Canarias no sería Canarias si no pasaran estas cosas

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¡CHACHO, CÓMO SE LES OCURRE!

Como ya anunciamos en este mismo blog nos ha parecido muy interesante la iniciativa del Cabildo de Tenerife de organizar el  Encuentro de las industrias culturales audiovisuales en Internet pese a que continuemos lamentando el tono académico que se le han dado a estas dos jornadas que se desarrollarán en TEA del 15 al 16 de enero.

Nadie pone en duda que la Red es una ventana con infinitas posibilidades para el audiovisual –más en estos días de recesión– por eso no deja de sorprendernos la ausencia destacada en el programa de profesionales que hoy por hoy están apostando por el medio y sí la de recurrir a un grupo de teóricos universitarios en la materia. Todos ellos muy respetables, sí señor, pero cuyas enseñanzas (tememos) resultarán poco prácticas y útiles para los que estén interesados en trabajar e invertir en la red.

Otra cosa. Preguntamos con humildad a los organizadores ¿por qué tratándose precisamente de un Encuentro de (no con) las industrias culturales audiovisuales e Internet, no se ha elaborado una página web para que los interesados en asistir puedan recabar información suficiente sobre quienes participan en sus conferencias y debates y en la que poder inscribirse sin tener que llamar al tradicional número de teléfono?

No vale como respuesta que estas cosas pasan en Canarias.

Claro que, bien pensado, Canarias no sería Canarias si no pasaran estas cosas.
VAMOS CADA VEZ MENOS AL CINE

La Opinión de Tenerife publica en su edición de hoy, jueves 7 de enero, un artículo que revela un sensible descenso de asistencia de público a las salas cinematográficas tinerfeñas en 2009. Las explicaciones que se facilitan para justificar estas cifras (se han perdido 200.000 espectadores) deberían ser suficientes para que los responsables de las grandes cadenas de exhibición reflexionaran sobre la situación del sector en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (no se estudia Las Palmas, aunque sospecho que lo datos deben de ser más o menos los mismos pese que monten en absurda cólera los que avivan a un lado y al otro la sombra del eterno y cansino pleito insular) con el objetivo de recuperar al público perdido a través de acciones novedosas.

El fin de la sala tradicional de cine (esa que los cursis llaman de pantalla única) y el cierre de su última encarnación resistente como fue el Víctor, sumado a la aparición de piratas en la red y la comodidad de ver estrenos en el salón de nuestras casas, entre otras, son elementos que han frenado la asistencia de muchos aficionados a la sala de cine tradicional. Modelo de exhibición que con el paso de los años ha terminado por transformar incluso el viejo rito de ir al cine. Si a esto contamos el notable incremento del precio de entrada y que una misma película ocupe varias salas de una misma multisala y que la oferta de producciones interesantes (al margen del tradicional taquillazo) resulte tarea imposible para todo cinéfilo que se precie, estás claro que alternativas como las 3-D (proyecciones que cuestan más caras que las de 2-D) no están convenciendo al público de las islas. Si a ello añadimos el coste que supone pertrecharse de cotufas y refrescos para disfrutar de la película como si de un piscolabis cualquiera se tratara, está clarísimo que esto de ir al cine no es que sea caro: es carísimo, casi imposible para los bolsillos de una mayoría que aguanta como puede la tormenta de la dichosa crisis.

No es momento ni lugar para sugerir ideas a los responsables de las grandes cadenas de exhibición que casi monopolizan el sector en ésta y en la otra provincia, pero sí la de recomendarles a que estrujen sus cerebros cuando la fórmula comercial que han venido manteniendo hasta el día de hoy se desinfla, como bien apunta Laura Docampo, la periodista que firma el artículo.

VERSIONES DOBLADAS CONTRA VERSIONES ORIGINALES SUBTÍTULADAS
Ningún cine en Canarias, salvo las honrosas proyecciones que promueve TEA y CajaCanarias, cuenta hoy con salas de exhibición de largometrajes en versión original con subítulos en español. Los multicines Monopol intentaron quebrar esta tendencia el año pasado en la capital grancanaria aunque según noticias recientes han decidido volver al redil de la versión doblada suponemos que ante el escaso éxito de público. En Santa Cruz de Tenerife, la inauración de los Renoir significó para algunos la recuperación de películas en VOSE, pero desde sus inicios en estas salas casi siempre se ha optado por proyectar títulos extranjeros doblados. ¿La VOSE no es rentable en este archipélago de cinéfilos y cinéfagos? La conclusión es que debe ser así, si uno mira sin demasiada ira al pasado.

Saludos, musitando ende, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Canarias no sería Canarias si no pasaran estas cosas”

  1. José Says:

    Quisiera añadir un matiz, respecto a las películas en versión original subtituladas. Es cierto que TEA y CajaCanarias han optado por esta modalidad, como también lo hace el Ateneo de La Laguna, con una extensa
    programación cinematográfica a lo largo del año, tantas veces olvidada (una pena). No estoy seguro, pero el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, en el Puerto de la Cruz, proyecta en VOSE (repito, no estoy seguro). Nada más, un saludo y muchas gracias.

  2. editorescobillon Says:

    Agradecidos quedamos por la aclaración.

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