Así como lo ven escrito: TENTACIÓN

Hay libros que te llaman. Que te gritan en silencio en la estanterías de las librerías cuando las visitas. No sé, igual estoy loco. Es probable que esté loco, yo qué sé… pero a mí me llaman los libros. A veces, eso sí. Sólo a veces. Y cuando me llaman y los encuentro me doy cuenta que la Literatura es un arte mayor. Ríanse si quieren. Me resbala la risa. Lo que escribo lo siento de verdad. De corazón. Porque a mí, hay libros que me llaman en silencio.

Libros escritos por escritores de los que no tenía referencia. De países ajenos a mis gustos literarios e incluso genéricos. Pero esos libros existen. Me han ido construyendo como persona a lo largo de esta vida ya demasiado larga. Me gritan en silencio y me hago con ellos. Y cuando los leo siento algo así como un orgasmo intelectual que como todo orgasmo (sea o no intelectual) es indescriptible. No sé, una catarata de placer que te hace reír y llorar a la vez. Y como todo placer que se precie efímero… rabioso, una bomba que te deja en los huesos. Jadeante y luego molesto porque pides más. Más. Y visito librerías, rastros, esperando que los libros me vuelvan a llamar en silencio… pero esa magia, por lo menos a este que les escribe, sucede sólo de vez en cuándo. Muy de tarde en tarde. Siempre en esos instantes en los que te fías de tu instinto y no de tu cabeza… Y eso, para un lector compulsivo es como droga dura porque pasa de tanto en tanto… Pero pasa. Vaya si pasa.

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A mí me pasó recientemente. Entro en la librería. Paseo despistado por la sección de libros de bolsillo (odio los de tapa dura. Bonitos para la estantería de casa pero incomodísimos para leer en la cama, en el tranvía o la guagua…) y de pronto oigo la llamada silenciosa: “Eh, cabestro, qué estoy aquí”. Y miro. Y me fascina la portada: un fragmento de Mujer con ojos azules de Kees Van de Dongen. Y leo el nombre de su autor, un tal János Székely. Después el título: Tentación. Y lo ojeo un momento, pese a que el libro me llama. Y me quedo clavado a leer cómo empieza el relato: “Mi vida empezó como una novela policíaca. Intentaron asesinarme. Por suerte eso pasó cinco meses antes de que yo naciera, de manera que no creo que la cosa me causara mayor sobresalto. Aunque de ser cierto lo que se rumoreaba en el pueblo, debería haber tenido mis razones para preocuparme. Faltó bien poco para que acabaran conmigo antes de que me hubiera crecido los cinco dedos con los que ahora sujeto la pluma”.

Así que me hago con el libro. Un libro de esos que cuando empiezas a leerlo sientes que está escrito por tu mejor amigo. Y que tu amigo poco a poco se va transformando en tí. Porque lo que lees… lo que lees te muestra una manera de ver el mundo que va bastante pareja  a la que tienes. Una visión irónica, para nada resignada con la mierda que te rodea. Que te incita a ser. Y pese a la tragedia de VERDAD que sufre su protagonista te sigue insistiendo que luches. Con la cabeza bien alta. Y todo eso escrito con un humor corrosivo que aligera el drama. Drama que se convierte en tuyo. Y te dices que si él pudo, tú puedes. Y que para eso están los amigos. Para mostrarte el camino como tú se los muestra a veces. Y te sientes enormemente agradecido porque un escritor como János Székely exista.

Y le das las gracias en silencio. De la misma manera en cómo me llamó su libro. Y sí, te dices,  yo también soy de esos afortunadados lectores golpeados por su Tentación. Porque no es otra cosa que una obra maestra. Con todas sus letras. UNA OBRA MAESTRA.

A qué están esperando. No dejen que el libro les llame. Ya me preocupo yo por llamarlos a todos ustedes.

TENTACIÓN

Saludos infiinitamente agradecidos a este lado del ordenador. 

No Responses to “Así como lo ven escrito: TENTACIÓN”

  1. David D. Says:

    Gracias por la recomendación Eduardo.
    Abrazos virtuales.

  2. editorescobillon Says:

    Me alegra saber que la recomendación no caerá en saco roto. Una cosa, la imagen que ilustra el comentario es la de su edición en tapa dura. Yo tengo la de bolsillo. Pregunta por ella y disfruta con su lectura. Un abrazo a este lado del ordenador. Y gracias por estar ahí, en la otra orilla, pero ahí.

  3. ricardo Says:

    Excelente reflexión. Yo también soy un entusiasta de esta gran novela.

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