As time goes bye

 rumble-fish.jpg

- “¿Sabes?, si vas a guiar a la gente, tienes que tener adónde ir.”

Todos tenemos películas que por una razón u otra supieron sacudirnos. Películas que desde ese entonces te acompañan y que te mostraron sin ironías los fantasmas que se agarran a tu espíritu. Esos espectros empeñados en quedarse contigo hasta el final de tu existencia. La edad te va liberando de algunos de ellos, es verdad, pero también se te cuelan otros nuevos. Vampiros que te piden permiso con una sonrisa en los labios antes de que los dejes entrar. Y una vez instalados, los miedos más retorcidos se ramifican hasta atontarte un poquito más de lo que estás.

Afortunadamente, les digo, hay películas, conversaciones, libros, pinturas, músicas, tebeos, que por arte de magia te enseñan a combatirlos, a defenderte de sus garras invisibles. No sé a ustedes, pero cuando me refugio en la cómoda y placentera soledad que me he construido si hay algo que le exijo a un cuadro, a una fotografía, a una película, a un libro, a un tebeo o a una canción es que me libere de esos fantasmas caprichosos. O lo que es lo mismo, que contribuya a que sea mejor persona o al menos que sirva para enseñarme a soportarme.

- “Hasta las sociedades más primitivas sienten un respeto innato por los locos.”

Hay una larga lista de películas que me ayudaron a seguir caminando con la mente algo despejada y un corazón si cabe un poco más grande. Entre esas películas se encuentra un título de Francis Ford Coppola que apenas ha sido reivindicado por los seguidores del maestro. Director de dos obras imprescindibles de la historia del cine como son Apocalypse Now! y la trilogía de El Padrino, Coppola cuenta también con una de esas películas que guardo en mi rincón secreto y que suelo ver cuando intuyo que los espectros de los que hablaba comienzan a conspirar, contaminando mi cabeza con ideas raras.

Esa película es Rumble Fish, títulada delirantemente en nuestro país que es España como El chico de la moto.

Supongo que tuve la suerte de que me pegara tan fuerte porque tenía la edad apropiada. A veces tener la edad apropiada te hace descubrir cosas maravillosas. El guardián entre el centeno, Batman año 1 o Rumble Fish.

- “Cielos ¿cuánto tiempo me queda?, me quedan 35 veranos, piénsalo: 35 veranos.”

La vi en Madrid en uno de esos cines gigantescos que tenía Madrid antes de que las multisalas se empeñaran en trocearlos. El cine estaba ubicado próximo a la Gran Vía y adornaba su fachada uno de aquellos cartelones dibujados con el cartel de la película. Fui con un grupo de amigos y como me sucede a veces, creo que yo quería ver otra cinta antes que la de Coppola. Miraba con recelo aquella nueva apuesta juvenil del cineasta porque no guardaba buen recuerdo de su Rebeldes, también basada en una novela de la interesante escritora Susan E. Hinton. Supongo que al final me convencieron a que entrara con ellos porque no me apetecía meterme solo en otro cine. Así que siempre les estaré agradecido a esa gente que se empeñara en que la viera con ellos porque Rumble Fish fue para aquel estudiante de provincias una revelación.

Los ojos abiertos. Devorando la pantalla. Entregado a una historia tan sencilla que por eso se hace compleja y con la extraña sensación de que Coppola estaba contando mi historia a través de otros. Identificándome con un Mickey Rourke en estado de gracia que ya no quiere ser líder de nada. Asqueado de su pasado y presente, de ser un mito hecho carne para su hermano, interpretado por un Matt Dillon también en estado de gracia. Me enamoré, como es natural, de la caprichosa novia de Rusty James, una Diana Lane que corroboró una vez más que los caballeros las prefieren rubias aunque se casen con las morenas, y me conmoví con aquel padre borracho con cara de Dennis Hopper; el camarero filósofo con jeta de Tom Waits (cuyo personaje Benny dice: “El tiempo es una cosa muy curiosa. Un elemento muy curioso. Cuando eres joven, eres un niño, tienes tiempo para todo. Luego pasas un par de años de aquí para allá y no es importante. Pero cuanto más viejo eres, más te preguntas: ¿Cuánto tiempo me queda?”) o ese policía canalla con pinta de William Smith (el odiado Falconetti de la serie Hombre rico, hombre pobre).

Y el paso del tiempo, loco y veloz, que Coppola plasma con relojes. Relojes que no paran de andar. Y un blanco y negro poderoso que es como debe de ver la vida el daltónico Chico de la moto aunque haya color cuando aparecen los famosos peces de Siam, esos que viven atacándose entre ellos toda su existencia. Incluso a su propio reflejo cuando ya no queda ningún semejante en la pecera.

- “Una percepción aguda puede volverte loco.”

He visto Rumble Fish lo que se dice un montón de veces después. Embriagado por esa banda sonora escrita por el batería de The Police, Stewart Copeland, y descubro siempre cosas nuevas pese a que me la sepa casi de memoria. Claro que eso pasa siempre con las películas, los tebeos, los cuadros, las canciones, las fotografías que te han marcado al rojo vivo.

- “Tu hermano no pertenece a este mundo. Nació en la orilla equivocada.”

La vuelves a ver y sientes que los fantasmas que se agarran desesperadamente a tu cabeza desaparecen como enloquecidos, casi heridos de muerte. Te sientes así mucho mejor cuando llega el The End, y te quedas noqueado viendo los títulos de créditos finales preguntándote una vez más qué grande es el cine.

Qué grandes, demonios, es el cine.

NOTA: Todos los diálogos corresponden, obviamente, a Rumble Fish.

Saludos, mientras el tiempo pasa, desde este lado del ordenador.

8 Responses to “As time goes bye”

  1. elintenso Says:

    Hoy aparece esta presunta noticia en el Diario de Avisos:
    La productora Atlantia Canarias idea la serie televisiva de intriga ‘Divine’
    El proyecto para la pequeña pantalla recrea diversos hechos extraordinarios protagonizados por un grupo de personajes a la deriva tras la pérdida de valores…con un presupuesto cercano al 1,5 millones de euros por episodio…con Vicente Mora de la Rubia como artífice del proyecto.
    ¿De qué nos suena todo esto, editor de El Escobillón?

  2. David D. Says:

    Gracias por el post. Rumble Fish es mi película favorita de Francis Ford Coppola junto a Corazonada, pero ¿no se titulaba en español “La ley de la calle”?
    Saludos de un cineasta? hastiado.

  3. David D. Says:

    Y por cierto, Rebeldes no es una peli juvenil que desdeñe para nada, me interesan algunos de sus aspectos, aun siendo una obra menor para ser de Coppola. Yo la vi después de tener Rumble Fish grabada en mis retinas para siempre (el siempre de los vivos). El sabor de ambas películas no se pueden separar de mí, del eterno joven tontorrón y rebelde sin causa que siempre he sido y seré, por más canas que peine.

  4. cautivo y desarmado Says:

    La ley de la calle, no el chico de la moto.
    Lo de Mora atacando de nuevo, no tiene desperdicio. ¿Es que en el Diario no aprenden a no hacer caso a noticias falsas? ¿Por qué no le preguntan donde está Papillón II, que iba a rodar en Septiembre con Leonardo di Caprio de prota? De verdad, no sé quién queda peor, si Mora y sus sueños de grandeza, o el Diario y sus pseudoperiodistas.

  5. editorescobillon Says:

    Tienen toda la razón, en España circuló como La ley de la calle.

  6. editorescobillon Says:

    David, coincido contigo que Rebeldes no es una mala película. Tengo gratos recuerdos de otras cintas menores del maestro como Peggy Sue se casó (será por Buddy Holly), Tucker y Jardines de piedra. Admito que con Tetro casi rompo mis relaciones con el ilustre, no obstante.

  7. Ike Janacek Says:

    “Rumble Fish” nos marcó a muchos. Casi parece increíble que pudiésemos verla en un cine, en versión original y en blanco y negro, pero más increíble me parece que pase tan desapercibida y se considere “obra menor” una película tan intensa.

  8. MAA Says:

    EL TITULO ORIGINAL RUMBLE FISH ES UNA METAFORA DE LA ISTORIA DE LA PELICULA ! COMO LA PUEDO EXPLICAR¿¿

Escribe una respuesta