Pueblo chico, infierno grande

Pueblo chico, infierno grande. Es un dicho que detesto pero creo que debería de figurar como leyenda en ese escudo con los dos perritos que representa a esta comunidad autónoma.

En esta tierra –no sé si será por ser islas, por aislados y asilados, por la frontera de agua que nos rodea y por una falta de autoestima que combatimos buscando pelotitas de mierda en los ombligos de los demás–  hablar bien de alguien duele.

Duele y molesta.

Quizá sea esta la razón por la que nos gusta tanto cuchichear, poner a parir al vecino siempre y cuando no tengamos delante al vecino, convertir la descalificación gratuita en una especie de deporte nacional siempre y cuando no pertenezcas a una tribu, a uno de esos clanes adoradores del gran tótem que consigue las subvenciones.

Si no es es así: vétete por ahí

Con esto quiero decir que es muy jodido ir de independiente por la vida en Canarias, y que cuando llega un italiano y descubre una cosa llamada literatura canaria y escribe y reflexiona sobre la obra de uno de sus narradores, como es el caso de Víctor Álamo de la Rosa –con independencia de que te guste o detestes su universo narrativo–… algo está pasando.

O ha hecho, como apuntó esta tarde el también escritor Pablo Martín Carvajal en la presentación de El Hierro literario. Exploración de la obra de Víctor Álamo de la Rosa, “lo que casi nadie ha hecho en estas islas: valorar el trabajo de un escritor canario”.

Para Martin Beux, autor de este ensayo, el universo narrativo de Álamo de la Rosa está muy vinculado “al hombre canario y su relación con el mar”, una constante, dijo, que aprecia en otros narradores de las islas, la mayoría de ellos con una rica capacidad expresiva.

No entendí muy bien –esa es la verdad– que quisiera apoyar este argumento resaltando que muchos de estos escritores “exploran en sus raíces guanches una razón de ser”, aunque quiero imaginar que si lo hizo fue para reforzar una tesis a través de la cual convencer a los presentes que no hay porqué sonrojarse al afirmar que existe una literatura canaria “pese a su relativo éxito dentro y fuera de las islas”.

¿Una frivolidad? No lo sé, pero que tenga que venir un italiano, un senegalés y hasta un afgano (por si lo hubiera) a decirnos cosas como éstas da que pensar…

Saludos, ya dejé de pensarlo, desde este lado del ordenador.

6 Responses to “Pueblo chico, infierno grande”

  1. elintenso Says:

    Este post me recuerda a Charles Cross, a la dirección General del Libro y a la madre que nos parió a todos…

  2. admin Says:

    Algo de eso hay…

  3. Alfonso González Jerez Says:

    He leido el trabajo del señor Beux. Ma parece bastante flojito. La obra de Víctor Alamo es ya lo suficientemente extensa y madura para exigir críticamente mucho más.
    Si me lo permite el editor, y quizás como fruto de lo viejuno que me estoy poniendo, cada vez me asombra más el nivel de la tontería ambiental. ¿Como es eso de “lo que casi nadie ha valorado en las islas: el trabajo de un escritor canario?”. Pero, Carvajal, ¿habías tomado algo antes de soltar semejante parida? Sin entrar en la calidad, la insuficiencia, la debilidad de la crítica literaria en este país, Pablo, ¿tú has leído crítica literaria sobre la literatura canaria? ¿Has leído a Andrés Sánchez Robayna, a Domingo Pérez Minik, a Ventura Doreste, a Nilo Palenzuela, a Joaquín Artiles, a Rafael Fernández Hernández, por citar algunos cuantos? ¿Has leído lo escrito por Juan José Delgado sobre la narrativa de Víctor Alamo, por no ir más lejos?
    Por favor, un poco de seriedad, que tantas lloreras victimistas, y tan cargadas de ignorancia, no son dignas de hombres –y escritores –hechos y derechos.

  4. Antonio J. P. Says:

    Bueno, al parecer, Alfonso estos días parece mi alter ego jajaaa… Había pensado eso mismo y mucho más.

    Al margen de que comparto esa reflexión tuya yo me había estado preguntado a qué se debía el título, porque:
    1) Sea bueno o malo el texto del señor Beux: ¿por qué se exalta tanto -qué suma- que el que hable de mí o de cualquiera del terruño sea un señor francés, bielorruso o mexicano?
    2) ¿Por qué esa conclusión de que este pueblo chico es un infierno grande para Víctor? Se le ha publicado, se le han dado becas, premios, etc., y como bien apunta Alfonso algunos críticos le han dedicado sus papeles en blanco… yo mismo le hice una entrevista a dos páginas y otros muchos también, la prensa lo atiende cada vez que quiere decir algo, escribe columnas en prensa, etc., etc….

    Un urogallo parece cualquiera al lado de él. Por ejemplo yo… jejejee

  5. pablo martin carbajal Says:

    Por alusiones, intervengo en este blog. Me gustaría Alfonso que leyeras el texto completo que leí en la presentación de la obra de Martin Beux, porque si se lee esa frase sola, así, suelta, efectivamente puede provocar un comentario como el tuyo. Creo que El Perseguidor lo va a publicar el próximo fin de semana, es un texto que me estuve pensando mucho si leer o no, pero al final decidí que sí. Si lo lees completo seguro que estarás de acuerdo en algunas cosas de las que dice, y en otras, probablemente no.

  6. Carambola Says:

    Segunda vez en una semana que se cita al gran Ventura Doreste comparándolo con gente que no le llega a suela de los zapatos. En cuanto a las lloreras, los hombres hechos y derechos lloran y no poco. Algunos ríen de las boberías que se escriben en prensa, blogs o libros,

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