¡Culturetas del mundo, uníos!
TEA lleva caminio de convertirse en el espacio cultural de referencia de toda la isla. Independientemente de sus extraordinarias instalaciones (ya dejamos escrito que sumergirse en su interior es como visitar otro planeta), invito a los curiosos y culturetas de toda la vida y nuevo cuño a que exploren el espacio y se empapen de cultura con todas sus letras. Visto lo visto, me parece sorprendente que en esta capital de provincias chiquita y desproporcionadamente cainita, exista un lugar como éste. Una especie de oasis para el intrépido artista e intelectual que todavía no ha decidido salir del armario. Y es que resulta tan dolorosamente complejo hacerle entender a la gente que a ti lo que te gusta es recrearte con lo que hacen los demás que entiendo (¿entienden?) que cuesta lo suyo dar el primer paso y reconocer tus pasiones, muy alejadas de las que consume la mayoría pero igual de respetables.
Todo esto viene a colación porque esta especie de pulmón creativo situado en pleno corazón de la ciudad además de contar con una biblioteca abierta las 24 horas alberga una excelente colección permanente y en la actualidad y hasta el 24 de mayo una exposición que para ojos profanos e iniciados es lo que se dice un lujazo. Nos referimos, claro está, a la muestra Mirar de reojo. Roland Penrose y el surrealismo, que hoy mismo organizó una visita guiada que contó como maestros de ceremonia con la comisaria de la muestra, Katherine Slusher y el hijo del pintor, Anthony Penrose.
Esta misma tarde salí de TEA con el corazón a toda pastilla, y confieso que me encantó ver como se llenaba la exposición dedicada al introductor del surrealismo en Gran Bretaña por gentes de distintas edades y probablemente con diferentes modos de vida. Eso sí, noté que a todos les unía el mismo entusiasmo por salir del armario al que nos había acostumbrado una ciudad tan poco dada a enterarse (¿entienden?) de que hay gente que sabe disfrutar de su tiempo libre de otra manera.
Culturetas del mundo, uníos.
Saludos enormemente entusiasmados a este lado del ordenador.
Febrero 11th, 2009 at 0:39
Suscribo plenamente
Febrero 11th, 2009 at 11:21
Exacto. Es lo que yo también he percibido cada vez que voy a TEA. No soy excactamente una cultureta (si es que entiendo bien esta palabra que parece un poco entre despectiva y perdonavidas), pero voy al cine con regularidad, al menos una vez a la semana, aparte del cine que veo en casa, asisto a conciertos con frecuencia, leo un libro cada dos o tres semanas, me gusta la conversación inteligente…, vamos que no me parezco nada del otro mundo, pero en TEA no es que me sienta de otro mundo sino que me siento como si estuviera en una gran capital de Inglaterra, Francia, Alemania… Hace que me sienta a gusto conmigo misma. La conferencia de Katherine Slusher (no pude estar en la visita guiada) fue una lección de amenidad y conocimiento. Muy buena gente. La salida anexa a la exposición estaba repleta.
Febrero 11th, 2009 at 12:29
Estimada Marina, en esta ocasión la expresión “cultureta” está escrita con mucho cariño y con la intención de hacerle saber al resto de la tribu de que son personas con semejantes glorias y miserias, sólo que con “vicios” diferentes: les gusta leer, ver una película, disfrutar de un concierto… también les gusta escribir, componer, pintar… Tuve la oportunidad de conocer personalmente a Katherine y coincido contigo: es una persona excelente. Su hijo, Anthony, es igual de buena persona. Fue un lujazo conocerlos. Un abrazo, Marina, y gracias por estar ahí.
Febrero 11th, 2009 at 15:34
Amigo Eduardo & Company:
también es esa mi sensación cada vez que entro en esa edificación. Es como si no estuviera en Santa Cruz. Aunque no sea por cine, por alguna exposición y cualquier otro determinado evento, voy, doy vueltas y salgo. Cuando ya cruce el la rotonda y su semáforo me parece que he salido de Canarias y procedo de un país europeo o no sé de dónde… Así que estoy más que de acuerdo contigo y con tu percepción.
Saludos.
Febrero 11th, 2009 at 19:24
Por cierto, saludos, Ce