El extraño viaje

I.- ¿ESTO QUE ES?

El mago de San Tontorontón se detiene en la Puerta del Sol de Madrid, que es un destino turístico de la capital de Expaña al que hoy se suma, entre otros atractivos además del Kilómetro Cero y la célebre estatua del Oso y el Madroño, la acampada –no tan grande como imaginaba– de ese colectivo que está igual de indignado que él aunque estos  manifiesten su cabreo en un pequeño laberinto de chabolas donde, la verdad, lo que más le llama la atención es un plato de lentejas a medio comer y dos tipos con crestas jugando a las damas.

Mientras el mago recorre las callejuelas improvisada que han enrronchado la Puerta del Sol le asalta de repente un tipo con ojos extraviados y sin camiseta que en un idioma extraño le grita unas cosas que le obliga a responder: “¿Pero tú de qué vas, chacho?”

El tipo sin camiseta se queda fulminado mientras el mago se aleja de los chabolos hasta toparse con un caminón de la basura del Ayuntamiento de Madrid que recoge toneladas de desperdicios, entre otros objetos, botellas de tintorro y cascos de cerveza.

II.- EN BUSCA DEL GRIAL

Y camina y camina el mago por este Madrid de atontados.

Sube la Cuesta de Almoyano y saluda a la estatua de cuerpo entero de don Pío Baroja porque lleva boina. Adquiere un volumen de Ismael Herraiz que data de 1945.

Europa a oscuras se titula el volumen.

“Igual le sirve al Paulino”, piensa, por decir argo, el mago.

III.- UN ENCUENTRO CON LUCIFER

El mago entra en el parque del Retiro y se tropieza con la estatua del Ángel Caído de Ricardo Bellver.

Se queda un buen rato mirándola. Lo que se dice un buen rato mirándola.

Por fin concluye:  “Yo a ti te conozco, carajo.”

Y sigue su camino.

IV.-LA FERIA DE LOS MIL LIBROS.

El mago se acerca a una de ellas.

Ojea y abre un libro y hace que lo lee.

Pero nota que está encarnado.

Que toda su cabezota se pone roja como un tomate pasado.

Descubre un libro que le gusta: Monster Show. Una historia cultural del horror, de David J. Skal.

- Habla de mi.- le dice al librero.- ¿Cuánto cuesta?

El librero se lo dice remarcando c y z.

- ¿Cómo dice usted?.- Le responde el mago mosquiado.

El librero, que parece un cubo de hielo, repite el precio. 

- Usted debe ser catalán, mijo.- Dice el mago.

- Soy de las Rozas.- responde el librero.

- Catalán. Me lo llevo.

V.- ¿QUÉ HACE UN CHICO COMO TÚ EN UN LUGAR COMO ÉSTE?

El mago sigue caminando cuando descubre en este bosque de casetas una caseta de dos editoriales canarias: Baile del Sol y Ediciones Escalera.

El mago se pone a bailar mientras hace chasquidos con la boca como si fuera una chácara.

MAGO: Tiriririti, tirirititi…

Los de la caseta le responden en clave masónica: Una vieja seca seca…

MAGO: Tu puta madre…

VI.- TODO MU GRANDE…

El mago se siente perdío en esta Feria.

Hay tantas casetas y tantas cosas ¡qué da igual donde mirar!

Se mete en una carpa que expone colorines. De hecho, un chico que parece un membrillo dibuja un colorín. A lápiz, después lo entinta y le pone color.

- Criatura, ponle más verde al fondo.- le dice el habitante de San Tontorontón.

VII.- EL FANTASMA DE PACO MARTÍNEZ SORIA

El mago tararea el clásico de Mojo Picón mientras pasea por las casetas de las Feria del Libro. Aunque de fondo suena el blando de Michale Buble.

MAGO: La rica salsa canaria se llama mojo picón

VIII.- Y UN FINAL TONTORONTIANO

De vuelta al hotel se encuentra por azar con un amigo peninsular al que hacía siglos que no veía.

Lo ve justo cuando va a cruzar una calle kilométrica. El amigo viene en dirección contraria.

- ¿Mago?.- pregunta sorprendido el amigo.

Peaso godo.- le contesta el mago mientras se dan un abrazo y suenan violines y trompetas en sus estrafalarias cabezas.

Se da cuenta entonces el mago, muy incómodo, que no recuerda como se llama el amigo al que tan cariñosamente abraza aunque unas cañas después se lo recuerda algo achispado:

- Tú… ¿Cómo te llamas?

- ¡Paco Martínez Soria!

Saludos, ay mi cabeza, desde este lado del ordenador.

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