Malos tiempos para la lírica

Mientras los gestores de la cosa pública se miran el ombligo y andan enrabietados en sus ridículas peleas de colegio, la cultura como siempre sale perdiendo. Está acostumbrada a ser la maría de la clase política y en parte se lo merece porque el sector calla la boca y aguantan los golpes no vaya a ser que no reciba subvenciones… pero es que como la cosa siga así, a los que somos simples aficionados y yonquis culturales y culturetas el año que nos espera, ese 2009 negro como el carbón, vamos a sufrir de un mono de consecuencias catastróficas.

Me entero del último mazazo al sector por una información que publica este mismo periódico, La Opinión de Tenerife: Los actos del Guimerá en ‘paro’ por la crisis. La redactora Mayte Méndez ha tenido el acierto (y van) de no añadir “culpa” antes de la crisis, lo que le agradezco. Y mucho, porque la noticia es un golpe duro no sólo para los creadores de estas islas y de los de fuera, sino también, reitero, para los que nos gusta compartir nuestro tiempo libre con experiencias en teatros y auditorios.

En una decisión que pasará a los anales más oscuros de la gestión cultural en Canarias, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha decidido recortar en un 60 por ciento (¡un 60 por ciento!) el dinero destinado a Cultura. Ello ha obligado a suspender representaciones que estaban programadas para el año que viene en el teatro Guimerá pese a que, según asegura la periodista, la concejala del área, Ángela Mena, se resiste a tirar la toalla.

Aunque, vaya, no sé yo como no va a tirar la toalla si cuando rebusque en el bolsillo sólo encuentre telarañas… la cosa queda en el aire. Pero no quiero imaginarme cómo será esta ciudad el año que se nos viene encima. Afortunadamente, y como pasa casi siempre, los aficionados y culturetas escaparán gracias a CajaCanarias y a la programación del Auditorio, pero los teatreros (y recuerdo que esta capital de provincia cuanta con una Escuela de Actores) lo tienen claro. O deben de tenerlo claro. El año que viene, a hibernar como los osos. O a buscar otras alternativas, más pequeñas e íntimas…

En fin, que son malos tiempos para la crítica. 

Otro golpe bajo.

Y van.  Y van. Y van.

Y nadie, salvo unos cuantos orates, hace nada.

¡País!

No Responses to “Malos tiempos para la lírica”

  1. La intérprete Says:

    Qué significativo que no se haya ningún comentario. Nada. Ni ¡Eso no puede ser!, ¡no se puede permitr! ¡La gente quiere ver teatro!
    Ni un simple ¡NO AL CIERRE DEL TEATRO GUIMERÁ!

    Será que no se lo creen…Que a nadie le importa un carajo…Que los teatreros saben que no es verdad y por eso se callan…

    Será que la gente que va al teatro y los teatrero están tan anticuados que no conocen internet…

    …¡Qué significativo!…

  2. editorescobillon Says:

    Cuánta razón tiene. Cuánta razón…

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