de la ópera de Gaston Leroux, pero me dicen que es un fantasma. Unos lo han oido, otros han visto su sombra blanca esconderse por entre las butacas del gallinero…

Un teatro, aunque sea un teatrito sin fantasmas no es un teatro.

Espero verlo un día de estos. Y espero verlo porque el Guimerá, aseguran, no cerrará sus puertas.

En estos días raros que vivimos es una buena noticia.

Un saludo a este lado del ordenador.

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