Un cineasta imprescindible

Digámoslo así: Sidney Lumet no dirigió malas películas, en todo caso rodó filmes irregulares aunque estos apenas hacen arrugas en una carrera trufada de obras que, en la mayor parte de los casos, quedaron redondas y que vueltas a ver apenas se aprecia el arañazo inoportuno del tiempo.

La biografía oficial destaca que Lumet, como otros muchos compañeros de generación, se fogueó antes de entrar en el cine en los ardides de la televisión. También que le tenía gusto al teatro. Y si bien Doce hombres sin piedad es puro teatro hecho cine también podría decir que es puro cine hecho teatro. Si han visto otras versiones cinematográficas de esta magnífica pieza sabrán de lo que hablo. Con Lumet el espacio cerrado se convierte en territorio hostil.

Hostilidad que como oleadas choca contra ese muro de honradez y decencia que encarna el personaje que protagoniza Henry Fonda en uno de esos tantos trabajo que engrandeció su carrera como actor. Cuentan que John Ford decía que cine era ver a Fonda caminar por la pantalla. Añado al maestro que cine es ver y creer en la decencia del personaje que encarna Fonda.

A continuación selecciono algunos títulos que, a mi juicio, me parecen fundamentales en la amplia filmografía de Sidney Lumet.

DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (1957).- Hasta la fecha continúa siendo la mejor adaptación cinematográfica de la obra de Reginald Rose. Y a ello contribuye su reparto, encabezado por un inmenso Henry Fonda a quien secunda en honorable lid actores como Jack Warden, Lee J. Cobb y E.G. Marshall, entre otros. A mi me sigue pareciendo una de las mejores películas de Lumet, sobre todo si tenemos en cuenta su estructura y el excelente trabajo de sus intérpretes, lo que hace apasionante este enfrentamiento de doce hombres de distinta condición a los que la fuerza de la razón de solo uno de ellos convence para que vean que todo puede ser distinto. Una obra si no maestra que casi bordea la perfección.

PUNTO LÍMITE (1964).- Rodada en plena fiebre de la guerra fría, que dio al cine películas tan notables como Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú?, Lumet rueda un impecable y también desasosegante filme de alto octanaje antimilitarista contando, una vez más, con la presencia de Henry Fonda, quien interpreta a un convincente y progresista presidente de los Estados Unidos. Tuve la suerte de ver esta cinta siendo aún muy pequeño, y aún recuerdo la sensación de profundo malestar que me invadió cuando Fonda se ve en la tesitura –con el fin de evitar un conflicto nuclear– de permitir que los soviéticos vuelen una ciudad norteamericana. Imprescindible.

LA COLINA (1965).- Parece que Lumet se sentía muy cómodo contando historias de hombres rebeldes, que desafían cualquier tipo de autoridad. Y en este sentido, La colina es una de sus películas más recordadas. El filme se desarrolla en una prisión británica del norte de África y es un brillante alegato antimilitarista aunque afortunadamente nunca se pliegue al panfleto. Algunos de los mejoeres actores del cine británico de aquellos años se dieron cita en esta actualísima cinta como Sean ConneryHarry Andrews y Michael Redgrave.

SUPERGOLPE EN MANHATTAN (1971).- Sidney Lumet se movió lo que se dice muy bien en los territorios del género negro criminal en una serie de películas que como Supergolpe en Manhattan ha creado escuela. El filme profundiza en las contradicciones que alimenta a su protagonista, un ex convicto que decide dar su próximo golpe sin haberse dado cuenta que los tiempos han cambiado y que la mayoría de los miembros de su banda están siendo vigilados por la misma policía. A mi me sigue resultando un filme inquietante y angustioso porque sabes que la operación va a resultar un fracaso. 

SERPICO (1973).- Basada en una historia real, la del agente de policía Frank Serpico que tuvo la decencia de denunciar por corrupción a varios agentes de la comisaría en la que trabajaba, Serpico, además de ser uno de los primeros trabajos protagonistas de Al Pacino, fue uno de los mayores éxitos en la carrera del cineasta. Quiero pensar que ello se debe a no ya a la interpretación de Pacino sino a la idea tan atractiva de mostrar a un hombre de coraje capaz de enfrentarse al mundo en defensa de sus convicciones. Un tema, pensándolo bien, bastante habitual en el cine de Lumet. Serpico es para quien les escribe uno de los grandes títulos del cine norteamericano de los años setenta.

TARDE DE PERROS (1975).- Pacino interpreta en esta ocasión a un ladrón del montón que asalta un banco para costear una operación de cambio de sexo a un amigo. La misma condición sexual del protagonista, homosexual para más señas, eran elementos que en manos de otro cineasta hubiesen resultado forzados. Basada también en una historia real, la clave del filme, además de la empatía que se produce entre los atracadores y los rehenes, es observar como los medios de comunicación convierten en espectáculo este suceso, reflexión en la que ahondaría el mismo Lumet en su excesiva Network, un mundo implacable (1976).

EL PRÍNCIPE DE LA CIUDAD (1981).- Guardo un grato recuerdo de esta película. Estamos ante otro policíaco con sello Lumet que deseo recuperar cuando tenga oportunidad. Sigo pensando que es una pena que su actor protagonista, Treat Williams, no continuara con la prometedora carrera cinematográfica que auguraba con este filme.

VEREDICTO FINAL (1982).- Probablemente sea una de las mejores películas procesales de la historia del cine. Paul Newman interpreta a un abogado con problemas de alcohol que debe de enfrentarse a un caso de error médico cometido en un hospital al que defiende en el otro lado de la tribuna un casi militarizado equipo de letrados que dirige con magnetismo dictatorial James Mason. Entre medio, el filme cuenta la triste historia de amor que surge entre Newman y Charlote Rampling en la que quizá sea uno de los más interesantes trabajos de esta actriz.

A LA MAÑANA SIGUIENTE (1986).- Otro vibrante policíaco de Lumet. Jane Fonda interpreta a una actriz alcoholizada que despierta una mañana junto al cadáver de un hombre. Un Jeff Bridges en estado de gracia, que interpreta a un investigador privado también con problemas de alcohol, colaborará con ella para descubrir una vez más que todo puede ser distinto según el ojo con que se vea.

DISTRITO 34, CORRUPCIÓN TOTAL (1990).- Interesante visión noir la que tuvo Lumet  de los agentes de la ley. Es más, estoy prácticamente seguro que James Ellroy no sería James Ellroy si no hubiese visto esta película. Y eso teniendo en cuenta que probablemente no la haya visto. Distrito 34, corrupción total es un filme esencial en el cine policíaco de nuestro tiempo. Una historia de desatada tetosterona que debe ocupar ya un puesto de honor en los que unos y otros entienden como género negro que trasciende los límites que encajona ocasionalmente el mismo género negro.

ANTES QUE EL DIABLO SEPAS QUE HAS MUERTO (2007).- Fue la última película de su director, quien puede descansar tranquilo en su tumba porque rodó –a mi juicio–  uno de los mejores trabajos de su carrera. El filme es una amarga reflexión sobre la familia y tiene un final irremediable que ahora que lo recuerdo hace que se me ponga la piel de gallina. Otra cinta imprescindible de un cineasta impresicindible.

Saludos, fundido a negro, desde este lado del ordenador.

8 Responses to “Un cineasta imprescindible”

  1. Daniel León Lacave Says:

    Lumet dejó escapar la oportunidad de rodar 12 angry men en plano secuencia como La Soga, ya que sucedía en tiempo casi real. Así todo, es un trabajo impresionante. Y la última secuencia en la escalera de los juzgados, con el señor mayor y Henry Fonda es de una profundidad tremenda. “¿cómo se llama este hombre que le ha salvado la vida al acusado?” … impresionante.

    Y en Antes que el diablo… se agradece la mano maestra y experimentada de Lumet, ya que, a pesar de ser un muy buen guión, sospecho que en unas manos mas jóvenes y tarantanianas podría haberse convertido en truñazo. Sin embargo Lumet hizo un trabajo impecable.

  2. admin Says:

    Todo lo que tocó Henry Fonda desprende magnetismo…
    Todos lo que imitan a Tarantino desprenden indiferencia.

  3. Bruno Says:

    Muy bueno el artículo, don Eduardo, en su certera línea crítica habitual. Por cierto, se olvida de citar una obra gigantesca de Lumet hoy bastante olvidada, “La ofensa” (“The Offence”, 1972), con Sean Connery, Trevor Howard e Ian Bannen, no sé si por despiste, porque no la ha visto o porque simplemente no le dice nada esta película. Yo creo que, junto a “El hombre que pudo reinar”, se trata de la mejor interpretación de Connery, y el enfermizo y cerrado clímax que Lumet consigue en toda la película no sólo no decae, sino que logra su propósito de asfixiar al espectador hasta la náusea. Bueno, y aunque yo no la he visto aún, dicen que “El prestamista” (1964), con Rod Steiger, es otro peliculón escondido en la larga filmografía de Lumet… ¿Usted qué opina? (sobre en relación a “La ofensa”). Saludos cordiales.

  4. admin Says:

    Muchas gracias por sus palabras Bruno. Y no, no he visto La ofensa aunque haré lo imposible (¿bajarla? ¿acaso no incurriré en un delito?) por verla. Respecto a La ofensa, curiosamente el domingo pasado hablaba de esta película con mi hermano. Baste decir que para él es una de las mejores de Lumet y que para quien ahora le escribe puesssss igual es necesario un nuevo visionado. Cuenta, además, con el plus de Steiger y a mi, ya lo ve, me gusta el bueno de Rod.
    Un abrazo.

  5. Bruno Says:

    Gracias por la agradable contestación. Yo conseguí “La ofensa” hace años, en un videoclub que ya cerró y decidió vender sus existencias -me refiero al Chaplin, en el barrio de Ofra-, y todavía la tengo, en impecable VHS de 1987 con sus correspondientes rallitas de desgaste de la cinta por la zona baja de pantalla y al final -que es cuando la gente pulsaba stop y le daba a rebobinar-. Tiempo después conseguí la película en Internet. Yo creo que se puede dar con ella (como dijo Morgan Freeman en “Seven”: “Legal, ilegal, esos son conceptos que no manejamos”). Observando sus gustos, sospecho que le gustará la peli. Ya me contará.
    Por cierto, es la primera persona que encuentro que defiende con ardor a Rod Steiger. Eso es ser tolerante y lo demás tontería. Saludos.

  6. admin Says:

    Pese a sus excesos me gusta Steiger. Será porque era bajito y rechoncho. En Yuma, de Fuller, está casi perfecto. Y como Mussolini si no convincente sí que imprimió su carácter a eso que los italianos llamaron duce.

  7. Daniel León Lacave Says:

    Chacho Eduardo, a ciertos lectores les molesta ya hasta que hable de Lumet en tu blog. Ya vas mas allá de diferencias de ideas. Ya me critican hasta que comente tus post aunque no tengan nada que ver con el cine canario.
    Ya sabes que, cuando ya no quieras que escriba por aquí, no tienes mas que decírmelo. Sólo de ti lo aceptaría.

  8. admin Says:

    Daniel soy de los que piensa que solo una persona inteligente y que encima da la cara es quien despierta mayores reconres entre la canalla. Es una cruz que hay que soportar pero siempre con la cabeza alta. Muy alta.

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