Cine con rabia de vivir cien por cien canario

No creo equivocarme si afirmo (no digo) que Wansy Navarro es uno de los cineastas más auténticos y creyentes en esto de contar historias con imágenes de cuantos han nacido en estas islas abandonadas de la mano de los dioses. Con un entusiasmo a prueba de bombas, y casi siempre sin contar con apoyos institucionales, reacios al cine venenoso y rabioso de   su autor –porque se trata de un autor con todas sus letras–, Navarro ha sacado su colección de cortometrajes y ahora su primer largo por la puta cara, lo que no deja de sorprender en un archipiélago donde los cineastas artistas se han acostumbrado a vivir del pesebre de las subvenciones, ajenos a la aventura que significa sacar tu obra pese a los No, No y No de las presuntas e iluminadas comisiones que deciden los proyectos de esto que llaman cine canario.

El cine de Wansy Navarro es un cine áspero, sin escuela, mamado directamente del cine de barrio o del vídeo club de la esquina que son la mejor escuela para aprender cine. Y además, es un cine extraño, que va contracorriente en la aburrida moda en la que han caído la mayoría de los cineastas del archipiélago, muy dados a descafeinadas miradas de ombligo y a masturbaciones intelectuales mientras se alejan de lo que entendemos como entretenimiento. O contarnos una historia: las que tienen su inicio, su nudo y su desenlace.

El cine de Wansy Navarro es, además, directo. Vitriólico, repugnante en ocasiones y muy, pero que muy salvaje. Salvaje por sus historias, la mayoría de ellas aliñadas con mucha sangre y vísceras que me recuerdan al mejor cine patrio de terror. Sí, me refiero a esos clásicos de Jacinto Molina, Carlos Aured, Javier Aguirre y otros locos por un género que nunca ha contado con el respaldo sesudo de la crítica, aunque sí del espectador sin traumas imbéciles en la cabeza.

Las películas de Wansy Navarro son así de una tosquedad abrumadora pero también de una desarmante efectividad que te toca. Y te toca por incómodas, casi como si te mordieran. Es un cineasta gore, probablemente el primer cineasta realmente gore canario que muestra nuestras pesadillas pequeño burguesas tal y como son. Y con acento de aquí.

Para muchos Navarro es un intruso en esa especie de aristocracia provinciana a la quieren convertir el cine en Canarias, ciegos esos ojos a que apuestas por valores de este tonelaje abre nuevas espitas para contarnos las cosas de otra manera; sin ridículas vaguedades ni miedo a coger al toro por los cuernos. Pueblo somos y pueblo seremos hasta que no aprendamos a quitarnos la venda y aprender a MIRAR.

Y mirar es lo que propone la desarmante y extravagante cinematografía de Navarro: Mirar con bizarría a los barrios, a la miseria del extrarradio, al odio de los que no tienen nada. Y todo teñido de sangre, navajazos, diálogos cortantes, personajes fieros, esa canarias canalla real que forma parte de nuestra vida.

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La X Semana de Cine Fantástico de Estepona cierra el 11 de septiembre (qué fecha, ni aposta para proyectar una película de este cineasta mezcla de George A. Romero y Dario Argento, de Ruggero Deodato y Lucio Fulci) su sección informativa con la proyección de su primer largometraje Dispersión mortal, cuyo enlace les invito a consultar para que disfruten del tráiler de su prometedora ensalada de crímenes violentos. Con ecos a una Matanza de Texas pero en Telde, Taganana o Chipude… Financiar este trabajo, cómo no, ha salido prácticamente de su bolsillo. Una serie Z a coste de 8.000 euros. Cine indie con todas sus letras, vamos, para que nos entendamos.

La película se proyectó hace unos meses en Telde, ahora le toca Estepona y mañana espero que al resto de España y al mundo mundial. Wansy no es Pasolini, pero su visión estremecedora de contarnos la realidad me recuerda mucho a la del cineasta italiano en su incomprendida obra maestra Salo o los 120 días de Sodoma.

He dicho, que decimos los hijos de la viuda.

Así que…

¡Saludos al maestro desde este lado del ordenador!  

7 Responses to “Cine con rabia de vivir cien por cien canario”

  1. David D. Says:

    Eduardo, debe haber hueco para tod@s, pero sabemos que eso no ocurre. Wansy sabe que le tengo en estima, y respeto su trabajo, pero no me hagas sentir mal por en mi caso preferir hacer o pretenderlo (que no siempre verlo), ese cine que tú defines en el post como “aburridas miradas de ombligo y a masturbaciones intelectuales mientras se alejan de lo que entendemos como entretenimiento”. No sé si entro en ese saco, pero creo que estoy más cerca de lo que creía. El ninguneo a Wansy no me agrada, como no me agrada el ninguneo en general. También soy de los que defienden el cine de Wansy por varias razones, entre ellas por el valor y el coraje que le echa, pero también por que siento algo auténtico debajo de eso que llamas “tosquedad abrumadura”, una sinceridad aplastante y a prueba de bombas, un sello de autenticidad y personalidad. Mi resumen es que cada uno haga lo que quiera hacer, o lo que sienta que debe hacer. Si no hay convicción, mejor no hacer nada, independientemente de la aceptación, bendita o maldita que se tenga, y de los amigos o enemigos que pueden ayudar a crecer o ayudar a hundir.
    Saludos hoy algo gores por mi parte.

  2. editorescobillon Says:

    No me refería a tí, amigo, sino a otros. Tu cine, o al menos el cine que he visto de tí, es también gore pero sin mostrar las tripas físicamente. Más de dentro pero sí que igual de rabioso. Es mi opinión, claro está. Y tanto en el caso de Wansy como en el tuyo y el otros pocos, muy pocos, lo que más me abruma, admira y encanta son sus santos cojones. Y perdón por ser tan brusco.

  3. David D. Says:

    Estimado Eduardo, lógicamente sé que no te refieres en particular a mí o a fulanito de tal, pero no pude impedir sentirme mentado indirectamente, o quizás me salió simplemente mi idea de base: que cada uno haga lo que crea que debe hacer. Por otro lado, gracias, pero gore gore no me siento, al menos no el típico gore, ni freakie, como me llamó un conocido más que conocido en el ámbito cinematográfico de estas tierras. Y bueno, sí que te tengo que dar algo de razón en lo último, en lo de los santos c…, aunque tiene gracia que finalmente sean santos, antes más bien puñeteros. Ah, y ya que estamos, decirte que no tengo los suficientes c… para llamar cine a los ensayitos que hago de vez en cuando.
    Otro saludo gore.

  4. editorescobillon Says:

    David cuando escribí lo de gore me refería a que tus películas o ensayitos como las calificas, así a todos esos trabajos que tú y tantos otros (con o sin prebendas de la administración pública) salen de las tripas, de lo más profundo de alma. Es un cine personal, con firma o por lo menos unas constantes y un estilo que validan su autoría. Respecto a los amigos y enemigos que nos encontramos en la vida diaría y que te (nos) llamen friquis recurro siempre al sapientísimo dicho popular: más fácil es que entre un pobre en el Reino de Los Cielos que un rico en el ojo de un camello. ¿O era una aguja?
    Un saludo de tripas corazón.

  5. David D. Says:

    De acuerdo Eduardo, te entiendo. Y por si habían dudas: que viva Wansy y sus c…, pero también que vivan todos los apasionados con tripas.
    Saludos bajo el efecto de una insolación majorera.

  6. josep v Says:

    Como espectador, también prefiero las películas hechas con desgarro, amo la imperfección por encima de todas las cosas, y me aburren soberanamente las películas correctas, donde la fotografía, la música y los actores están para un oscar y nos ofrecen argumentos insípedos que no te aportan nada. El cine, como el arte, tiene que conmovernos, provocar en nosotros tal conmoción que nos permita, aunque sea un poquito, poder ver el mundo de otra manera. He visto pocas cosas de Wansi, sobre todo porque es muy difícil acceder desde Tenerife a las películas que se hacen en Gran Canaria, y si en alguna ocasión tuve a mi alcance un dvd con películas suyas no hubo manera de abrirlo o se detenía en cada momento, haciendo de su visión un tormento. Siempre he pensado que ser cineasta consiste en una carrera de fondo. Al final, cuando pase esta euforia del cine canario y los estudiosos pongan un poco de orden en este big bang de cortos y largometrajes rodados a salto de mata, es muy probable que Wansi sobreviva en el recuerdo por encima de otros nombres. Estoy convencido que su cine tiene un interés que va más allá de los cinematográfico. Con el tiempo irá ganando como radiografía de estos tiempos convulsos (son convulsos aunque no queramos darnos cuenta, bajo la apariencia de normalidad que nos imponemos). Su cine abrupto, sin reglas, no ganará en ningún festival (o sí), dodne al final acaba ganando la película más digerible para todos los gustos, pero debe exhibirse aquí y donde sea.

  7. editorescobillon Says:

    Josep sí pinchas en su página web podrás ver algunos de sus cortometrajes yel avance de su largo.

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