‘Guarapo’, los del No al cierre del Cine Víctor y salvemos a la Filmoteca Canaria

Más vale tarde que nunca. Al final la Facultad de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna se ha sumado también a la improvisada campaña para salvar al Cine Víctor. La del ¡¡¡No al cierre del Cine Víctor!!! A dos semanas de que el Cabildo de Tenerife deje de asumir su gestión, es una buena noticia que el grupo ciudadano siga creciendo. Junto al respaldo prestado a última hora por la Universidad, destacaría el importantísimo papel que ha desarrollado el belga Bruno Bove, que no para en enviar a instituciones y festivales de cine de todo el mundo el pequeño (pero cada día más grande) grito de protesta que se ha originado en nuestra isla.

Hay más gentes que está participando de forma desinteresada en lo que ya se ha convertido en una causa, lo que me llena de una tonta satisfacción. A este grupo desinteresado se unen Teodoro y Santiago Ríos, que ayer protagonizaron una noche de emociones con el reestreno, veinte años después, de Guarapo. Teodoro firmó una de las hojas donde se reclama el no al cierre de la sala, y en una actitud generosa, invitó a los concentrados a disfrutrar de la película. Guarapo se estrenó en el Cine Víctor cuando todos éramos un poco más jóvenes, y durante la presentación (uno de cuyos más momentos más emotivos fue cuando se recordó a catorce de sus actores que hoy ya no se encuentran entre nosotros), la coordinadora de la Filmoteca Canaria, María Calimano, anunció que este reestreno significaría el fin de las proyecciones de la institución en esa misma sala.

Teodoro Ríos señaló que le consta que hay un grupo de empresarios interesados en coger el testigo que malamente cede ahora el Cabildo, pero lamento escribir que según las últimas informaciones que poseo esa posibilidad está muy en el aire. Lo que me hace sospechar que el año próximo es más que probable que no haya ciclos de la Filmoteca Canaria si no se busca pronto una sala alternativa. Y esa sala no va a ser la del TEA, ni los multicines Aguere ni los Renoir si la cosa sigue como sigue…

Así están las cosas, aficionados míos. Cuando cuelgue el cartel de cerrado en el Cine Víctor mucho me temo que nuestro sueño cinéfilo se habrá apagado como la luz de una vela… De todas formas, aún tengo esperanza. Es lo último que debe perderse.

Eso al menos es lo que dicen en las películas.

Un saludo a este lado del ordenador.

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