A mi me sabe a nostalgia

Hubo un tiempo en el que las calles de la capital tinerfeña, e imagino que también  las de otras poblaciones de las islas, contaban con soportes de madera donde se publicitaban las películas que en ese momento se estaban proyectando en las salas de cine de verdad que salpicaban la caprichosa geografía de este archipiélago.

La que aparece en la imagen y que firma María Calimano reproduce el que fue el último de estos paneles y que se encontraba en la serie de edificaciones donde hoy se asienta Tenerife Espacio de las Artes (TEA).

Si mi memoria de aficionado no me traicinona, recuerdo otras de estas instalaciones en la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife. Soporte que en más de una ocasión asalté para despegar los carteles. Entre otros, aún conservo (debo de estar en alguna parte) el que logré capturar de El imperio contraataca.

Este es un post en clave nostálgica, así que poco más puedo añadir a esa imagen que, limpia de pósteres cinematográficos, parece que espera con paciencia resignada su inevitable final.

Saludos, un poco a lo que el viento se llevó, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “A mi me sabe a nostalgia”

  1. insgut Says:

    ¿ y no recuerdas los del cine greco? No eran carteles impresos, sino que se pintaban para cada ocasión y se reponían con cada cambio de cartelera. Yo viví cerca y a los chicos nos gustaba presenciar el intercambio de aquellos enormes paneles pintados a mano.

  2. admin Says:

    Y no te olvides de los del cine Víctor que con más amor que arte los pintaba Charo.

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