Siempre hay una luz al final del túnel

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Aunque todavía no ha llegado la novela a las librerías de Canarias por aquello de que vivimos a notable distancia de la Península, el anuncio de que ha sido traducida una nueva novela (Una llama misteriosa) protagonizada por el detective Bernie Gunther, de Philip Keer, es una de esas noticias que hacen que nos crezcan los colmillo a quienes hemos seguido de cerca la trayectoria de su honesto personaje, todo un servidor de la ley. 

Con Una llama misteriosa, Kerr ha escrito hasta la fecha cinco novelas con Gunther como protagonista, estas son Violetas de marzo, Pálido criminal, Réquiem alemán y Unos por otros. ¿Qué diferencia estas historias policiacas de otras historias policiacas que se han puesto tanto de moda hoy día? En que las aventuras de Bernie Gunther comienzan en el apogeo del delirio nazi, en 1936, y continúan hasta los años 50 del pasado siglo en la Argentina de Perón, país que recibió con los brazos abiertos a numerosos miembros del III Reich.

Todas estas historias están protagonizadas por una especie de Phillip Marlowe teutón, escéptico aunque sí caballero en unos tiempos donde comenzaba a borrarse con lejía de nuestro diccionario esa palabra. En Violetas de marzo, Herman Six le encarga a nuestro detective privado una misión que le conducirá a Dachau en un tortuoso itinerario por las organizaciones nazis. La violetas de marzo, para quienes no lo sepan, fueron todos aquello arribistas que no dudaron en afiliarse al partido nazi cuando éste ganó las elecciones en 1933.

En Pálido criminal Bernie Gunther trata de detener a un asesino en serie en una Alemania, la del año 1938, presa del fanatismo y del más rabioso antisemitismo, mientras que en Réquiem alemán (novela que, personalmente, creo la mejor de la saga), el detective investiga en una Viena de postguerra (1947) una red de falsificación que está cambiando la identidad de los antiguos altos cargos nazis. En su aventura, asiste como espectador al rodaje de una de las mejores películas de todos los tiempos, El tercer hombre, de Carol Reed.

Unos por otros se desarrolla cronológicamente en 1949 y revela cómo el ejército norteamericano (parece ser que igual hicieron los soviéticos) hicieron la vista gorda con determinados líderes del III Reich, a lo que literalmente protegió y dio la oportunidad de que escaparan de la horca para aprovecharlos en su propio beneficio.

Keer es autor de otras tantas novelas sin Gunther como protagonista, aunque el éxito que ha alcanzado en determinados círculos de lectores a lo policiaco ha sido con su detective privado. Se tratan de novelas muy bien escritas, simples y directas, en ocasiones algo duras aunque el oscuro sentido del humor de su protagonista (que las narra en primera persona) matiza cualquier sensación de ahogo, pese a que las atmósferas en la que transcurren suelen ser bastante cerradas.

Espero impaciente hacerme con un ejemplar de Una llama misteriosa. Kerr es de esos ¿malos buenos? escritores que saben entretener con sus historias. Y entretener en esteos tiempos cautivos no es tarea fácil.

Saludos de Bernie Gunther a este lado del ordenador. 

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