El aroma de la nostalgia: los libros Reno

Si hubo una colección de libros que despertaron mi apetencias lectores a pronta edad esos fueron, sin duda alguna, los de Reno que editó en su tiempo Plaza y Janés.

En esta colección cabía de todo, desde William Faulkner a los descacharrantes pero atractivos best seller de Max Catto, o de las fascinantes novelas de aventuras de Edison Marshall a los relatos de corte fantástico del gran Noel Clarasó.

Algo raro me pasa así con estos libros de bolsillo. Siento una extraña atracción fatal cuando me topo con alguno en un rastro o librería de ocasión porque, la verdad, no recuerdo haber leído ninguno que me resultara un fastidio y por lo tanto me obligara a la siempre ingrata tarea de dejarlo a un lado.

En esta colección leí El planeta de los simios de Pierre Boulle, también 2001, una odisea del espacio, de Arthur C. Clarke; Horizontes perdidos de James Hilton; La nave y División 250 del reivindicable Tomás Salvador, así como Un sentido de realidad, Historia de una cobardía y Orient Expreso de Graham Greene; Niños y hombres de Philip Roth, como Un puente sobre el Drina de Ivo Andric o las estupendas novelas del escritor norteamericano John O’Hara: La Venus del visón, Desde la terraza y Oculta verdad, entre otros tantos.

Muchos libros y muchas historias que sin orden ni concierto se publicaban en esta colección que despertaban mis apasionadas fantasías lectoras nada más echándole un vistazo a sus portadas que siempre representaban en atractivos y coloridos dibujos un supuesto momento de la novela.

Los volúmenes que más me interesan de la colección Reno son los que se editaron en la década de los años sesenta y mediado de los setenta. Tras la muerte del general Franco en otoño de 1975, la colección fue declinando su oferta y descuidando el reclamo de sus cubiertas, razón poderosa ésta que me obliga en la actualidad a descartarlos cuando me los encuentro en un puesto porque los que de verdad me interesan son los de su edad de oro, los locos sesenta.

Y me interesan porque el libro como objeto ha sabido resistir el paso del tiempo. Ha sabido envejecer acartonando sus páginas y adquiriendo un olor a papel de otros tiempos que resulta conmovedoramente nostálgico.

La noche del pasado lunes, 4 de julio, sin ir más lejos, un viejo amigo me pidió el libro de colección Reno que llevaba entre las manos porque, emocionado dijo: “eran los que leía mi padre.” Luego se sentó y lo abrió por la mitad para olerlo. Se quedó un buen rato disfrutando del aroma para volver a entregármelo y comentar que iba a tardar un riñón en leerlo porque el volumen consta de cuatrocientas páginas.

El caso es que esta misma mañana, mientras hacía una de esas colas larguísimas en el banco, lo terminé de leer aunque a mi amigo no le faltaba razón al advertírmelo ya que uno de los grandes inconvenientes de los libros Reno era en ocasiones el tamaño minúsculo de su letra.

Tan pequeño que para los que son faltos de vista como quien les escribe a veces le era y es necesario recurrir a una lupa para traducir sus páginas cuya letras tienen el tamaño de diminutas hormigas.

Cuando la colección de libros de bolsillo Reno murió fui uno de tantos que lamentó su desaparición aunque como escribía más arriba suelo encontrármelos como restos de un naufragio en rastros y librerías de ocasión.

Casi nadie apuesta por ellos en estos días oscuros, así que su precio es bastante asequible para bolsillos hambrientos como el mío. Lo mismo pasa con la colección Libro Amigo de Bruguera o Austral y si me apuran los de Alianza Editorial que aparecieron a finales de los setenta y principio de los ochenta, pero no hay color.

Si encuentro ejemplares de todas estas editoriales en un puesto callejero mis ojos se detienen inevitablemente en los volúmenes de la colección Reno.

Así que algo tienen.

Y yo, como mi amigo, lo primero que hago cuando los tengo entre las manos en olerlos intensamente.

Saludos, la nostalgia a veces no es un error, desde este lado del ordenador.

20 Responses to “El aroma de la nostalgia: los libros Reno”

  1. Ana B. Says:

    Me ha gustado este post con sabor a nostalgia, editor. Y me ha gustado porque yo también siento debilidad por los viejos libros de la colección Reno. Gracias a ellos, descubrí a Daphne du Marrier y a otros tantos autores que hoy, desgraciadamente, han sido olvidados. Aquí donde me encuentro no es muy fácil hacerme con libros de esta añorada colección pero cuando viajo y me encuentro con algunos de ellos creáme que siento esa misma sensación que usted describe. Un abrazo y más mis sinceras felicitaciones.

  2. Daniel León Lacave Says:

    Yo conservo , desmigajados ya, deshojados, habiendo perdido su cubierta ilustrada, conservando únicamente las tapas blancas con letras grises “La Nave” de Tomás Salvador, novela que me cautivó, ( a pesar de la lectura religiosa que se puede entresacar de ella, y que yo prefiero obviar, e interpretarla de una forma distinta ), y la ya nombrada “2001, odisea en el Espacio” de Clark, en la que su primer capítulo compite dignamente con su gemela secuencia en la peli de Kubric.

    Sólo conservo esos dos ejemplares de esa editorial, aunque recuerdo que por mi casa, durante mi infancia, rondaban muchos más.

  3. admin Says:

    La edición de El planeta de los simios es un clásico, Daniel.

  4. admin Says:

    Ana de du Marrier tengo los cuentos que publicó Reno que incluía, entre otros, Los pájaros, relato en el que se inspiraría el filme de Hitchcock. Don Alfredo adaptó además otras dos novelas de la escritora: Rebeca y La posada de Jamaica si la memoria no me traiciona. Un abrazo y gracias por tu comentario.

  5. admin Says:

    Y sí que era religiosa la lectura de La nave, Daniel. De Tomás Salvador te recomiendo además División 250 (probablemente el mejor libro que se haya escrito sobre la División Azul, huelga decir que don Tomás fue divisionario) y Cabo de vara, entre otras tantas de este formidable y hoy olvidado escritor español con todas sus letras.

  6. Javier Hernández-Velázquez Says:

    A veces el amigo Eduardo tiene demasiados meeting points con el que suscribe. Los libros Reno, un clásico. Para los interesados en la web http://www.todocoleccion.net hay colgados más de un centenar de ellos a buen precio (2-3 €) y en buen estado. Un saludo negro-criminal “desde el otro lado del ordenador”

  7. Daniel León Lacave Says:

    De hecho, creo el tal Tomás Salvador fué después comisario de la brigada político social. Todo un personaje del régimen, pero eso no quita que La Nave sea una gran novela.

    Yo prescindo de esa lectura religiosa y me quedo con mi propia interpretación marxista del asunto.

    He buscado una nueva reedición de La Nave, para poder jubilar la otoñal caída de hojas de mi vieja edición, pero no la he encontrado.

  8. admin Says:

    Ignoraba que Salvador fuera miembro de la Brigada Político Social del régimen anterior. En cuanto a que encuentres una edición con la que “jubilar” la que tienes, te aviso a que si encuentro alguna en condiciones en el Rastro de esta capitá, la adquiero y te la hago llegar, descuida.

  9. admin Says:

    Gracias por la dirección Javier… si encuentro títulos de Sinclair Lewis ¡ya son míos!

  10. admin Says:

    Daniel en la wikipedia leo, entre otras cosas: “En 1941 se alistó en la División Azul y permaneció en Rusia hasta 1943. De regreso a España ingresó en el Cuerpo General de Seguridad. “Eso le dio fama de hombre del régimen”, según el escritor Francisco Candel, “pero no lo era en absoluto. Al contrario, era más bien liberal e intentó abrir vías de convivencia. En algunas ocasiones intercedió por otros escritores amenazados por la policía, o incluso por mí mismo, asegurando que no se trataba de comunistas sino de católicos progresistas.” Me quedo mucho más tranquilo.

  11. Daniel León Lacave Says:

    A mi me sorprendía un poco esa adhesión al régimen, ya que, cuando leo La Nave puedo obviar el concepto religioso, sí, pero lo que no puedo obviar es un mundo cerrado al exterior, dominado por una dictadura represora reflejada en un viejo dictador que se está muriendo. Una sociedad que no tiene destino, y que se marea ante la proximidad de una leve luz en la oscuridad.
    Unas clases sociales: la dominante, cada vez menor en número, tratando de aferrarse miedosa a sus privilegios, ignorantes de su propia realidad y de sus porqués. Y la clase oprimida, formada por los hombres y mujeres descendientes directos de los obreros y técnicos de mantenimiento que un día habitaron la nave.

    La lucha de clases se vuelve evidente, y la ignorancia metafórica sobre el origen y el porqué de la luz también lo es.

    ¿puede un hombre del régimen franquista escribir algo así?

  12. admin Says:

    Te sorprendería la cantidad de gente que de una forma u otra burlaron la censura del anterior régimen. En cine, sin ir más lejos, tienes los largometraes que rodó don Luis Buñuel o Berlanga (la otra B mayúscula del cine español de todos los tiempos) con sus irrepetibles y negras Plácido y El verdugo.

  13. Oscar Says:

    Hola, buenas tardes:
    Yo soy de los que aun siguen enamorados de esta colección. Muchos de sus títulos eran (y algunos siguen siendo) imposibles de localizar en otras colecciones. Mi gran pasión es la literatura inglesa y estadounidense, ya lgunos de los volúmenes de Aldous Huxley, Graham Greene o Chesterton que compré en “Reno” no los he vuelto a ver en otras ediciones. Su olor peculiar a pulpa de papel húmeda y amarilla, el crujido de las guardas cuando están ajadas por el tiempo… son un placer. Muchos crecimos con ellos.
    Saludos..

  14. admin Says:

    Gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.

  15. Jorge Says:

    Hola
    Yo quería preguntar cual es la diferencia, si hay alguna, entre los libros con el reno negro y los que llevan el reno de color rojo. Creo que hay obras que fueron editadas con diferente portada y “color del reno”. Se me ocurre que el color del reno corresponde quizá a ediciones de épocas distintas o precio rebajado o algo así.

  16. admin Says:

    Interesante y bibliófila cuestión, Jorge… Me pongo en ello.

  17. Jorge Says:

    Mientras tanto me permito aportar este link con la lista de los títulos que formaron la colección. Me pregunto si es cierto el comentario sobre la integridad de las obras. Sería una pena.

  18. Jorge Says:

    Perdón. Olvidé pegarlo.

    http://laflechanegrasigloxv.blogspot.com.es/2009/10/coleccion-libros-reno.html

  19. 28. Os libros da novela ‹ A Viaxe de Gagarin Says:

    [...] hoxe poden facer os libros de peto: libros de pequeno formato, baratos e de encadernación sinxela: Reno e Austral. Tanto nunha coma noutra colección o catálogo era moi amplo. Austral atendía máis a [...]

  20. Pablo Says:

    De esta colección leí un libro que comenzaba con un hombre que se despierta en un parque sin saber quién es ni recordar nada. ¿Alguien sabe el título?

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