Una recomendación literaria (muy) ‘cool’

Hace ya tanto tiempo, tanto tiempo… que mi memoria ha hecho trampas con el grato recuerdo de aquella experiencia, pero es que leyendo la novela de Jake Arnott Delitos a largo plazo, no he dejado de evocar aquel día de año remoto y perdido en el tiempo en el que un amigo y yo nos metimos como quien no quiere la cosa a ver Quadrophenia.

Conocía vagamente el discazo de The Who que inspira esta cinta sobre las luchas que los movimientos pandilleros británicos de mods y rockers mantuvieron en Gran Bretaña en los años sesenta, pero sí tengo muy fresca la sensación con la que el colega y quien les escribe salimos del cine. Somos los mods, somos los mods… Como es natural la euforia adolescente nos duró unas cuantas horas porque obviamente no fuimos nunca (por fortuna) mods, y mucho menos menos cuando nos dimos cuenta que lo mismo vibrábamos escuchando a los Small Faces que a Buddy Holly, pero así son las cosas cuando uno es un tierno e inquieto quinceañero con ganas de comerse el mundo…

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Decía que he recordado aquella película leyendo Delitos a largo plazo porque esta novela está ambientada precisamente en aquellos años para contarnos la historia, a través de cinco voces distintas, del ficticio gangster Harry Stark, un frío y calculador hijo de puta que está inspirado en uno de los gemelos Kray, famosos hampones de aquel Londres pop cuya banda sonora sigue sonando de vez en cuando en el compacto de casa.

Lectura frenética y refrescante, de esas que te cogen por el cogote y con las que tienes la sensación de que estás perdiendo el tiempo cuando no estás devorando sus páginas, Delitos a largo plazo es el primer volumen de una trilogía (Canciones de sangre y Crímenes de película) que la colección Roja & Negra de Mondadori promete editar en próximas fechas tras el latigazo que ha dado en las espaldas de casi todos los lectores de sus primeras aventuras publicadas en España.

Narrada, como decía, a través de la mirada de cinco protagonistas: un chapero, porque las inclinaciones sexuales de Stark son con su mismo sexo; un aristócrata alcohólico y corruptible; un matón de segunda, una actriz en declive y un criminólogo, la novela de Arnott nos ofrece (al modo del Ciudadano Kane de Orson Welles) un retrato variado e inquietante pero también lujuriosamente cool de este hampón al que le gusta vestir como un dandy.

Cinco visiones desencajadas de una década y una sociedad, la londinense de los sesenta, donde estrellas de variedades, políticos, chicos de la calle se mezclaban con asesinos por aquello de sentir emociones fuertes.

Cuenta, además, con frases de esas que te obligan a buscar un lápiz y subrayarlas: “Existe un curioso lazo entre los granujas de clase baja y los crápulas de clase alta. Supongo que es el odio que comparten hacia las clases medias“, así como una arrolladora capacidad para meterte dentro de un universo delirante donde las reglas dejan de ser reglas. Y todo eso a ritmo de crooners de la época, y de música mods y rockers mientras disfrutas de un copazo (o dos) de ginebra. Sólo hay un problema, y es que tras su lectura amaneces atontado y compruebas ligeramente amargado que has dejado el café por el té.

En fin, háganse un favor: consigan a corto plazo estos Delitos a largo plazo.

Saludos moderadamente cool desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Una recomendación literaria (muy) ‘cool’”

  1. kisskissbangbang Says:

    Estupenda novela, muy recomendable. El problema es que no se hayan publicado aún en España los dos volúmenes que faltan de la trilogía.

  2. editorescobillon Says:

    Yo soy otro de los que espero. Con las cejas fruncidas y la sonrisa de tiburón de Stark. Un abrazo!

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