Comienza el ciclo de cine ‘La nueva ilustración’

La Obra Social y Cultural de CajaCanarias inicia mañana el ciclo de cine La nueva ilustración con un título revelador para abordar cuestiones de tan hondo calado como el progreso y la humanidad, 2001: Odisea del espacio. También si será cierto eso de que no estamos solos en el Universo. La película se proyectará en el salón de actos de la entidad financiera a las 20.30 horas.

Independientemente de que para muchos 2001: Odisea del espacio se ha convertido en título de referencia del género de la ciencia ficción y cuyo final continúa plantando preguntas para reconstruir el rompecabezas que pergeñaron Kubrick y Arthur C. Clarke (ya saben, el famoso monolito, el feto que flota como un dios a punto de nacer en el espacio), 2001: Odisea del espacio continúa siendo una cinta irrepetible no ya sólo dentro de las fronteras de la especulación científica sino también de las propiamente cinematoráficas.

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El ciclo La nueva ilustración continuará cada lunes exhibiendo películas más o menos con estas mismas claves, todas ellas interesantes propuestas que taladraron la carcasa de un género con la intención de hacerlo (escribámoslo así) adulto.

Saludos ¿humanistas? a este lado del ordenador. 

No Responses to “Comienza el ciclo de cine ‘La nueva ilustración’”

  1. jorge gorostiza Says:

    Un estupendo ciclo, como los que suele hacer la Caja.
    Lástima que las instituciones no se pongan más de acuerdo, porque en el TEA creo que pusieron esas películas hace poco.
    En fin… supongo que, como siempre, la sala de la Caja estará llena.
    Abrazos.

  2. Marina Says:

    A mi no me parece que sea una lástima la programación de esta película en fechas próximas entre sí por parte de dos instituciones diferentes. Una lo hizo en el contexto de una exposición de arte que provocaba una mirada particular (y nueva, lo que ya es difícil) sobre la obra de Kubrick y la otra institución lo hace en otro contexto diferente que, espero, nos aporte más iluminaciones. ¿Si se hubiesen puesto más de acuerdo las instituciones, qué hubiera sucedido, que sólo se hubiera proyectado la película una sola vez? No veo dónde está la ganancia. Dicho sea con respeto y admiración hacia Jorge Gorostiza.

  3. Jorge Gorostiza Says:

    Muchas gracias por lo del respeto y la admiración. Estoy de acuerdo con usted, una película de ese calibre debería poder verse continuamente y, como ya decía, estoy seguro que la sala de Cajacanarias se llenará, como suele suceder. Lo que pasa es que en unos peñascos como estos huérfanos de muchas cosas, quizás -y repito quizás- hubiera sido bueno proyectar otras películas que nunca se hubieran proyectado. Por otro lado, estupendo que se hagan ciclos y que se exhiban obras maestras.

  4. Para el debate público Says:

    Un chiringuito en la Gran Vía

    ALFONSO GONZÁLEZ JEREZ

    El viceconsejero de Cultura La Justa y Deportes de Mesa, Alberto Delgado, aseguró el pasado jueves, durante la inauguración del invento, que el nuevo centro cultural Espacio Canarias, abierto por el Gobierno autonómico en Madrid, venía a satisfacer “una antigua aspiración del mundo de la cultura del Archipiélago”. Es indudable que Delgado ha aprendido mucho en el último año y medio. Entre otras cosas, el uso de ñoñas triquiñuelas retóricas para transformar un antojo gubernamental inscrito, ahora se entera el común de los mortales, en el programa Septenio en la respuesta a una demanda cultural poco menos que telúrica. Cómo me aburre esta gente. Las mismas excusas, las mismas ocurrencias, las mismas estupideces que hace quince, veinte, veinticinco años. Que a estas alturas del milenio alguien desde la peana de un cargo público sea capaz de sostener que alquilar un local en la Gran Vía dinamiza la creación cultural canaria y resulta un instrumento útil para la difusión (¡y la comercialización!) de la misma en España se me antoja una pesadilla. Es como alquilar un tractor para ingresar orgullosamente en la Fórmula 1. El local, de cuatrocientos metros cuadrados, es propiedad del celebérrimo peluquero Rupert, al que hace unos años se le apareció en sueños, según confesión propia, la Más Grande, es decir, la difunta Rocío Jurado. Alberto Delgado no debería desaprovechar la oportunidad que brindan las relaciones con su casero para convocar una noche en el Retiro a Viera y Clavijo, Pestana Nóbrega y Domingo Pérez Minik para que entre los tres le dieran una buena tunda y espabilase.

    En el local han abierto una pequeña librería. Ya me dirán ustedes lo que pinta una pequeña librería en la concentración de librerías y grandes superficies de Madrid. Nada. Cero. Es absolutamente irrelevante. Más le valiera reformar las inconsecuencias y torpezas de la normativa que rige la convocatoria de ayudas públicas a las editoriales canarias, que han sido reiteradamente criticadas por el sector, y ante cuyos reparos la Dirección General del Libro ha guardado un nada respetuoso silencio. Y respecto a los escritores, ¿incluirá la nómina del Espacio Canarias a algún agente literario? ¿Repartirán los martes y jueves bocadillos de calamares y calimocho entre los jóvenes valores de las letras canarias que quieran abrirse paso en el inhóspito mercado peninsular?

    Las informaciones periodísticas indican que en el Espacio Canarias facilitará catálogos que recogen la producción discográfica y audiovisual de Canarias. Pero, ¿qué catálogos?. ¿La Viceconsejería de Cultura ha realizado catálogos de la producción discográfica y audiovisual de Canarias? Si tenemos a la mayoría de los músicos isleños haciendo bolos por los andurriales del Norte y el Sur de Tenerife y Gran Canaria y no se les escucha en los medios de comunicación del Archipiélago. Una de las formas más patéticas de no existir en este país es hacer rock o tocar jazz. ¿Para qué está la televisión autonómica?, ¿en qué lugar de su hipotético cerebelo descubrió Alberto Delgado que los productores musicales y los distribuidores cinematográficos viven todos agazapados en el Parque del Retiro y se tropezarán, tarde o temprano, con las nuevas oficinas del Gobierno regional en Madrid, y empezarán a llover contrataciones en Gran Vía? No se puede aseverar, con la asombrosa ligereza que muestra la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Milagros Luis Brito, que los “artistas canarios” no tienen problemas de desplazamiento a la Península gracias a un programa gubernamental que costea sus viajes, porque la discrecionalidad de estas ayudas ha escandalizado a menudo a grupos musicales isleños, por ejemplo.

    La sala de exposiciones. En los años noventa se desarrolló un programa de la Viceconsejería de Cultura que incluía exposiciones de pintores canarios en una galería privada de Madrid. Como es santo y seña en la crónica de nuestra gestión cultural el programa acabó abruptamente y jamás se aportó un informe que analizara sus resultados -y quizás quepa recordar, asimismo, los muchos duros gastados en debates y mesas camillas en una chorrada llamada El papel de Canarias con opíparas cenas literarias en Madrid y Barcelona-. Porque uno de los déficits más característicos de la gestión cultural pública en Canarias es la renuncia a un seguimiento y evaluación de los programas y proyectos que se ponen en marcha. En Canarias, entretanto, la mayoría de las escasísimas galerías privadas que permanecen abiertas agonizan o están a punto de cerrar, como ocurrió en un pasado todavía reciente con salas como Artizar o Magda Lázaro en Tenerife. Quizás se podría proponer que la Viceconsejería de Cultura subvencionase los desplazamientos de los aficionados a la pintura o a la escultura a Madrid para poder disfrutar de exposiciones en el flamante Espacio Canarias: un nuevo suflé de naderías bajo el que se esconden despistes y torpezas, espasmos de dirigismo cultural y subvencionismo bien intencionado, propaganda política y sentimentalismo terruñero.

    La confusión entre industria y creación, entre comercialización y talento creativo, es uno de los errores más flagrantes que se pueden cometer y que se cometen en la gestión cultural pública en Canarias. El papel institucional en el apoyo a la industria cultural canaria -valga aquí la comodidad expresiva- no puede eludir infantilmente las crueles complejidades del mercado, la relevancia estructural de la sociedad de la información, la urgencia de la profesionalidad, la necesidad perentoria de tejer redes de relación con otras administraciones públicas, pero igualmente con instituciones, centros e iniciativas privadas. ¿Cuáles son las obligaciones actuales de las funciones culturales públicas? ¿Cómo reconocer el mercado -no tomándolo como un problema a orillar, sino como una solución digamos inevitable- y sus virtudes y al mismo tiempo cómo enfrentarse a sus perversiones culturales? Las instituciones públicas siguen actuando como si mantuvieran un régimen de monopolio en el ámbito cultural. Y hace tiempo que no lo tienen. La realidad les sobrepasa y les aturde. El modelo de gestión cultural de la Viceconsejería de Cultura y Deportes está periclitado, se desliza sobre un bucle de expectativas incumplidas y retóricas agotadas, y emite todos los tics del agobio, la falta de imaginación y la autosuficiencia más enervante. Una industria cultural incluye las estructuras productivas, la creación artística y su valor añadido y la sociedad civil y ninguno de estos segmentos ha sido objeto de un estudio riguroso por parte del Gobierno autonómico, como hubiera exigido un programa tan ambicioso -y oneroso en una coyuntura de aguda crisis económica- como Septenio. Por tanto, no es nada extraño que Milagros Luis Brito y Alberto Delgado consideren que abrir un local en frente del Parque del Retiro es poner una pequeña pica en el Flandes cultural que se empeña en no hacernos caso. Pero es que nosotros todavía no hemos aprendido a hacernos caso. Hacernos caso sin ombliguismo enlegañado, hacernos caso crítica y exigentemente, hacernos caso sin autocomplacencia ni victimismo, hacernos caso sin encogernos de hombros ante una política cultural que deja insatisfechos a los empresarios y profesionales que no están en la pomada, hastiados a los artistas e intelectuales y perfectamente indiferente a la sociedad civil canaria.

  5. Ricardo Says:

    ¿Podrías comentar en un post esta última noticia, como hace Alfonso González Jeréz? ¿o no puedes?

  6. editorescobillon Says:

    Poder si puedo, y de hecho le dedicaré un post en cuanto pueda. No obstante, y a modo de adelanto, yo soy de los que cree que Canarias debía contar con un espacio de estas características en Madrid. Gracias por participar.

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