¡Mucha mierda!

* Comencemos con un grito: ¡Mucha mierda, Patrick! El Teatro Capitol de Tacoronte acoge desde mañana, viernes y hasta el domingo, 15 de noviembre, el estreno Mathausen (1), de Patrick Bencomo, obra por la que obtuvo el premio de Artes Escénicas Enrique Guimerá del Cabildo de Tenerife dotado con 30.000 euros.

El galardón, que obligaba a su autor a entregar en el  plazo de seis meses el texto teatral escrito y el Plan de Producción para su puesta en escena, “y una vez cubierta esta fase tres meses más para su estreno”, llega al público mucho tiempo después por causas ajenas a su autor.

La convocatoria del premio Enrique Guimerá, una iniciativa del Área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Tenerife, formó parte de los Premios a la Creación 2007, y contemplaban también los apartados de Literatura, Alfonso García Ramos; Artes Plásticas, Eva Fernández y el Premio de Crítica Cultural, Domingo Pérez Minik, distinciones que recayeron respectivamente en Víctor Álamo de la Rosa por su proyecto La cueva de los leprosos; David Olivera por su trabajo El pueblo olvidado y el periodista y escritor Sabas Martín por Fetasa en el espejo: en el espejo de Fetasa, texto crítico publicada en el volumen colectivo Fetasiano, editada por CajaCanarias en la colección Aislados en 2006.

(1) El campo de concentración se llamó en realidad Mauthausen, la grafía Mathausen obedece a como lo conocían los presos españoles durante su largo cautiverio.

* No había que ser muy inteligente para intuir que con el nuevo equipo que gobierna el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz el resucitado Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza del Puerto de la Cruz tenía los días contados. Todo hace sospechar que asistiremos en 2010 al entierro del renacido certamen.

* Una buena noticia es que al menos el Festival Internacional de Cine Documental, MiradasDoc sí que parece que goza de relativa buena salud. Así que es probable (en este universo de probabilidades) que el año próximo se celebre su quinta edición.

chet_baker.jpg

* Tenerife Espacio de las Artes (TEA) proyecta desde mañana y hasta el domingo, en horario de 19 a 21.30 horas, el documental Let’s get lost, de Bruce Weber. El filme narra la vida del excelente trompetista de jazz Chet Baker, un músico que además cantaba. ¡Y como cantaba! A mi me deprime. Pero no por malo sino porque su voz nace desde dentro, desde ese lugar oscuro del alma donde almacenamos todas nuestras desesperaciones.

* Por si les interesa, se acaba de editar la versión en dvd de Dillinger dirigida por John Milius. El legendario gángster está protagonizado por el también legendario Warren Oates. El agente del FBI que le dio caza, Melvin Purvis, tiene el rostro de otro legendario actor, Ben Johnson. Lo diré aunque no haga falta, si la comparan con la versión postmoderna de Michael Mann, Enemigos íntimos, no hay lo que se dice color.
Les dejo con una frase que le escuché al gran Milius, ese cineasta ultra conservador y orgullso miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), en el disco con contenidos adicionales de 1941, la estrafalaria comedia que dirigió Steven Spielberg a finales de los 70: “Los dioses humillan a quienes quieren honrar”.

Por lo que sinceramente y ante la que nos está cayendo, repartamos mucha mierda entre todos nosotros. Igual los dioses nos escuchan.

Saludos, escuchando de fondo My funny Valentine por Baker, desde este lado del ordenador.

8 Responses to “¡Mucha mierda!”

  1. decepcionado Says:

    Editor, el viernes fui a ver en Tacoronte la obra de Patrick Bencomo y la verdad es que no me ha convencido. Me pareció tedioso, plana y, lo que es peor, muy pretensiosa. El dia del estreno tuve además la sensación de asistir a una función de teatro de fin de curso, lo que supone que se trataba mayoritariamente de un público amable, que aplaude lo que sea… Y Mathausen es eso, un lo que sea. Una obra muy mal escrita y muy mal dirigida. Respecto a sus actores, no quiero hablar aunque espero que con esto muchos noten mi desconcierto por su trabajo en el escenario. En fin, una buena idea desaprovechada.

  2. editorescobillon Says:

    Lamento escribir que no pude asistir al estreno. Gracias, de todas formas, por tu comentario.

  3. encantada Says:

    Yo, sin embargo, quedé encantada con el puzzle del señor Bencomo, me pareció crítico e inteligente, nada tendente a la tragedia fácil ni a la búsqueda de testimonios sobre lo conocido. Sí agobiante, pero no plano. Sí fragmentario, pero lo entendí como algo pretendido. La parte de Lorena Matute me pareció extraordinaria (aunque mejorable, por supuesto) y la estética del quinto acto muy conseguida.
    ¡Para gustos colores!
    El texto no lo he leído.
    La representación me gustó.

  4. editorescobillon Says:

    Gracias por tu comentario.

  5. ¿?¿ Says:

    Debo decir que acudí al último día de función. Jamás había visto una obra tan mal dirigida. La parte en la que los tres prisioneros canarios conviven en el campo es insufrible, lenta, farragosa y muy, muy mal interpretada. ¿De dónde han salido esos actores? Para ser protagonistas de una obra, se les veía bastante flojos, diría que casi parecían sacados de una representación infantil, con fallos y tics bastante desesperantes. En general sufrí una decepción muy grande, empeorada por una pésima dirección y lastrada por una duración excesivamente larga donde ¡no pasa nada!

  6. editorescobillon Says:

    ¿?¿ Gracias por tu comentario.

  7. Silvie Says:

    Parece que hay mucho crítico teatral por esta isla. O mucho director fustrado. He caido por casualidad en esta página y al leer los comentarios destructivos de la obra de Patrick Bencomo pues me ha entrado una especie de sublevación. Porque a mi sí me gustó mucho por su contenido, por su puesta en escena, por su mensaje… y los actores de promesa. Y eso de que” no pasa nada”???. A lo mejor ese es el problema, que hay gente que, aunque lo vea en sus narices, pues nunca pasa nada.

  8. ¿?¿ Says:

    Sí, buenas promesas los tres protagonistas. Son más malos que pegarle a un padre, en especial los que hacían los personajes de putero y el campesino. Era imposible creerse ni una sola palabra que decían. Sencillamente patéticos.

Escribe una respuesta