¿Podríamos imitar el espíritu de la Semana Negra?

Para un confeso e influenciable personaje que parecía sacado de una novela de mi admirado David Goodis (así es como me he sentido estos últimos meses, cautivo y desarmado ante las realidades insulares), confieso sin rubor que cuando  visito la feria donde está instalada la Semana Negra de Gijón intento cambiar y sentirme como el detective cantante con la esperanza de no temblar como un flan ante la anorexia que está sufriendo mi bolsillo con los libros y libros que estoy adquiriendo. Ya tengo una bolsa repleta. De hecho, no quiero saber cuántos títulos me he comprado, lo que me hace salir de mis casillas. Y me hace salir de mis casillas porque primero: son tantos que me digo que no voy a tener tiempo de leerlos todos; pero segundo: me encanalla ser consciente que cuando regrese a las colonias (Canarias a la deriva, of course) me tiraré de los pocos pelos que me quedan porque sé que no podré acceder a ellos como no bucee en Amazon o viaje a México, Argentina o Colombia. En definiva, amigas y amigos, que esta Semana Negra es algo así como una especie de paraíso en la tierra para aficionados al género. Negro o policiaco, fantástico e histórico, y todo lo que quepa en el siempre fascinante saco de la literatura que los estirados llaman popular.

Recomiendo vivamente a todos los que visitan este blog a que alguna vez en su vida peregrinen a la Meca o la Semana Negra de Gijón, porque si bien es seguro que regresarán (o voltearán, que lo oigo mucho últimamente por aquí, y me encanta esa palabreja) cargados de libros y probablemente con un par de centímetros más en la curva de la felicidad que dibuja la barriga, insisto (y no me cansaré de reiterar) que merece muy mucho la pena. De hecho, ahora que estoy viviéndola, me parece que todo es un agradabilísimo sueño del que tarde o temprano tendré que despertar. Y eso será el día que coja el avión para regresar a Tenerife. 

Y es que todo parece tan sencillo en este encuentro. Y tan accesible. Y escribo lo de sencillo y accesible porque todo el trabajo que se realiza tras el telón casi raya en la perfección, lo que apenas hace que detectes problemas y fallas organizativas. Además, me sorprende la humildad y la familiaridad de quienes han perpetrado estas jornadas con todo el mundo. Escritores, periodistas y público en general… Y eso apostando por la cultura con todas sus letras (pero sin renunciar a lo lúdico y festivo para que llegue a todas y a todos). Basta con asistir a los actos que ocupa un abultado e interesantísimo programa de actos: armado de mesas redondas, cine, música, charanga… El día que en Canarias nos quitemos la venda de los ojos y juguemos a lo mismo: a mezclar pensamiento con fiesta, es probable que otro gallo nos cante. De hecho, creo que es la mejor manera para que despertemos del habitual y obligado aplatanamiento al que nos han condenado quienes dirigen la cosa pública.

El director de la Semana Negra, el escritor Paco Ignacio Taibo II, lo dijo el día de la inauguración delante de las autoridades del Principado de Asturias y del Ayuntamiento de Gijón: es un encuentro que no renuncia al pensamiento crítico (en Canarias ya lo habrían crucificado). El escritor de origen paquistaní, Tariq Alí, señaló hoy en una interesantísima rueda de prensa (esperad a leed la crónica de toda esta Semana que preparo para el suplemento cultural de La Opinión de Tenerife) que gracias a encuentros como éste no todo está perdido. Se han transformado de hecho, destacó, en oasis de intercambio de ideas, de motor de debates donde oxigenar la mente ante el oscuro panorama que nos auguran los de siempre. Los de siempre son los que nunca viven oscuros panoramas. Que para eso estamos la tropa. Los proletarios.

La envidia nunca es sana, pero participando en esta Semana Negra me pregunto al menos si sería posible imitar este modelo en nuestras desérticas (críticamente hablando) costas isleñas. Algo me dice que no. Aunque ¿por qué no? Todo el mundo sabe (menos los canarios) que allá en las islas vivimos con una hora de retraso.

Saludos con el esperanzado grito de ¡¡¡mejor tarde que nunca!!! desde este lado del ordenador.  

8 Responses to “¿Podríamos imitar el espíritu de la Semana Negra?”

  1. Esperando Says:

    Pero Escobillón, cómo osa usted pedir una semana crítica en estas islas desafortunadas? A que le piden pasaporte (y carnet de Corrupción Canaria) para entrar en Los Rodeos y luego se queda fuera de este paraíso que son mis Islas Canarias. Disfrute de Asturias, hombre, porque cuando esté de vuelta ya va tocando que nos hable todo lo que usted sabe del Septenio ese de los cojo… ¿hasta cuándo va a estar callado?

  2. Lectora 2 Says:

    Peregrinaremos, alguna vez, a la Semana Negra que nos queda más cerca y, por lo leído, es tan interesante como apasionante en todos los sentidos. Aprovéchala sin pensar ni un sólo momento en lo que ocurre por aquí, que ya tendrás tiempo de hacerlo al voler!!!!!

  3. editorescobillon Says:

    Estimado Esperando, no sé lo que piensa usted que es Septenio, pero le garantizo que lo vi fue trabajo, mucho trabajo de su responsable de prensa y poco más. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con este programa, pero esa es otra historia.
    Lectora 2, es inevitable que compare este encuentro con lo que cocinamos allá. Inevitable, pero muchas gracias por sus palabras de ánimo.

  4. Siemprecorriendo Says:

    Pues como yo no puedo quedarme con la fiesta, ni con los libros, me quedo con que “la envidia nunca es sana”. Falso, Sr. editor. Mi envidia por su viaje de trabajo es muy sana. Envidia cochina, pero sana.

    Y “fuera bromas”, como decíamos por el Toscal, me gustaría saber por dónde van los tiros: ¿avanza la invasión de autores nórdicos (acabados en -son, -sen, -aard, etc.) o se atisba algo nuevo en el horizonte?
    ¿Queda algún yankee a la vista? ¿Ha descubierto usted algún hispano que merezca la pena leer en versión original?

    Y ahora, cotilleos. Le supongo conectado con lo que pasa por aquí, pero por si está demasiado entretenido, le comento que la bronca en el Círculo es cada vez más desagradable y se anuncia movimiento para después del verano.

    Es curioso. Medio país con fiestas de literatura, teatro al aire libre y música. Mientras, los que podrían de estar haciendo lo mismo por aquí, preparando leña. Puaggg.
    Ah! Sí, claro. El que se perdió la Bajada del Hierro pudo ir al embarque del Carmen de Candelaria. Si no llegó a tiempo, puede ir hoy al ídem del Puerto y, si no al idem de idem este jueves en de SC. Y seguro que se me escapa alguno… ¡Qué suerte vivir aquí!

  5. editorescobillon Says:

    Siemprecorriendo lo bueno que tiene la Semana es que promociona el género que se hace en castellano, lo que implica escritores de esta y la otra orilla. Así que gracias a Dios, se habla mucho de muchas cosas menos de la invasión nórdica policial. Me pide recomendaciones, pues bien, le recomiendo ¿Dónde estás, alacrán?, del mexicano Jorge Moch, la estoy leyendo ahora, he conocido a su autor, y es una de esas obras que trasciende al género. Es decir, más que negra es literatura y de la buena. Eso sí, barroca, rica en descripciones… Como divertimento está El último trago, de otro mejicano de apellido impronunciable (Haghenbeck) un homenaje a Raymond Chandler cuya acción transcurre en pleno rodaje de La noche de la iguana. Lamentablemente, por ahora el título de Moch es inconseguible en España porque ha sido editado por Planeta México, que no distribuye en nuestro país, pero El último trago sí, está en Martínez Roca. Otro gran descubrimiento ha sido el escritor peruano Alonso Cueto, un tipo cultísimo, amable, un caballero… algunas de cuyas novelas se pueden encontrar en Anagrama: Grandes miradas y La hora azul.
    Y no me recuerde el regreso. No sabe como tiemblo al pensar que tendré que coger el avión…

  6. Siemprecorriendo Says:

    Gracias, Editor,
    seguro que puedo conseguir el de xxxxbeck en mi librería favorita. Apuntado para mañana.
    Y si se tropieza a una condesa descalza, salúdela de mi parte. Ya tengo peli para esta noche.

  7. buaxam Says:

    ¡¡¡joder, qué envidia!!! que lo disfrutes editor. y si puedes -y no lo has visto antes- comprueba los agujeros de bala que deberían estar aún conservados en la fachada del cuertel militar de la ciudad. éstos fueron producidos por el ataque a dicho acuartelamiento de los militares rebeldes en la guerra civil. hice la mili en gijón -años a- y fue una de las imágenes que más me impactó. ¡¡¡eso sí que fue “negro”!!!
    lo dicho: a disfrutar (y a narrarnos después el disfrute…).
    saludos.

  8. editorescobillon Says:

    Siemprecorriendo, no me queda muy claro la película que verás esta noche: ¿La condesa descalza? o ¿La noche de la iguana? En el fondo da igual, porque sale la maravillosa Ava Gardner, pero tengo esa duda…
    Buxam, Gijón es una ciudad preciosa, aunque no me la imagino en invierno (8 meses me cuentan por aquí). Yo es que soy más dde calores africanos… Apunto en mi agenda lo de visitar ese cuartel.

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